Delivery of 𝘒𝘪𝘴𝘴𝘦𝘴.

𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍

—Entonces... ¿Qué pasó de ti ayer, Mina? —preguntó Tzuyu, analizando el rostro de la rubia. —¿Estuviste con Nayeon?

—...

—¡Si estuviste con ella! — dijo para luego sonreír. —¿A donde fueron, puercas?

—En quete.

—¿Quete?

—QUETEIMPORTATZUYU. —dijo la rubia para luego salir corriendo, dejando a su amiga sola en la sala de clase.

—Ay esta niña.

[...]

—NAYEON —Gritó Jennie desde la planta baja. —Ayúdame por favor y limpia tu chiquero que tu llamas habitación.

—No.

—Bueno, será mejor que lo hagas si no quieres que yo suba y te quite tus cómics.

—¡No eres mi mamá! —lloriqueo la castaña.

—Pero soy tu hermana mayor.

—¿Y?

—NAYEON-

Antes de que la castaña se llevara una buena regañada por parte de su hermana mayor, el timbre sonó, Jennie gruñó y abrió la puerta encontrándose a una rubia aún con el uniforme del colegio.

—¿Hola? —levantó sus cejas inspeccionando a la adolescente.

—Eh, hola, soy Myoui Mina — hizo una pequeña reverencia. —¿Se encuentra, Nayeon?

—Sí.

—¿Me dejaría pasar?

Jennie suspiró. A ella no le caía bien esa tal Myoui, no porque parezca una niña chisquillosa, sino porque era ella la que traía problemas a la familia, Nayeon no sabía administrar su dinero y lo gastaba todo en su enamorada.

La pelinegra se hizo a un lado dejando pasar a Mina, le dijo donde estaba su habitación y segundos después la colegiala ya se encontraba frente a la habitación de Nayeon.

Un par de golpes y unos gritos de la castaña diciendo “pase” y ya ambas jóvenes se encontraban juntas.

—¿A que se debe que vengas a mi casa?

—Tzuyu me dio tu dirección y quería pasar a saludarte, ¿cómo estás?

—Mejor ahora que estoy contigo. —gateó hasta la rubia quedando a centímetros de su cara. —Te extrañe.

—Y yo a ti.

Nayeon se separó rápidamente mirando sorprendida a Mina. ¿Ella le dijo que le extrañaba también o solo estaba soñando?

—Oh, ¿de verdad? —preguntó con emoción. Mina rodó los ojos.

—Si, tonta. —sonrió y se acercó a Nayeon. —¿por qué no sigues con lo que estabas haciendo?

La castaña rió y besó dulcemente a su contraria agarrandola de la nuca para profundizar un poco el beso.

—Mmh, también extrañaba tus besos.—dijo Mina acariciando los cabellos castaños de la mayor.

—¿Estás borracha o por qué eres tan dulce conmigo? —lo pensó bien. —Quieres comida.

Al terminar su frase recibió un golpe.

—¡Solo te digo que te he extrañado!

—¡Por eso!

—Tonta.

—Por ti. —susurró a lo último antes de ser besada por Mina.

Sus dedos recorrieron todo el castaño cabello de Nayeon hasta llegar a sus manos, los cuales se entrelazó antes de caer encima de la mayor.

—Mi hermana esta abajo. —advirtió.

—Pero... —se echó a reír. —¡No íbamos a hacer nada!

—El que hambre tiene en pan piensa. —dijo pretendiendo estar triste. Mia rió aún más fuerte.

Cerró sus ojos y volvió a acercarse lentamente a Nayeon rozando sus suaves labios.

Hubo un ligero roce entre la mano de Nayeon y la espalda de Mina, ella sonrió mirando cómplice a la mayor.

—¿En qué momento desabotonaste mi camisa?

—¿En qué momento viniste a mi casa pars besarme y abusar de mi inocencia?

—¿Cuál inocencia, Yeon?

—Cierto, ¿cuál? —rió y acomodó el mechón rubio de Mina detrás de su oreja.

—Mmm, me gustas.

Nayeon dejó de reírse para mirar sería a la menor. ¿Aquello que le decía era cierto?

—¿Qué?

—Me gustas...

—¿Qué?

—Me gustas.

—¿Qué-

Mina la besó callandola.

—Me gustas, ¿te quedo claro?

—No...

Myoui rodó los ojos. —Me gustas y me gustaría ser besada por ti.

La mayor no lo pensó dos veces y lo hizo. Ambas unieron sus labios en un delicado beso.

•••

act porque note que la historia llegó a los 200 votos, muchas gracias<3