Hogwarts Legacy. El torneo de los tres magos

Capitulo 1. Tribunal número 10

"Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro resulta ser un negocio muy difícil en sí".
                                                                                   Albus Dumbledore  

Londres, Inglaterra

22 de agosto, Ministerio Británico de Magia 1891

-Vamos, llegamos tarde...

La voz de la Profesora Matilda Wesley saca a Dominick de sus cavilaciones. No habían resultado ser semanas sencillas, después su apoteósico primer año en Hogwarts. Lo que tenía que ver sido la experiencia más extraordinaria de su patética vida, se había convertido en toda una odisea. La muerte del profesor Fik y lo de Sebastian. Sin mencionar del año tan lleno de emociones.

Ahora está aquí, donde cada paso que daba por el lujoso piso de mármol del Ministerio resonaba fuerte y claro en sus oídos. Para él, aun no terminaba de sorprenderse de lo que el mundo mágico tenía por ofrecer y en decir verdad sentía que jamás lo haría.

Tan solo pensar que hace poco más de un año era un chico huérfano, criado en un monasterio de curas dominicos, y ahora estaba en el mayor recinto mágico. Aunque claro no en las mejores circunstancias.

-Muy bien escúcheme...-la voz de la profesora Matilda, vuelve a sonar como en un eco, regresándolo a la realidad. -solo responda lo que se le pide, no de información demás, estamos aquí para tratar la muerte de Salomón, así que no vale la pena ocultar nada de lo que sucedió ahí abajo, tanto el señor Sallow como el señor Gaunt, ya han declarado, así que solo diga la verdad.

'-Explíqueme profesora, para que quieren mi testimonio si Sebastian ya declaro lo que sucedió en las grutas?, o tal vez...-

- ¿Qué es lo que insinúa..., jovencito?, que acaso queremos engañarlo para que usted declare lo que nosotros queremos escuchar.

Dominick voltea hacia donde proviene esa voz con un acento demasiado marcado, que sin lugar a dudas era irlandés. Frente a él está un hombre entre los 50 a 55 años, con una vestimenta elegante, porte erguido, de casi dos metros de altura, cabello castaño claro y un gran bigote.

-Subsecretario...un gusto verle –interviene de manera muy democrática la profesora Matilda.

-Profesora Wesley, lo mismo digo yo...y usted jovencito si no me equivoco es el famoso Dominick...-se detiene para recorrerlo descaradamente de cabeza a pies de manera muy despectiva.

-Tranquilo no se esfuerce señor, yo no tengo apellido. Soy solo Dominick a secas.

Una sonrisa de suficiencia se forma en el rostro de subsecretario ante lo dicho por el chico de ojos grises.

-por supuesto jovencito..., estoy al tanto de su situación, en todos los sentidos..., es usted un caso muy particular. Y sobre la situación que atraviesa el joven Sallow y su familia..., bueno tiene la mala fortuna de haber estado presente en tres momentos fatales...joven Dominick...a secas - dice lo último pretendiendo que suene como un chiste, que más bien pareciera como una manera de menospreciarlo.

-Dominick le presento al Subsecretario del Ministerio Británico de Magia, el señor Beornet Edevane.

-Un gusto señor...-inclina de manera correcta la cabeza, aunque internamente el hombre le estaba provocando un desagrado que pocas veces había sentido por alguien.

-Basta de formalidades..., mejor vamos a entrar al tribunal..., que nos están esperando...y recuerde jovencito... solo diga lo que sucedió... es todo.