Obsesión Enfermiza || Rubegetta

Nuevo Hogar | Rubius

"Nuevo pueblo, nueva vida."

[...]

Que movida.

Nuestro gran grupo de amigos arribó muy animado al nuevo lugar, un pueblito muy tranquilo, prácticamente en medio de la nada, llamado "Karmaland".

Nos enteramos de el gracias a un hombre que conocimos en el camino, su nombre era algo como "Melon" o "Melron". Ya tenía sus años, pero igual se aseguró de darnos las instrucciones para llegar correctamente.

La mayoría al llegar no perdió el tiempo. Llendo en busca de un terreno para hacer propio y posteriormente construir; mayoría en la que yo me encuentro.

Lolito, Vegetta, Mangel y yo vamos juntos en este momento, buscando una explanada o una montaña cerca del pueblo. Algo que nos facilite la construcción de una casa.

Voy al lado de Mangel, que mantiene una animada charla con Lolito, en la que suelen lanzar bromas de todo tipo. Intento meterme de vez en cuando, complementando una oración o lanzando un comentario despectivo, pero Lolo me saca siempre de alguna forma creativa que se inventa.

A veces, creo que sabe que le intento tirar el rollo a Mangel y, por causa de eso, reduce nuestra interacción lo más que puede, puesto que Lolito también gusta de el.

En lo mientras, Vegetta va en lo suyo, mirando su mapa y marcando los puntos por los que ya pasamos, o simplemente anotando los lugares que pueden ser buenos para construir. Supongo.

Yo, al ver que no podré meterme en la conversación en este momento lo imitó y empiezo a mirar alrededor, buscando el sitio que más me agrade para la construcción de mi nuevo hogar.

Después de un rato, en cierto punto lo veo, es una hermosa playa —si es que se le puede llamar así— con vista a un extenso lago de agua cristalina, con un pequeño bosque rodeándolo y la puesta de sol de frente.

Me separo del grupo sin avisar ni nada, quisiera saber primero si es apto para asentamiento humano y luego avisar si es necesario.

Me siento en la verde hierba para admirar el paisaje tan hermoso que se me presenta enfrente.
Respiro el fresco aire del lugar, ciertamente se sentía como cuando comías una menta y luego tragabas agua, asfixiante.

Este lugar me hace sentir una profunda tranquilidad, mezclado con nostalgia, por alguna razón...

Bien, lo he decidido. Aquí construiré mi nueva vida.

Me levanto rápido y vuelvo prácticamente corriendo con los demás, que parecen ni siquiera haberse dado cuenta de mi ausencia, creo.

Les iba a decir que ya había encontrado mi zona, pero me percate de algo, faltaba Vegetta.

—¿Y Veg? —pregunto, mirando a los alrededores, intentando encontrarlo.

Mangel iba a responder, pero Lolito lo detuvo. —Fue a buscarte.

—Oh, ¿En serio?

Afirmo con un movimiento de cabeza mientras que Mangel se mantenía callado.

—¿De casualidad vieron hacia donde fue?

Mangel, sin gesticular nada, apunta hacia una dirección, por detrás de una montaña.

Un suspiro sale de mis labios. —Bueno, nos vemos luego, chicos.

Se despiden de mi con un gesto y yo voy hacia el punto que me señalaron, algo vacilante.

Cuando estaba a punto de doblar hacia la derecha y perderlos de vista los volteo a ver.

Me parece que Mangel le esta reclamando algo a Lolito, por los exagerados movimientos que hace, el solo adquiere una postura indiferente.

No le doy importancia y sigo.

Cuando rodee la montaña me encontré en una playa, pero mucho mas amplia que la del lugar que yo encontré, aunque tal vez tenga algo que ver con que esta da directamente con mar abierto.

Y en efecto, mas adelante estaba Vegetta, pero no me parece que me busque a mi o algo más, esta mirando al cielo y... ¿tomando medidas?

Niego con la cabeza y me enderezo.
Si no me esta buscando no tiene sentido que vaya con el, ¿o si?

Me voy, marcando el lugar en el mapa.

Cuando llegó al lugar que elegí me puse manos a la obra. No descansaré hasta terminar todo, o eso espero.

Introducción, relleno.
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