CAPITULO 7

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Una vez terminada la plática, Kyoko salió con una cara muy seria de la oficina, luego él profesor me pidió que entrara, pase y me senté, el primero en hablar fue él director:

—Yuri ¿Estas consiente de lo que hiciste?

—Si, lo lamento.

—Tienes suerte de que él maestro Kiyoshi haya detenido la pelea, de no a ver sido así hubieras salido herido de gravedad.

—Lo siento no pensé en las consecuencias—solo agache la cabeza de lo avergonzado que estaba.

El director suspiro un momento.

—Pensaré en un castigo para ambos, ya puedes retirarte.

—Claro, gracias—me levanté del asiento e hice una leve reverencia.

—A guarda Yuri—antes de irme me detuve un momento pues quien me hablaba era el profesor.

—¿Qué necesita profesor?

—¿Realmente eres un brujo?—el tan solo escuchar eso me puso nervioso.

—Claro no tengo por que engañarlos ¿Por qué? ¿Pasa algo?—si quería seguir fingiendo tenía que mostrarme tranquilo ante la situación.

—No es nada puedes retirarte—salí de la oficina, aunque aún alcance a escuchar algo.

—Kiyoshi no lo pierdas de vista.

—Si señor.

Cuando regresé al salón todos estaban hablando y era obvio que hablaban de la pelea que tuve con Kyoko, en cuanto llegó él profesor ella se presentó.

—Hola a todos mi nombre es Kyoko, tengo 17 años, soy una Mística y espero llevarme bien con todos ustedes.

—Gracias por presentarte Kyoko puedes tomar asiendo.

—Gracias—hizo una leve reverencia y se sentó hasta en frente.

—Bien continuando con las clases, el día de hoy veremos invocaciones—al momento de decir eso saco un pergamino—. Para usar ese hechizo necesitan dos cosas, un pergamino de contrato y un aliado—extendió el pergamino e invoco una criatura—. Les presento a Koi.

Koi era una a Grifo, conocido por ser mitad Águila y mitad León, el cuál media más de dos metros.

—Hola chicos, dime Kiyoshi para que me has invocado—koi era muy amable a pasear de ser conocido por tener un carácter fuerte.

—Estoy en clase, ¿Crees qué me puedas ayudar?

—De acuerdo, ¿Qué necesitas que haga?

—Les explicaba acerca de los contratos, pensé que podrías darles algún consejo.

—Bien, para empezar deben de conseguir a alguien que use el mismo elemento que ustedes, no pueden trabajar con alguien que maneje el fuego si ustedes usan el agua.

—¿Pero no sería mejor? Tener dos elementos distintos te daría una gran ventaja—tenía sentido lo que Jack decía, aunque también tenía un porque.

—Les explico—el profesor agarro un marcador y empezó a dibujar en el pizarrón—. Cada elemento tiene quien lo favorece y quién lo perjudique, un ejemplo es el agua y el fuego, ambos se perjudican entre si pero quién favorece al fuego es el aire y la tierra favorece al agua.

—Aún así no se confíen del todo chicos, él que gana siempre es él más fuerte—al parecer Koi tenia una perspectiva distinta.

—¿Alguna otra pregunta?—preguntó el profesor.

—Yo tengo una—levanté la mano.

—¿Cuál es...? Me dirías tú nombre por favor—me dijo Koi con un tono muy amable y tranquilo.

—Yuri, quería saber ¿Cómo logras hacer un contrato con una criatura?

—Solo necesitas un pergamino, un poco de la sangre de ambos y que los dos estén de acuerdo.

—¿Qué pasa si uno de ellos no lo está?

—El contrato se cancelaría, ambas partes tienen que estar de acuerdo, el contrato no puede firmarse por la fuerza.

—Muchas gracias Koi eso sería todo—me levante, hice una pequeña reverencia y me volví a sentar.

—No hay de que, si eso es todo supongo que me puedo ir—volteo a ver al profesor.

—Claro y muchas gracias Koi—el profesor nada más asintió.

—Me dio gusto conocerlos chicos—luego de eso desapareció.

—Retomando la clase, el día de mañana iremos al bosque Kogoshi en el cuál tendrán que hacer un contrato con una de las criaturas de ahí, el autobús que nos llevará estará en la escuela a las ocho de la mañana traten de estar media hora antes y traer una merienda.

Sonó el timbre de salida, todos agarramos nuestras cosas y nos empezamos a retirar.

—Nos vemos mañana chicos—él profesor de igual manera agarró sus cosas y se retiró.

Salimos Jack y yo del escuela, vivíamos un poco cerca del otro así que nos fuimos juntos, todo el camino se la paso preguntándome de lo que hablé con el director, no quería decirle trate varias veces de cambiar el tema, el camino a casa nunca se me había hecho eterno como esa ves aunque al final no le conté nada.

Al otro día por la mañana ya estábamos todos en la escuela solo faltaba él profesor. Cuando llego dos personas más entraron con él al salón y traían dos cajas cada uno, las dejaron en su escritorio y sacaron una lista.

—Una disculpa por hacerlos esperar chicos, me informaron que ya les llegaron sus uniformes así que presten atención a las indicaciones.

—Hola chicos, vamos a ir diciendo sus nombres y pasarán al frente por ambos uniformes.

—Lamento interrumpir cree que antes de que empiecen pueda darles una indicación.

—Por supuesto profesor, adelante.

—Cuando pasen por su uniforme pasan conmigo y les daré el material que van a ocupar y de una vez pónganse el uniforme de deportes, a lado de los baños están los vestidores. Es todo gracias—volteo a ver a los chicos para dar la indicación de que podían continuar.

—No hay de que profesor, continuemos con esto.

Uno a uno fuimos pasando al frente por ambos uniformes y luego con él profesor el cuál nos dio una pequeña mochila que contenía tres pergaminos y una pequeña aguja, al recibir mi uniforme preferí cambiarme en el baño, es obvio que no abría mucho espacio en los vestidores.

El uniforme de deportes era ligero y fresco, además la combinación de colores no estaba mal. La chamarra en la parte del torso era blanca con la cremallera y los bordes eran negros, las mangas eran azul turquesa, el pantalón igual era blanco con dos franjas con el mismo tono de azul a los costados de las piernas, del lado derecho del pecho tenía el escudo de la escuela: una estrella de siete picos con un libro, una varita y un cetro en el centro y por último la playera era blanca con el cuello redondo de color azul también.


Gracias por leer espero les allá gustado.

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