Capitulo 11: Duelo

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Los días pasaron, los mese igual.
Para sus amigos el brillo característico de los ojos de la muchacha se había perdido, ahora sí tenia el exagerado parecido a la diosa de los cuadros de su casa.

Había crecido, casi le llegaba por los hombros a Draken, había dejado de lado los estudios en casa y había conseguido que su padre la apuntara a una escuela convencional, junto a sus amigos.

Pasear en su moto se había vuelto su actividad favorita durante esos meses.
Ahora se encontraba enfrente la tumba de su añorado "Hermano mayor"
Contandole mil y un cosas que le pasaban en el colegio con el hermano del fallecido.

Cada vez que iba agarraba su cadena como si el la pudiese escuchar mejor así.
Sentía la presencia del muchacho, ella juraba que si estaba a su lado con su característica sonrisa pícara y el cigarro en su boca.

Pero en ese momento sintió una verdadera presencia detrás suya, decidió ignorarla. Miro por el rabillo del ojo, jurmado que era Baji pero no era así un hombre de mechas extrañas estaba detrás de ella. Agarró la cadena con más fuerza y miró la tumba. Sintio que el propio Shinichiro estaba hay protegiéndola.

—¿Eres la niña de la que hablaba siempre Shinichiro?— ella se dio la vuelta molesta.
—Encantado, soy Wasaka, no es el mejor momento de conocerse, pero bueno— el hombre era igual de alto que Shinichiro según recordaba la muchacha.

—Andromeda— el sonrió— Eres igual de desconfiada que decía el, no te voy ha hacer nada, además podrías ser mi hermana pequeña. —

Ella desconfiada como el mismo hombre había dicho se levantó y miró la tumba.
—Adios Shinii-nii— el sonrió y vio como la muchacha se iba.

Se montó en su moto miró por última vez al hombre desde lejos.
Negó y arrancó su moto, mitsuya solía comentar que su forma de conducir era temeraria.
Chasqueó la lengua molesta, sentía el viento en su cara con fuerza, y se dirijo hasta el santuario de la Tokio Manji.

Al llegar vio a mucha gente, Manjiro estaba en una reunión, y ella era la única que faltaba. La gente hizo un pasillo para que ella pasará y el rubio sonrió, mientras el de pelo morado la anunciaba.

—Amaterasu Andrómeda, tercera fundadora de la Tokio Manji, tricomandante en jefe y capitana de la cuarta división de la Tokio Manji— la muchacha ignorbana las babosadas que decían los hombres que la miraban se sentó, en una butaca que solía haber para ella.

Los miraba a todos, arrodillados, mirnadola a ella, su vista paso a Manjiro, el cual la miraban como a un trofeo.

Suspiro;
—Por lo que veo hay nuevas caras, y ¿querrás meterlos en mi escuadrón no?— el rubio asintió.

—Id presentándos y ya veré a quien acepto o no— se conocía que la muchacha era la más exigente en cuanto nivel se refería, quería a los más inteligentes, los más astutos y bravos, ella no quería que nadie no cumplirse sus órdenes.

Así empezó a ganarse el nombre de Princesa, por la exigencia que pedía, ella misma pensaba; ¿Porque querría menos?, Lo he tenido todo en mi vida, aqui va a ser igual.

Cada uno empezó a presentarse y siendo observado por la muchacha.
Hasta que uno le llamó la atención especialmente, tenía cierto parecido físico con Shinichiro.

—Quiero a ese— Manjiro le miro de reojo;—Tienes muchos para elegir en tu escuadrón— dijo Draken.

—Me da igual quiero a ese, chiquillo ven ¿Como te llamas?—

—Natsu Kento — ella sonrió y lo agarró de la mano para llevarlo a su lado. Todos se extrañaron ante el comprotamiento de la muchacha, claro todos la que no la conocían eso estaba claro.

ToMan no ōjoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora