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𝐎𝐍𝐄 🐯

Kojiro Hyuga, jugador muy talentoso de la selección juvenil de Japón, uno de los más valiosos de hecho, ganador de un torneo europeo juvenil y luego un Mundial junto con sus compañeros de equipo, de hecho, ellos fueron los responsables de la revolución del fútbol en el país nipón. Cuando antes Japón no iba nunca jamás a los mundiales, ahora tuvieron una representación más que digna. Es increíble lo que hicieron esos jóvenes con la selección japonesa.

Actualmente, Kojiro tiene una familia propia, aparte de su mamá y sus tres hermanos menores. Su familia es un poco especial. Su actual esposa es la hermana de su ex rival y ahora compañero de equipo, Tsubasa Ozora. Estuvo durante tres años considerándolo su eterno rival, pero luego empezaron a jugar en el mismo equipo, representando a su país, y se hicieron compañeros y amigos. La hermana de Tsubasa, Hisako, inmediatamente se fijó en el moreno. Un tiempo después terminaron siendo pareja, y ahora cuentan con una hija de cuatro años, Eri.

Sin embargo, antes de que Hisako y Hyuga estuviesen juntos, él tenía otra novia, quien fue de gran importancia para el moreno. Maki Akamine era una chica oriunda de Okinawa. Un día, cuando Hyuga tuvo que ir a entrenar a ese lugar para perfeccionar un nuevo tiro que lo ayudara a recuperar su puesto en el equipo, ella apareció, y empezaron a practicar lanzamientos y atrapadas de softball, el deporte en el que ella destacaba. Gracias a un tiro especial que hizo Maki, él lo descifró: ella dobló la muñeca y el codo hacia arriba, y la bola cobró efecto hacia lo alto. Lo que tuvo que hacer fue levantar el pie al momento de tirar, y arrastrarlo por el suelo antes de disparar... El resultado fue un tiro muy poderoso.

Ellos se hicieron amigos y se apoyaron en sus partidos. Maki apoyaba a Kojiro en sus entrenamientos de fútbol, y en los partidos, y él en sus partidos de softball. Antes de acordarse, se enamoraron, se casaron y tuvieron un hijo llamado Tora, quien actualmente reside con Kojiro en su hogar, y tiene siete años.

Pero un día, cuando Tora tenía dos años, ellos se separaron. A pesar de su muy corta edad, el pequeño podía recordar a su mamá. No le dolió su separación, pero ahora que es más grande, siente curiosidad de por qué lo hicieron, ¿acaso se dejaron de amar? O ¿ella dejó de amarlo a él y quiso irse y dejarlo a cargo de Kojiro? Preguntas así no dejan de rondar su cabeza. No hubo ninguna pelea entre ambos, lo único que le dijeron a Tora fue: "Hijo, hemos tomado una decisión. Vamos a separarnos". Nunca quisieron decirle por qué, hasta el día de hoy sigue siendo un misterio para el joven.

Ahora vive con su madrastra, Hisako, quien lo trata como si fuese su propio hijo, aunque en realidad sea una ficción, y con Eri, su media-hermana, tres años menor que él. Tora no se siente incómodo con ellas, al contrario, pero él sabe de sobra que Hisako no es su verdadera madre, sino Maki. Muchas veces se imagina a Maki como su mamá actual, junto con Hyuga, y no niega que a veces desea eso.

En este momento se encuentra en un restaurante con su papá, comiendo una hamburguesa con papas fritas, la comida que siempre pide cuando van a cenar a un restaurante. Hisako fue a llevar a Eri al centro comercial para hacer compras. Kojiro está comiendo pasta con salsa blanca, pero nota que su hijo está serio, mirando su plato y apenas agarrando las papas fritas.

─¿Tora? ¿Qué pasa? ¿Perdiste el apetito? ¿No está rica la hamburguesita?

El niño lo mira a sus ojos color carmesí, como dos gotas de sangre.

─Papi, ¿te puedo preguntar algo?

─Siempre, cielo.

─¿Por qué se separaron tú y mamá?

La expresión de Kojiro pasa a ser un poco seria.

─Oh, ¿esa pregunta de nuevo?

─Quiero saber. ¿Acaso ustedes se dejaron de querer? ¿Ella me dejó de querer?

─¡Eso nunca, hijo! Ella te sigue amando como si hubieses nacido ayer, cuando eras una bolita pequeña y llorona, jaja─ ríe con algo de nostalgia. Arruga la nariz al sentir una comezón a causa de la emoción─. Estábamos de todo menos tristes de haberte tenido, Tora.

─¿Tenerme?

─O sea, de que seas nuestro hijo.

─Ah. Pero entonces... ¿por qué se fue de la casa?

─Tora, ya hablamos de esto muchas veces. Si te lo decimos no lo entenderías. Son temas de adultos, cuando crezcas podrás comprenderlo.

─Estoy harto de no poder saber nada por ser un niño.

─Créeme que a veces es mejor no saber algunas cosas a tu edad, Tora, o sino no podrás disfrutar la niñez de manera plena. Lo que crea que sea necesario que sepas ahora, te lo diré, pero lo único que te puedo decir sobre Maki (que ya te lo dije como ochocientas mil veces) es que nunca nos dejamos de amar, aun la sigo queriendo como ese día en Okinawa cuando me ayudó a crear mi mejor tiro, pero no pudimos seguir viviendo juntos y continuar nuestra relación por algunos asuntos complicados.

─Oh─ dice un poco decepcionado, ya que ya sabía eso de tantas veces que le dijo su papá, pero no lo ayuda a comprender el motivo de su separación.

─¿Pero te gusta estar con Hisako y Eri? ¿Las quieres? Hisako te ama como si fueses su hijo de sangre.

─¡¿Hijo de sangre?! ¡No me gusta la sangre, papá!

─Perdón, Tora, sé que no entiendes esas cosas. A lo que voy es que ella, a pesar de que no es tu mamá, te ama como si realmente lo fuera, y para Eri eres su hermano mayor. Siéntete orgulloso de eso.

─Yo las quiero, papi, pero Maki es mi mamá, Hisako no...

Un silencio incómodo invade la mesa por unos minutos.

─Señor, ¿están listos para pedir el postre?─ una camarera interrumpe ese silencio.

─Todavía no, ya casi terminamos. Gracias.

Vuelven a quedar solos, y Kojiro decide cambiar de tema.

─Si te hace sentir mejor, el sábado iremos a visitar a mamá a Okinawa, ¿te parece?

Tora sonríe de oreja a oreja.

─¡Síiii!

A pesar de no ser pareja, Maki y Kojiro aun siguen en buenos términos, y siguen siendo grandes amigos. De todas formas, Tora sigue siendo hijo de ambos, y tiene el derecho de estar con sus dos papás, aunque sea una vez a la semana, o al mes.