𝑺𝒑𝒐𝒓𝒕𝒚 𝒂𝒏𝒅 𝑹𝒊𝒄𝒉 | [LazyTown fic] | Sportacus x Male!Reader

𝘐. 𝘭𝘢𝘯𝘨𝘴𝘱𝘪𝘭

Narrador — Omnisciente:

Si tuvieses una moneda por cada vez que escuchas una dulce melodía en un instrumento que no conoces.... ¿Cuánto dinero tendrías?

Esa pregunta se adueñó de la mente de Sportacus después de escuchar a los pre adolescentes salir de la secundaria el penúltimo día de clases antes del verano. Los adolescentes si que tenían preguntas cada vez más raras, estaban en la etapa de dejar la niñez para entrar al "bello" mundo de la adolescencia.

Sportacus no era fan de sus años como adolescente. Recuerdo bien que entre sus 12 a 15 siempre fue alguien malo en cuanto a calificaciones y su padre solo sabía consolarlo con un pastel de manzana y su madre intentaba ayudarle con las materias que no fuesen Educación Física o Biología. Claro que de chico jamás saco más de un 7 en exámenes.

Y sabía muy bien que en esa época solía hacerse preguntas raras, pero jamás escuchó una pregunta así antes al tan solo pasar frente a la secundaria.

Escuchar un dulce melodía.... En un instrumento que no conocía...

En primer lugar...

¿Existen más instruments además de la guitarra, bajo, batería, piano, trompeta y flauta? Esos eran todos lo instrumentos que conocía.

La pregunta en su cabeza lo había hecho divagar tanto que ya ni sabía por dónde estaba caminando.

Se detuvo en seco cuando escucho un sonido suave y alegre. Le era extraño describirlo, él jamás había escuchado un sonido así, pero le gustaba! Sus tímpanos vibraron al recibir las ondas de sonido que la melodía producía. Rápidamente comenzó a mirar a su alrededor. Quería. Necesitaba saber que era ese hermoso sonido.

Cuando se dió cuenta de dónde venía el dulce sonido su estómago dió un vuelco de 360°. Tragó saliva entre nervioso y maravillado. Miró aquella enorme casa de color blanco con detalles dorados.

— El músico cansado...... — murmuró para si mismo reconociendo el terreno donde estaba, aún se sentía culpable por lo de la ventana

Caminó lentamente hacía el lugar, no podía evitarlo pero la música lo llamaba, se sentía atraído a esta de una manera extraña, como si necesitara escucharla por siempre y que el sonido producido ahogara a sus oídos con la melodía resultante.

Por un momento sus ojos vieron las notas guiarlo por el patio delanteros hasta uno de los costados de la casa, solo para llegar a la ventana de la cocina y ver ahí a un hombre cansado y con una mirada irritada tocar un instrumento que jamás en su vida había visto antes.

No pudo evitarlo.

Se quedó ahí mirando y apreciando a aquel hombre tocando aquel extraño instrumento como si fuese lo más maravilloso de todo.

Lucía como una guitarra.... O al menos algún tipo de guitarra.... O al menos la mitad de esta.... Estaba muy confundido, pero seguía amando la música que producía.

Recargó ambos brazos sobre el marco de la ventana y sobre sus brazos recargo su propio rostro sobre una mejilla. Respiro tranquilo y soltó un suave y largo suspiro de tranquilidad. Se sentía sereno nada más escuchando, era la primera vez que se mantenía quiero más de tres minutos en toda su vida.