Protectores

Cap#11

Prat:2

-¿Y eso que tiene que ver conmigo?

-Puedes dejarme terminar no seas impaciente Neil-asenti y me disculpe-Luego de enterrarla las cosas se pusieron feas para mí, el Olimpo me llamo, claramente me dijeron que ahora tenía un castigo por perder a la mujer que sería parte de mi vida

-¿Que tipo de castigo?

-Por haberla descuidado pagaría cincuenta años de su ausencia-sus bajo la mirada-por llevar consigo al heredero del trono pagaría cincuenta años más, tendría que esperar a volviera a ser engendrada y volviera a nacer, haría su labor como protectora y los miembros del olimpo me llamarían cuando pudiera volver a ser parte de su vida.

Mi mente se nublo por completo, esto quería decir una cosa, y era que esto daba respuesta a todas mis preguntas, o no.

-Hace dos semanas me llamaron y me dijeron que ya podía volver a ser parte de su vida-mi miro-¿por que crees que ahora estoy en tu vida Neil?

Me levanté por impulso y empecé a caminar a dirección de dónde no tenía idea pero tenía la necesidad de irme de ahí, ahora entendí el por qué me sentía tan relacionada con Deilik, por qué el me atraía tanto, me sentía extraña, sabía la verdad pero no me sentía lo suficiente lista para procesar ese tipo de información, una vez me case con Deilik, una vez estuve embarazada de el, una vez morí.Sali del castillo y sabía que Deilik venía detrás mío.

-Neil-grito-Neil el pueblo aún no debe saber que tú estás aquí, entra y hablemos de esto, no te alteres y no reacciones sin pensar

-Deilik puedes darme un montón

-Yo se que es difícil lo que estás..

-¡Puedes darme un puto momento!,demonios es demasiada información, maldición te vengo conociendo y resulta que ya tuve otra vida donde nos conocimos, eso me explica mucho pero no sé que decir al respecto me siento...no sé ni que sentir-el me miró inhalando y exaltando con tranquilidad

-Te dije que no era momento de que supieras esa verdad Neil, es muy pronto-asentí y el se acercó a mí me abrazo-vamos entremos-me arrollo el brazo por ensima de los hombros y me encamino de vuelta al castillo, subió las escaleras y me llevo de vuelta a la habitación- en el armario está el espacio para tu ropa deja lo que tengas ahí y cámbiate que vamos a cenar, te dejare sola para que estés más tranquila ten paciencia si

-Deilik-me volvió la mirada y se detuvo-¿eso quiere decir que de ahora en adelante o mejor dicho siempre he cido tu mujer?

-No Neil-respiro-eso quiere decir que siempre hemos cido tu y yo, que en algún momento en la historia de nuestras vidas siempre nos vamos a volver a encontrar, eso quiere decir que somos el uno para el otro Neil, eso quiere decir que yo soy tuyo y tú eres mía-susurro antes de cerrar la habitación

La vida daba mil vueltas pero la mia daba dos mil en una sola vuelta, estaba torturando me la cabeza por qué sabía que conocía a Deilik mejor de lo que se conocía a si mismo pero no recuerdo el por qué lo conocía tan bien, aún sabiendo el echo de que ya una vez fui parte de su vida, estaba pensando en el por qué existía un motivo para que lo castigaran de esa forma, me sentía agotada estaba muerta del miedo por qué eso quería decir que Deilik y yo siempre volveríamos a estar juntos aún si muriera alguno se los dos, estaba agobiada no era miedo en realidad.

Tome la maleta y camine hasta el armario donde la mitad del largo armario se notaba que era de Deilik, casi todo se basaba en camisas, pantalones, gabardinas, medias, zapatillas y cada cosa que se encontraba era negra, relojes, cadenas y anillos, dorados y plateados el otro lado se encontraba totalmente bacio, deje la maleta de lado y empecé a sacar toda la ropa, collares, perfumes, cremas, todo lo que se encontraba en maleta se encontraba ahora en el armario haciendo que fueran dos polos totalmente distintos mi lado lleno de color y Deilik oscuro como si fuera a guardar luto eterno.

-Neil, ¿Lista?-Deilik entro al armario y me miró de pies a cabeza

-¿Cómo era yo en ese momento?

-Igual a cómo eres hoy, no cambiaste nada más que tu forma de hablar

-¿Eso por qué sería?

-Es otro siglo Neil, son muchos años de diferencia, las cosas cambian

-¿Y físicamente?

-Igual de hermosa que siempre, de verdad no has cambiado nada

-¿Por qué el día cuando estábamos juntos te pusiste extraño?-en ese momento hizo el ademán de irse pero le tome la mano

-Es uno de los tantos precios que pague por tu perdida, que te conociera enamorada de otra persona-me tomo la mano con suavidad-vamos a cenar-me encaminó con el poco a poco llegamos al comedor donde se encontraba una señora muy extraña, su piel era dorada pero muy hermosa, sus ojos eran negros, delgada y la forma de sus orejas era extraña-señora Trenda ella es Neil, Miel Trenda la ama de llaves del castillo

-Señora-hizo una reverencia a lo que yo la levanté

-No hagas eso querida-ella me miró y frunció el seño-vales mucho así que nunca bajes la frente ante nadie-ella me miró de una forma tan encantadora que me saco una sonrisa

-Gracias mi señora-le di mi sonrisa y Deilik jalo la silla para que me sentará, el se sento igual

-Señor hace tiempo no se sentaba aquí-ella sonrió y le dejo el plato de comida al frente al igual que a mí

-Ahora tengo quien me acompañe

-Va a ser todo un honor servirle señora provecho-ella se retiró y yo empecé a comer y saborear todo lo que me habían dado

-Ahora si Neil, hablemos sobre batallones-lo mire con el seño fruncido-¿alguna vez has estado en una guerra?-negué-bueno mi reina vamos a tener que prepararnos bien

-¿A que te refieres Deilik?

-Terminemos de comer ya te explicaré luego-sonrio metiéndose la comida a la boca y tenía que admitir algo, apesar de que me daba miedo el echo que de Deilik se refiriera a una guerra, aún así no podía dejar de quedar embobada ante su belleza, verle comer de forma recta, cortar su carne con un cuchillo, ver sus ojos verde olivo con ese delineado negro debajo de sus ojos que profundizaban el color de sus ojos, ver si pelo negro como el carbón definitivamente era un hombre hermoso de una belleza y elegancia impecable y como olvidar su cuerpo y su movimiento la semana antes.Era un hombre que mataba a cualquier mujer con solo una mirada.

La pregunta que me había estado haciendo por todo este tiempo era simple pero difícil para mí, ¿Dónde estaba Jheison?