Prólogo

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Narrador — Omnisciente:

Finales de primavera, el verano estaba a la vuelta de la esquina, lo que significaba vacaciones. La gran mayoría estaban emocionados, pero para cierto pronto cumpleañero esto no era algo de lo que emocionarse.

Sus ojos estaban rojos del sueño, había estado conduciendo casi toda la noche y apenas a las cuatro de la mna tenía la oportunidad de llegar a su casa de verano. No había estado ahí después de casi tres años de pura gira.

Sonrió amargo cuando pudo estacionarse frente a su casa, ni siquiera se molestó en sacar su equipaje, solo entro se quitó los zapatos y cayó rendido en su sofá. Aunque el sol estuviese comenzando a salir eso no le impidió el quedarse dormido por el tremendo cansancio que sentía.

Había sido un día muy largo. Justo había terminado con su gira y los fanáticos se había vueltos locos al ver que su cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina junto con la vacaciones de verano, seguro que en la residencia que todos conocían de él llegarían montones de regalos por su cumpleaños, después le pediría a alguno de sus trabajadores que los recogiera de la entrada.

Por ahora solo dormiría plácidamente hasta que su cuerpo se cansé de  dormir....

Por otro lado, pasando las seis de la mañana ya había un habitante del pueblo que se encontraba ya muy activo. Después de hacer su rutina diaria de la mañana bajo de su aeronave solo para pasear por el pueblo. Ya faltaban pocos días para que las vacaciones de verano llegarán por lo que había niños fuera aprovechando que las clases iniciaban más tarde esos días para poder salir a jugar.

El héroe de brillante azul diviso a su grupo favorito de niños, estos jugaban con un balón de fútbol americano, así que decidió acercarse a ellos para unirse a su juego.

Los chicos reían un poco mientras que veían a uno de sus amigos analizar el balón como si fuese algún objeto extraño para él.

— Pixel solo lanzalo! — una de la chicas trataba de animarlo a qué solo se dignara a lanzar el condenado balón

— Buenos días, chicos! — todos le miraron emocionados gritaron al unísono su nombre

— ¡Sportacus! — se acercaron hasta él con alegría

— ¿Estan jugando americano? — preguntó notando el cómo había estado posicionados antes de saludarlo y por el obvio balón

— Lo intentamos, pero Pixel no deja de preguntar dónde está el joystick. — aquella declaración hizo al chico sonrojarse de la vergüenza

— Las computadoras son más fáciles de entender que este tonto balón. — el chico soltó un suspiro de queja y lanzó el balón en un arranque de frustración

Todos miraron en la dirección que el balón salió volando solo para hacer gestos de preocupación cuando escucharon un vidrio romperse. No tardaron en entrar en pánico por el problema en el que ahora se había metido. Claro que para el elfo azul solo fue un pequeño accidente que podría resolverse fácilmente.

— Quédense aquí, yo voy por el. — sonrió tranquilamente y se alejo del grupo de niños

Estaba bastante seguro de poder resolver el pequeño problema, pero se puso nervioso cuando vió la propiedad en la que había caído el balón. Era una de las pocas casas de LazyTown que pertenecían a alguna persona con dinero.

Tragó saliva y soltó un suspiro, jamás se había sentido cómodo alrededor de personas de status así que camino algo tenso a la entrada solo para ver qué la puerta estaba abierta y en el suelo había un joven hombre sobando su cabeza mientras que a su lado estaba el balón y vidrios rotos de la ventana que había sido destrozada.

Un extraño sentimiento lo invadió de pronto, era como si esa casa y ese hombre fuesen.... Las cosas más tristes que jamás haya visto.

— E-eh... Disculpe...— por más que trato de evitarlo nsu voz sonó con un ligero tartamudeo

Aquel hombre en el suelo lo miro con los ojos más pesados, profundos y molestos que el elfo jamás haya visto.

El hombre soltó un suspiro cansado, tomó el balón y se levantó.

— ¿Estoy es tuyo? — su voz ronca y gruesa hicieron que las puntiagudas orejas del héroe se menearan un poco aunque esto no se notó gracias a su gorro

— S-sí señor... Una disculpa... — asintió con la cabeza y tomo el balón con un perceptible temblor de sus manos

— Bien. Ahora largo. — habló severamente prácticamente corriendo a Sportacus de su propiedad

— E-espere! Acerca d-de los daños... — Sportacus apuntó a la ventana rota, el irritado hombre miró los vidrios en el suelo y suspiro pesadamente

— No voy a cobrar por los daños. Pero si esto vuelve a pasar más te vale rezar porque no me hayan atrapado de mal humor. — y con palabras tan frías y dura como una amenaza azotó la puerta en la cara del héroe

Sportacus soltó un suspiro en confusión. No sabía cómo sentirse con todo lo que había pasado. Aquel hombre era tan.... Frío. Incluso sintió un escalofrío después de que le cerró la puerta en la cara.

Decidió que lo mejor era no insistir e irse de ahí, cuando volvió con los niños estos le dieron miradas de preocupación.

— Sportacus! ¿Estás bien? — preguntaron todos a la vez

— Ja! Sí! ¿Por qué? — el elfo sonrió dulcemente tratando de disimular lo tenso y nervioso que aún se sentía

— Es que... Te ves algo pálido... — hablaron por turnos diciendo cada uno una de las palabras

— Ah eso.... — suspiró — Bueno... Es que el balón cayó en la propiedad de ese músico ermitaño... — dijo con pesadez

— Uy! He escuchado que tiene un mal humor.... — se quejó el pequeño descendiente de una familia de mucho dinero, aunque la propiedad de su familia no lucía tan cara como la de aquel músico

— Lo tiene.... Pero... Es extraño, en ningún momento fue grosero... O bueno, yo no lo sentí así. Más bien trato como a un niño revoltoso. — soltó un suspiro, no era el primer adulto que trataba a Sportacus como un niño, por alguna razón varias personas en LazyTown hacían eso

— Bueno, al menos recuperaste el balón! — un de las niñas tomó el balón de las manos de Sportacus y corrió con el de vuelta a la cancha

El resto de niños se despidieron del héroe y corrieron detrás de su amiga para seguir con su juego.

Sportacus ya estaba más tranquilo, aunque no pudo evitar mirar en la dirección en la que estaba la propiedad de aquel joven músico. Se sintió intrigado por aquel hombre, algo le decía que no era la última vez que iba a interactuar con él aunque en el fondo deseaba no volver a hacerlo....

Mientras que en su hogar el músico limpiaba el desastre. El solo hizo el cambio de la ventana, le costó trabajo pero cuando termino por fin pudo volver a relajarse en su sofá.

Se sintió extraño, jamás había intercambiado palabras con el héroe del pueblo, y hacerlo había sido extraño. Por algún razón sintió que había hecho mal por tratarlo como un niño cuando fácilmente el héroe podría ser mayor que él.

Soltó un suspiro cansado y cerro lentamente sus ojos.

— Que asco.... — murmuró al sentir que no iba a poder conciliar el sueño otra vez








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𝑺𝒑𝒐𝒓𝒕𝒚 𝒂𝒏𝒅 𝑹𝒊𝒄𝒉 | [LazyTown fic] | Sportacus x Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora