Capítulo Uno: La Llegada
Navier permanecía con la mirada perdida a las afueras del ventanal. El aura decaída de la emperatriz preocupaba a sus damas.
La noticia sobre el emperador y la mujer que había traído consigo luego de la casería ya había llegado a sus oídos, y a todo noble, por no decir el imperio como tal.
——Majestad...
La Emperatriz alzó su mano, callando a la duquesa.
——¿Cómo es la mujer?
Las nobles comparten miradas, siendo la menor la más que dispuesta a relatar la imagen de la mujer.
——Posee un cabello semejante en color al de la plata pura, es largo y le cae en ondas hasta más abajo de la cadera. Sus ojos son grises y brillan en curiosidad, no paraba de ver todo como una niñata emocionada.
——Su rostro es grácil, y poseé una belleza comparada a la de la Duquesa de Tuania, quien es conocida por ser la Duquesa más hermosa de todas.
La mujer castaña da un suspiro, y lleva una mano a su mejilla, aparentemente afligida ——El emperador nos ordenó asistirla. Y aquí yo que nunca me he lavado por mis propias manos, ¡Fue un espanto, su majestad!
La pelirroja concordó, desbordando más descontento ante la, denigrante situación para un noble——¡Un espanto absoluto! ¡Solo nos mojamos las manos por usted, su majestad!
——Si me permite agregar, majestad.... Me parece que la muchacha le ha caído en gracia al emperador, no paro de preguntar sobre su estado a la chiquilla.
Eso le hizo despegar la mirada del exterior, la duda danzando en los iris dorados de la emperatriz.
——¿Preguntas?——Las mujeres asienten——¿Que clase de preguntas?
"¿Cómo te lastimaste?"
Inquiere el noble, tomando la mano de la mujer de cabello plateados.
"¿Porqué estás tan delgada?"
La desconocida retrocedió, pegando su espalda a las mullidas almohadas. Sus ojos revoloteando por el lugar.
"¿Cómo te lastimaste?"
El soberano apretó un poco su mano, teniendo nuevamente la atención de la mujer.
——Ya veo...
La Emperatriz regreso la mirada al exterior.
Las nobles compartieron una mirada, la tristeza de su ama preocupando.
——Espero nunca se lleguen a encontrar. ——Susurró la castaña, saliendo del lugar junto su compañera, quien cerró las puertas dobles.
Dejando a Navier Trovi, de la gran casa Trovi, emperatriz de Oriente.... En soledad, bajo una cortina de incertidumbre sobre el futuro de su matrimonio.
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--Hola!
Buenos/as días/tardes/noches.Soy la creadora de esta historia, un gusto.
No me había animado a publicar esta parte porque la sentía muy corta, pero prometo alargarlas con el tiempo.Posiblemente los primeros quince o diez capítulos se apeguen a la historia de L.E.D
Luego tomaré licencia creativa.Intentaré no decepcionarlos/as con esta historia. Gracias por darle una oportunidad a "What is?"
Gracias nuevamente por leer