Gavi se encontraba muy ansioso incluso de haber hecho pretemporada, por naturaleza solía ser sociable y tener mucha confianza en su mismo. Sin embargo la credulidad que tenía por haber sido promovido al primer equipo aún le tenía anonadado y peor sin pasar por el barca B.
Los partidos de pretemporada eran poco exigentes, aún así Gavi lo daba todo, cuando veía un balon pérdido sentía que era su responsabilidad recuperarlo para el equipo. Siempre fue así, desde su infancia en el Betis.
No era un simple hecho de vanidad, no le importaba ser el mejor, sólo le importaba ayudar y ser importante para el juego del equipo.
Terminaba cada partido con moretones. Su madre le decía que no podía creer que hasta ahora no haya tenido alguna lesión en su carrera, si bien era corta pero muy intensa.
Pero hoy era un día distinto, hoy vería a la última incorporación que hacia el equipo y no se trataba de algún fichaje random.
Pedri...
Gavi había visto todos los partidos de España durante la eurocopa y las olimpiadas. Ahora mismo todos los medios decían estar ante el nuevo Iniesta y por ende el futuro de la selección y del FCBarcelona . Muchos entrenadores de la masía decían que el potencial del chaval era aún mayor que del nacido en Fuente Alvilla.
Ya tenía una imagen muy valorada del joven, si este con 19 años ya era un referente a nivel europeo. Gavi sentía que también podria triunfar justo como la hacía el muchacho nacido en Canarias.
Quería verle jugar y tomarlo como mentor y si fuera posible como amigo. Tratar de aprender sus habilidades o al menos tratar de iguarlas seria ya un exito.
No le importaba el ambiente del club, mucho se dijo pero aún no había comenzado nada y no tenía un precedente claro para comparar.
Gavi trataba de no pensar mucho en ello, durante este tiempo se hizo amigo de Nico, tres años mayor que el, pero al igual que el. Estaban a prueba y muy motivados.
Fue de los primeros en llegar por primera vez; la novedad del día no podía escaparse de su vista.
Y fue cuando llegó...
La sorpresa no fue mucha, vio entrar a Pedri. Pará Gavi, verle cavis bajó, mirada al suelo y divagante, delgado tanto que los huesos del rostro estában muy marcados y además esas grandes ojeras con sus ojos hundidos bajaron sus expectativas.
Gavi esperaba a un chaval con confianza, lleno de ánimo, que ilumine lugar que pise, del que pudiera absorber conocimiento y experiencias. No este... Triste chaval.
No se atrevía a presentarse, no porque sentía miedo o algo por el estilo, sino que el muchacho parecía inmerso en su mundo y el no interrumpirá su paz.
Llegó el rondó. Gavi noto cómo aquel muchacho flaco y huesudo bailaba con el balón. Estaba claro de que todo lo que decían de él era cierto. Su nivel técnico era muy superior al suyo. Esto en ves de desanimarlo le entusiasmo mas a darlo todo.
Terminado el rondo, quería hacer equipo con Pedri pero el entrenador lo puso en su contra, esto desilusionó al joven sevillano.
Empezado el partidillo, de un tiempo logró quitarle el balón a Pedri con una entrada limpia, sin embargo Pedri cayó al piso. Gavi se arrepintió de haber entrado con fuerza sobre aquel muchacho que apenas se sostenía. Se acercó para ayudarle a levantarse, sin embargo Pedri mantenía la vista en el balón. Ignoro la mano amiga de Gavi o simplemente no se había percatado de la ayuda.
Pedri demoro unos segundos en ponerse de pie, continuó el partidillo y Gavi con su lectura de juego e intensidad y el rápido descenso de ritmo que Pedri mostraba logró quitarle el balón en más de una ocasión.
ESTÁS LEYENDO
Cánticos Silenciosos.(Gadri)
Ficción GeneralRelato de las vivencias de vestuario del FC Barcelona; pero de un par en particular.