When I see you cry| KTH × JJK

4

-Cariño?, Cachorro?, pequeño? Y esos apodos desde cuando has decidido ponermelos, y con permiso de quien? - Dijo el rubio esperado una respuesta con la ceja alzada

-Dios cari-digo taehyung, te pones muy especial aveces, ya disculpa, no te diré más así - dijo el mayor rodando los ojos y metiendo las manos en las bolsas de su abrigo, ante esto el menor habló rápidamente.

-No no, era solo una pregunta, no te enojes Kookie, puedes decirme así cuando quieras - dijo el rubio de inmediato con una sonrisa inocente pero el pelinegro no hizo más que negar con la cabeza dándole a entender que no le diría más así - ya cariño perdón, no te enojes - repitió el rubio pero el mayor solo lo miraba serio, antes de hablar el rubio se inclino un poco dejando pequeño beso en los labios del mayor, quien sonrió levemente intentando no caer en los encantos del rubio - Ya estas feliz? - entonó el rubio con una sonrisa esperando a la respuesta, que pocos segundos después el mayor asintió con una sonrisa poco forzada.

-Carajo taehyung, uno no se puede enojar por qué haces que se arrepienta - dijo el mayor con el ceño fruncido mientras el rubio sostenía una sonrisa leve - Y bien que quieres hacer, o que te gusta hacer?-dijo el pelinegro esperando una respuesta por parte del menor quien pensó detenidamente la respuesta.

-puesss, me gusta ir de compras - dijo el rubio finalmente jugando con sus manos, a lo cual el pelinegro sonrió con entusiasmo - algo forzado a decir verdad -

Bien, pues vamos de compras - dijo el pelinegro antes de ver la sonrisa de taehyung, caminando hacia uno de los taxis abriendo la puerta del vehículo dando espacio para que taehyung subiera primero, y una vez adentro el pelinegro subió igualmente cerrando la puerta, dando indicaciones al taxista una vez dentro del vehículo - A la plaza de la moda por favor - dijo el pelinegro mientras el conductor asintió y arrancó, y antes de partir el rubio habló llamando la atención del pelinegro.

-Pero jungkook, ese lugar es muy caro, no es necesario gastar tanto, y tampoco quiero que gastes tanto - dijo el rubio sorprendido ante las indicaciones del pelinegro quien rápidamente le contestó con una sonrisa.

-Hey, tranquilo taehyung n- el pelinegro fue interrumpido rápidamente por el rubio.

-Cariño, dime cariño - ante estas palabras el pelinegro sonrió levemente volviendo al tema anterior.

-Claro, cariño, como decía, yo gastare todo mi dinero en ti, y a cambio tu sólo debes gastar tu amor en mi - dijo el pelinegro formando una sonrisa lentamente al ver como el rubio se sonrojaba con rapidez ante sus palabras, dio un suspiro alegre y acompañado con esto el mayor tomo de la cintura nuevamente al rubio, quien lo volteo a ver con una pequeña cara de fastidio, provocandole una vez más una sonrisa al pelinegro, para el era divertido molestar al chico, a su chico, después de esto el rubio susurró lentamente al oído del pelinegro, haciendo que este se estremeciera rápidamente y volviera a sentir esas "mariposas" en el estómago, las que tanto odiaba pero amaba que el provocador fuera aquel rubio.

-Sueltame, jodido adicto toma caderas- el rubio sonrió antes de depositar un pequeño beso en el cuello del mayor, haciendo que este bajara la mano de su cadera, antes de poder sonreír victorioso, su cuerpo se estremeció lentamente al sentir las grandes manos deslizándose sutilmente hacia abajo hasta llegar al muslo del menor, donde dio un pequeño apretón haciendo que el rubio se estremeciera, y al mismo tiempo provocando una sonrisa satisfactoria al pelinegro haciendo que este hablará.

-Esta bien taehyungnie, pero si no es la cadera será algo más, después de todo este es mi premio por consentirte - sonrió levemente el pelinegro dando otro apretón en el muslo ajeno, ante esto el rubio se limitó a quedarse callado con el cuerpo algo tenso pero no incómodo.
Varios minutos después el vehículo llegó a su destino, y mientras el rubio bajaba el mayor se limitó a sacar su cartera y pagar para después salir, una vez afuera el pelinegro agradeció cerrando la puerta del vehículo, y al voltear hacia el menor este rápidamente habló sin dejar de ver el lugar.