Poemas

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Dime, si cuelgo las estrellas en mis dedos,

¿Podría forzar nuestro encuentro?

o si doblo este mapa en dos,

¿Podría hacer que me caigas del cielo?

y si me pongo de puntitas,

¿Podría hacer que me veas,

o al menos creas,

que pudieras verme como yo te veo?


Tengo mariposas de sobra para los dos

y si no te cabe un te quiero, te puedo prestar mi voz.

Si tus manos se esconden de las mías

podemos jugar a las escondidas.

Porque te quiero, te quiero

pero temo, que tú no.


2

Hay secretos tan difíciles de contar 

que bailan en mis labios como un titubear,

así que he hecho un trato con el mar

del cual no me puedo echar para atrás. 


Escribiré mi secreto en la arena, justo en la orilla del mar

y si el agua no se lo lleva, entonces lo tendré que contar,

pero si el mar lo alcanza y mi secreto se traga

para que se una a las olas y su danza, 

entonces lo olvidaré y de ello jamás hablaré,

dejaré que nade hasta que se canse. 


Lo que tiendo a olvidar, 

es que todo puede regresar a la orilla del mar, 

engañosa el agua que no sabe secretos guardar.

Me pregunto si te das cuentas al caminar por la playa,

que las olas resonantes buscan confesarte todos mis secretos

¿lo escuchas? ¿cómo te gritan?

El oceano extramándote, 

que yo sigo extrañándote. 

Pensamientos de media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora