2. La perdida de una amistad

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Me perdía en la Luna.

Buscaba refugiarme de todo, de todo lo que existía. La luna era la mejor opción para quedarme, me estaba disgustando la tierra. Desde que me di cuenta de que era mejor estar en mis pensamientos y metida con la nariz en los libros, no me importaba el exterior.

Una vez escuché: "El libro acaba y el mundo sigue allí afuera, piérdete entre las páginas para no ver tu realidad". Los libros acababan, pero el mundo seguía ahí, pero lo que no estaba ahí era él, mi amistad con él. Él se estaba perdiendo en un mundo diferente al mío. Dios mío, no era un mundo, era una galaxia entera. El cuerpo que todas las chicas desean tener, pelo negro Largo y flequillo, unas curvas fascinantes, unas pestañas que daban envidia, unas piernas que estaban para matarse, ella era perfecta. Y en personalidad, un ángel.

Me daba envidia que no me escuchara, que ella lo tuviera con tan solo una mirada.

Me sentí sola.

Yo antes tenía muchas personas, pero desde que me empecé a colgar de la luna, solo lo tenía a él. Y él se estaba alejando. No podía hacer nada, ella era lo que él merecía y yo no impediría que tuviera la chica perfecta a su lado, así que me aparté del camino para dejar que él siguiera a su chica, porque si ella se volvía su felicidad, yo sería feliz por él, por mi amigo.

Ahora permanecía más tiempo en la luna que en la tierra, porque ya no había persona que me bajara de ella.

La luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora