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Alrededor de 10 minutos después de que Abigail se durmiera, llegó Sarah, Louis dejó a su hija en la almohada, tratando de no despertarla y bajó a abrirle a su novia.

— Louis, mi amor - dijo la rubia acercándose para besarlo.

— No soy "tu amor" - respondió Louis haciendo comillas - y me tienes que explicar que fue eso del beso - dijo alejándose de la chica.

— Ay amor, no seas celosito - dijo ella con voz aniñada — ¿donde está Abby y por qué se enfermó? - dijo tratando de sonar preocupada.

— Dormida - respondió seco para después suspirar ruidosamente y seguir hablando — Sarah, realmente no quiero pelear, no estoy de humor, solo quiero una explicación lógica para que hayas besado a alguien más - y Louis realmente estaba tratando de no enojarse tanto y hablar pacíficamente, para no despertar a su hija que dormía en el piso de arriba.

— Yo tampoco quiero pelear, nadie está peleando, además bebé, el chico que besé es gay - dijo ella sonriendo, tratando de excusarse.

— Oh, hubieras empezado por ahí, entonces todo bien, ya no estoy enojado, porque el chico es gay - lo cual obviamente era sarcasmo de parte de Louis, con una sonrisa fingida.

— ¿En serio? - Sarah sonrió, pensando que ya había ganado.

— Claro que no - respondió Louis — ¿¿que clase de excusa es esa, Sarah?? eso no arregla nada - dijo Louis alzando la voz solo un poco siendo cuidadoso con su volumen, pero al parecer fue lo suficiente para que su pequeña hija lo escuchara.

— ¿Papi? - escucharon la vocecita ronca de Abby que provenía de su habitación.

— Voy amor - dijo louis un poco más alto desde la sala volteando a ver a Sarah - Mira lo qué pasó, despertó, por eso no quería hablar en este momento, tengo que ir a verla - la miró mal y negando mientras se dirigía a la habitación de la niña, Sarah fue detrás de él, pisándole los talones.

— ¿Qué pasó, bebé? - llegó Louis tranquilamente acercándose y a la cama y poniéndose en cuclillas para estar a la altura de su Abby, quien seguía acostada.

— Escuché gritos y me asusté - la pequeña frunció el ceño y abrazando un poco más fuerte el osito de peluche del tío Liam con el que durmió la noche anterior, mientras tallaba un poquito su ojo.

— ¿Gritos? claro que no princesita, escuchaste mal tal vez - respondió Louis sonriendo, dándole un beso en la cabeza y sentándose en la cama, al lado de Abby, mientras ella resoplaba, asentía y se acercaba apoyando su cabecita en el pecho de su papá y sonriendo en el proceso solo por el hecho de poder escuchar los latidos del corazón de su persona favorita.

— Hooolaa, ay pero que niña más preciosa - escucharon a Sarah con la voz aguda, como si le estuviera hablando a un recién nacido, era lo que hacía para hablarle a Abigail, la pequeña se alertó al escuchar esa voz y cambió inmediatamente su sonrisita - ¿Cómo que mi Abby está enfermita? - Sarah hizo un puchero falso, acercándose a la cama de Abigail y agachándose un poco tratando de agarrar su cabello, pero la pequeña se quejó, se alejó y se escondió en el pecho de Louis.

— Sarah, tiene 4, no 2 - dijo Louis tratando de no sonar molesto para no alterar más a Abigail.

— Por supuesto - rió un poco, volviendo a su voz y postura normal.

Make it feel like home [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora