Pedri dejó escapar un ligero suspiro al tomar conciencia de la realidad al sentir el calor que emana un cuerpo junto al suyo. Los rayos de luz que atraviesan las cortinas iluminaban en cierta medida la habitación y la ya angelical imagen que tiene a su lado.
Por instinto Pedri pegó su nariz contra el cabello castaño que se encuentra por debajo de su barbilla. Reconoce el aroma a vainilla al inhalar la esencia tan familiar y no puede evitar sentirse abrumado.
Todo parece nuevo pero siente que ya ha vivido estos momentos con Gavi todo una vida.
El menor le sostiene con sus brazos rodeando su cintura. Irradia una calidez placentera que Pedri sólo puede comparar con el calor de verano y el color de las hojas de otoño.
Siendo Pedri friolento imagina tener esto todo una vida entera y sobre todo en las mañanas heladas de invierno; se dibuja el esbozo de una sonrisa sobre sus labios.
No quiere apartarse ni moverse un poco.
Retira amablemente el mechon de pelo de la frente descubriendo el rostro del muchacho a medias oculta por su propia pijama, también nota que tiene dibujada una sonrisa cubierta por dicha prenda y su cuello.
Pedri respira profundamente tratando de controlar sus sentidos; se pregunta porque se estuvo negando a todo esto desde hace algunas semanas sino meses.
Ahora solo ve ventajas y una vista espectacular que le espera cada mañana cuando despierte.
Gavi tenía toda la razón. Pedri solo estuvo asustado todo este tiempo o sigue estandolo piensa por un segundo.
Era cuestión de tiempo que Pedri dejara de temer al menos no como en un inicio. Además, la gran seguridad que desborda Gavi estos últimos días le hacían sentir seguro de todo lo externo que amenace a su pequeño mundo que se limitaba a la ciudad deportiva, el Camp Nou y el pequeño espacio en su departamento limitado por paredes y compartido con su hermano mayor.
No fue miedo por Gavi que no pudiese manejar la clandestinidad. En realidad sólo fue el mismo proyectandose en su ahora otro complemento que motiva su existencia.
La dinámica de pareja cambia constantemente le dijo su Padre cuando preguntó cómo era estar con su madre todo estos años y desde muy jovenes con respecto al devenir del tiempo y la rutina.
No comprendió al inicio, después de todo su padre hablaba con él constantemente con metáforas y oraciones con algo de subtexto.
Como podía entender si prácticamente Pedri no estuvo con nadie nunca por más de una semana. Pará Pedri, Lucía tampoco conto como pareja ahora que lo piensa detenidamente. Solo fueron o son amigos que pudieron ser más.
No como ahora...
Ahora con los papeles invertidos. Cree que puede darse el lujo de ser vulnerable porque Gavi estará ahí para cuidarlo y sostenerlo, cree firmemente que con Gavi podrá descubrír todo lo que ve en sus padres.
O eso cree él en la niebla de la incredulidad de estar enamorado y ser correspondido apropiadamente.
Cerró los párpados nuevamente imaginandolos en un hogar desconocido recien adquirido con dinero de ambos; visitando lugares no vistos nunca y de incógnito.
Los imagina comprando boletos a un mismo destino ignorando las miradas curiosas de personas suspicaces preguntándose por la naturaleza de su relación. Cocinando juntos mientras él trata de evitar que Gavi queme su cocina y por ende su casa en sólo una semana recién adquirida.
Pedri rie para si mismo.
También se los imagina ganando muchas copas juntos en el Barcelona y pasando al retiro a su lado; después de todo es solo un año y medio mayor. Solo tiene que asegurarse estar en forma y ser constante.
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Cánticos Silenciosos.(Gadri)
General FictionRelato de las vivencias de vestuario del FC Barcelona; pero de un par en particular.