headcanons the black phone!!

My baseball star (Bruce Yamada)

Autor/a: @bwr1tes

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El frío de la limonada golpeó tu lengua y dejaste escapar un suspiro de alivio.  Los veranos de Colorado no eran del todo horribles, pero estar atrapado afuera, rodeado de niños pegajosos y papás sudorosos de mediana edad que se ponían en tu cara y olían como si no se hubieran duchado en días, hacía que pareciera que te estabas asfixiando por el calor, sin mencionar los gritos o las gradas ardientes. Eso es lo que obtienes cuando tus amigas te arrastran a un juego de béisbol y luego te abandonan para ir a coquetear con los chicos del equipo.

Las salidas no eran realmente tu 'fuerte'. Prefieres quedarte en casa, sentarte frente al ventilador y leer libros de Nancy Drew o pintar. Sin embargo, prácticamente te sacaron a rastras de la casa como a un niño y te obligaron a apretujarte entre un niño de 3 años que babeaba con Cheerios y la madre de alguien que era terriblemente ruidosa y olía como si se hubiera bañado en perfume.

Resoplaste y de repente te pusiste de pie, abriéndote paso entre las docenas de personas en las gradas y bajando lentamente los escalones, tu vestido blanco ondeando suavemente con la brisa. Bajaste para pararte junto a tus amigas, quienes tardaron unos segundos en darse cuenta de que estabas allí.

"¡Oh, ahí estás, T/n! ¿Disfrutando del juego?"  Dijo una de tus amigas, Stacy.

Te encogiste de hombros. "Mm sí, esta bien." Tarareaste y desviaste la mirada hacia el juego frente a ti. Tus ojos, por supuesto, se posaron de nuevo en el infame Bruce Yamada, y juras que te estaba mirando directamente y sonriendo. Tus mejillas rápidamente se iluminaron a un tono rojo, para diversión de Stacy.

"Ooooh ¡Creo que T/n está enamorada!"  Ella arrulló y todos tus otros amigas gritaron y silbaron. Era raro que alguna vez hablaras de tu vida amorosa porque bueno, era prácticamente inexistente. "Entonces, ¿quién es? ¿Ese chico de pelo desgreñado del otro equipo? Oooh, ¿es Tommy? Es lindo. Parece tu tipo".

"Uhm- en realidad-" suspiraste y miraste a tu alrededor, esperando que ninguno de los amigos de Bruce estuviera cerca. "-Bruce. Uhm, Bruce Yamada".

Stacy pareció sorprendida. "Bruce, ¿eh? Realmente no parece tu tipo. Aunque tengo que admitir que es bastante lindo". Stacy parecía estar pensativa cuando otra de tus amigas, Leslie, intervino.

"Bueno, ya sabes lo que dicen. Los opuestos se atraen. Creo que serían un poco lindos juntos. ¡Deberías disparar por completo, T/n!"

Sacudió la cabeza con urgencia en señal de protesta.  "¡No, de ninguna manera! Nunca. No tengo ninguna oportunidad con él. No estoy dispuesta a avergonzarme hoy".  Resoplaste y apartaste la mirada, tus mejillas todavía estaban rojas, aunque eso podría atribuirse al calor.

"¡Oh, vamos! ¡Eres una bebé! Por supuesto que tienes una oportunidad con él. De hecho, ¡es estúpido si te rechaza! ¡Eres preciosa!" Stacy se rió y te dio un codazo en el costado. Tropezaste un poco y sacudiste la cabeza.

"Yo sólo- no lo sé. Está fuera de mi alcance". Te encogiste de hombros y te apoyaste en la reja de nuevo. Stacy puso los ojos en blanco y volvió su atención al juego.

Después de que terminó el juego, Stacy te arrastró con ella para ir a hablar con los niños. Dudabas siquiera acercarte a ellos, pero cuando te imaginaste la imagen mental de ti parada a un lado mientras todas tus amigas hablaban con los chicos que les gustaban, decidiste que te verías mucho más incómoda si no les hablabas. Tus palmas se pusieron sudorosas mientras arrastrabas los pies detrás de tu grupo de amigas. Cada una de ellas se ramificó para hablar con sus enamorados o novios, y terminó contigo escuchando a uno de los chicos coquetear con Stacy.

Sin embargo, podría importarte menos esa conversación. Lo que más te interesaba era el chico más alto que se acercó con la gracia de una hoja cayendo al suelo. Incluso la forma en que caminaba era fascinante. Claro, ese fue un pensamiento espeluznante, pero no es como si fueras a decirle eso.

Bruce finalmente se detuvo frente a ti y sonrió, extendiendo su mano. Le diste la mano con torpeza y él se rió entre dientes, brindándote una sonrisa encantadora. Intentaste devolverle la sonrisa, pero te encogiste por lo mucho que temblaban tus labios.

"Soy Bruce. ¿Cuál es el nombre de esta hermosa dama que está parada frente a mí?" Bruce estrechó tu mano antes de besarte suavemente los nudillos.

Oh, este chico tenía clase.

Te sonrojaste mucho y las palabras lucharon por salir de tu lengua.  "Uh-uhm..." tomaste una respiración profunda, tratando de calmar tu respiración temblorosa. "Soy T/n. E-es un placer conocerte, Bruce. Tú, uhm, juegas muy bien". Tus palabras fueron entrecortadas y temblorosas, pero al menos fueron comprensibles.

"Oh, bueno, gracias, señorita T/n. Es un placer conocerla también". Bruce tarareó, sacando un papel arrugado de su bolsillo. "Eres toda una belleza. ¿Qué tal si después de que me bañe, tú y yo vayamos y tomemos unos batidos y tal vez vayamos a ver una película?"

Se te cayó el corazón. Y no de mala manera. En la forma en que tu respiración se vuelve inestable y sientes que tal vez comenzarás a flotar.

Simplemente te paraste, con una expresión en blanco en tu rostro, y Bruce tenía una mirada aprensiva en su rostro.  "Si no quieres, está bien. Simplemente no podía dejar pasar una oportunidad como esta". Él sonrió y colocó un mechón de cabello suelto detrás de tu oreja. El calor inmediatamente siguió el lugar donde sus dedos rozaron tu mejilla.

"Te diré algo, te daré mi número, cuando te decidas, llámame, ¿de acuerdo?" Él sonrió y colocó el papel arrugado en tu mano antes de guiñar un ojo y darse la vuelta para unirse al resto de su equipo, que ya había comenzado a alejarse.

Stacy corrió hacia ti, con una sonrisa vertiginosa en su rostro. "¡Oh, Dios mío, T/n! Está totalmente enamorado de ti. Puedo verlo desde un kilométro de distancia. ¿Vas a tener una cita con él? ¡Tienes que contarme cómo te va!"

Asentiste, y antes de darte cuenta, estabas en casa, marcando nerviosamente los números desordenadamente garabateados. Casi cuelgas en el momento en que el teléfono comenzó a sonar.

"¿Residencia Yamada?" Una agradable y femenina voz sonó desde el otro lado del teléfono. Tenía un poco de acento, pero aún podías descifrar fácilmente sus palabras.

"¡H-hola! Uhm- ¿Bruce está en casa?"  Tartamudeaste nerviosamente, tus pies arrastrándose nerviosamente contra el suelo.

"Sí, lo está, ¿puedo preguntar quién llama?"

"Uh-uhm, soy T/n".

"Un minuto cariño". Ella tarareó y apenas podías escucharla gritarle a Bruce, informándole que eras tú quien llamaba.

Unos segundos más tarde, el teléfono pasó a Bruce. "Oye, ¿ya decidiste?" La voz carismática de Bruce tarareaba desde la otra línea, y tu corazón dio un vuelco.

"Uh-uhm, sí. ¿T-te parece a la-las 6?" Tu voz era débil y se quebró al menos 4 veces, pero finalmente lo dijiste.

"Claro. Estaré allí para recogerte". Él tarareó y antes de que pudiera decir algo más, colgó el teléfono y dejaste escapar un chillido de emoción.

A pesar de todos tus nervios y ansiedad, rompiste esa barrera y ahora estabas en camino a una cita con el chico más lindo de la ciudad.

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