Quidditch

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Don't need a relationship
I'll never soften my grip

Entre los pasillos se rumoreaba el hecho de que Draco y Theodore siempre estaban juntos, luego de una semana el odio y los comentarios hacía ellos paró, solo eran una novedad que se fue rápido, aún existían pocas personas que los odiaban pero al menos ya no era todo bendito Hogwarts.

-Novios, escuchaste Draco? Esos idotas pensaron que somos novios- Dijo Nott entre carcajadas, aún no se creía lo que las chiquillas de tercer grado dijeron.

Draco solo se hecho a reír también. -Oh vamos, pudieron decir cosas mejores como que no puedes usar otros baños que no sean los de nuestra sala común.-

-O qué tu aún tienes tus peluches para dormir- Dijo tomando el pequeño erizo de peluche que había sobre la cama del pelirubio, esté intentó quitárselo pero Nott era notoriamente más alto que él.

-Dame al señor Espinozo- Exclamó tal niño pequeño.

-Alcanzalo si puedes- Respondió subiendo mas alto el peluche.

Draco daba pequeños saltitos e incluso se subió a la cama para poder alcanzar el peluche de un gran salto, cuando se abalanzó sobre Theodore un sonido en la puerta se escuchó y de golpe entró la directora McGonagall.

Theodore se puso recto, arrojó el peluche directamente al rubio y se hizo un paso al frente rápidamente esquivando al rubio que cayó de bruces contra el suelo pero victorioso con el peluche en sus manos.

-Hola chicos, quería hablar algo importante con ustedes en privado- Su voz se escuchaba dominante pero a la vez amable.

-Claro directora- habló Nott, Draco por su parte se levantó lo más pronto que pudo y dejó al erizo sobre su cama.

-Tomen asiento porfavor- señaló las camas de ambos que ahora estaban en un solo cuarto, los Slytherins siempre habían tenido sus propios cuartos pero durante este tiempo para no dejar solo al otro Theodore se mudó al cuarto del rubio. -Cómo sabrán las instalaciones están volviendo a tomar la vida que antes tenían, y quería comentar con ustedes que ahora son los Slytherins más adultos de su casa-

Draco y Theodore se sentían un poco invadidos pero la directora tenía razón en eso, todo tenía que regresas a su ciclo normal.

Con un suspiro los miróa ambos a los ojos. -Me encantaría que ambos fuesen los líderes del equipo de Quidditch de Slytherin-

-Lo siento directora, sabe que Draco no puede usar su magia, mucho menos volar en escoba y si Draco no entra yo tampoco lo haré- Habló estoico Nott, Draco solo se encogió de hombros.

-En ese caso yo misma haré una petición, si el señor Malfoy entra usted también lo hará, no señor Nott?-

-Así es-

-Entonces les pido que vayan corriendo la voz para aquellos que decidan entrar en su equipo, mañana les daré noticias-

-Gracias Directora, hasta luego-

Draco no pronunció palabra alguna, pero debía decir que poder volar en una escoba le emocionaba, pensó que nunca más podría volver a hacerlo. Le dio una sonrisa a Theodore y éste le revoloteo el cabello cual niño pequeño, Nott había tomado la personalidad de una madre sobreprotectora con el rubio.

El timbre sonó y les restaban las últimas dos clases del día, una de Astrología con los cuervos y otra de Oclumancia con los tejones.

Su primera clase tenía ya una tarea que debía entregar mañana porque se la pasó divagando en su mente y no hizo nisiquiera apuntes, la segunda tuvo una sorpresa ya que se llevó un mensaje un poco raro entre sus hojas de laurel quemadas. "Nunca suavices tu agarre".

-Nunca suavizaré mi agarré... Como se supone que debo interpretar eso?-

-Qué no le des tus galletas de calabaza a Freu?-

-Qué tiene que ver Freu en esto?- Freu era un chico un año menos que ellos, el primer chico que pidió ser enlistado como jugador en algún puesto y además había tomado la costumbre de sentarse junto a ellos en el gran comedor, siempre le pedía sus galletas de calabaza.

La clase pasó de manera rápida, la cena en el gran comedor no le apetecía así que solo caminó en dirección a las mazmorras, a Nott si se le antojo cenar así que este chico Freu lo siguió y juntos fueron al comedor, debajo de su puerta se encontraba una carta de la directora.

-Estimados alumnos Nott y Malfoy blablablablaba- leyó en voz alta -por medio de la presente blablablabalablabla se le otorga el permiso a Draco L. Malfoy Black de utilizar su escoba con el único fin deportivo-

Su respiración se aceleró al igual que sus latidos, podría jugar Quidditch, debían empezar mañana las prácticas así que decidió terminar sus tareas en ese momento antes de que quedase el toque de queda.

Dejó la carta abierta sobre la cama de Nott y una nota que decía "Iré a la torre de Astrología a terminar mi tarea".

Con sus libro en mano, una sonrisa que no se veía hace mucho tiempo en él, un pergamino y una pluma interminable que le habían regalado hace ya tiempo se apresuró a ir a la torre de Astrología.

En su camino topó sin querer a algunas personas diciendo un "lo siento" o un "perdón" rápido, los pasillos estaban demasiado concurridos pero su emoción era muy grande.

Harry se encontraba en camino a las habitaciones de Gryffindor cuando una bola de pelo rubia topó contra él, su sorpresa fue mucha al ver a Malfoy sonriendo y mucho mas grande al escuchar un "lo siento" de su parte.

Malfoy subió a tropezones los escalones de la torre de Astrología, tomó uno de los telescopios y empezó a responder unas preguntas de su libro para luego anotar cosas en el pergamino.

Así pasaron un par de horas hasta que se dio cuenta de que casi era la hora del toque de queda. Finalizó todo, tomó sus cosas y con sigilo avanzó hacía el dormitorio de Slytherin.

En su camino escuchó a alguien como si estornudara, se detuvo y miró atrás suyo, no se veía nadie pero de igual manera prefirió avanzar rápido, si era alguien podría reportarlo o hechizarlo y este no podría defenderse.

Llegó a su cuarto y un Nott preocupado y somnoliento se encontraba esperándolo, lo abrazó y le dijo que durante la cena había podido formar un equipo de Quidditch, solo faltaba un buscador. Draco aceptó, en el día siguiente a mediodía empezarían los ensayos.

Oh No! [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora