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Katsuki Bakugo nunca se enamoraría, eso no estaba en sus planes, su único ideal era convertirse en el héroe número uno.
Al menos hasta que aquel estúpido chico de pelo puntiagudo apareció, un chico malditamente molesto.
En esa ocasión el Bakusquad se encontraba en la habitación del pelinegro, quien había puesto música en karaoke, ya todos habían cantado al menos una canción, excepto el.
-Anda, Blasty. Canta algo -alentó el pelirrojo.
-¿Qué mierda quieres que cante, pelos de incendio? -soltó un gruñido.
-¡Yo se! -Mina se acercó a su oído y le susurró.
Bakugo soltó un gruñido, pero acepto. La chica reprodujo la melodía, Bakugo tomo el micrófono, miro a Kirishima y bufo comenzando a cantar la maldita canción.
-Maldito el día en que te encontré, la hora en la que te mire. Entraste a mi vida y ahora no hay salida, me equivoque -rodó los ojos con fastidio.
Kirishima lo miraba con un puchero, sabía que esa canción iba dirigida a él, no debía ser un genio para saberlo.
-Yo no quería y acepte -mira mal a Mina y vuelve a mirar a Kirishima con su ceño fruncido-. Por un ratito te guarde, yo no soy adorable, tu eres insoportable.
Kirishima soltó una risita, se levantó y se acercó a él con intención de abrazarlo, pero fue alejado de una patada.
-Insufrible, amor -le saca el dedo de en medio-. ¿Como me pude enamorar? -se da la vuelta para ignorarlo-. No te soporto es la verdad, porque molestas y te pegas como la goma de mascar en mi zapato al caminar -Kirishima se levantó y lo abrazó por los hombros-. Somos un caso no ideal, pero te quiero, yo te quiero -contó con las mejillas sonrojadas por la vergüenza.
-Awww, Bakugo si es cursi -canturreo Sero al verlos.
-Nuestro Bakubro si tiene corazón después de tono -Denki se unió a Sero para malestarlo.
-¡Cállense, idiotas! -Katsuki explotó completamente sonrojado debido a la vergüenza.
-Eres adorable a tu forma, Bkasty -Kirishima le dio un beso en la mejilla.
-¡Ah! Eres malditamente empalagoso, aléjate -gruñe intentando quitarse al pelirrojo de encima sin conseguirlo.
-Aún no terminas la canción -acusó Mina con un puchero.
-Y no lo haré -gruñe por lo bajo, resignandose a estar atrapado por los brazos de Kirishima.
-Solo la última parte -pidió la chica.
Bakugo rodó los ojos y accedió, suspiró y miró al pelirrojo.
-Yo estoy más loco cada mes, tu insufrible y a la vez eres tan vulnerable, tan tierno, tan besable, siempre te amaré.
Las mejillas de Kirishima quedaron casi del mismo color que su pelo, Bakugo si es cursi, a su modo, pero lo es.
Bakugo rodó los ojos, lo tomo de las mejillas y lo beso.
