3.- La peor de mis preocupaciones

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- ...¿Qué se supone que haces?

- Oh, buenos días, Nino-. Saludó Futaro.
- Solo un poco de ejercicio, no me tomes importancia.

Antes de decir otra cosa, la pelirrosa analizó la escena con más detenimiento.

¿Quién sabe?

Tal vez así podría hallar un poco más de sentido a las acciones de su autoproclamado "hermano mayor".

No obstante... verlo haciendo abdominales a las cuatro treinta de la mañana en una pequeña viga a dos metros del suelo le seguía pareciendo bastante desconcertante, por alguna extraña razón.

Además, este se encontraba únicamente en ropa interior.

- ¡Entonces hazlo en dónde no tenga que verte!-. De repente, Nino le propinó un puñetazo en la espalda, provocando que el chico perdiera el control y se diera un buen golpe en la parte trasera de su cabeza.

- ¡Auch!-. Futaro se retorció en el piso durante un tiempo antes de confrontar a la pelirrosa
- ...Lo siento, ¿Okey?, pero no tengo suficiente espacio en mi habitación para este ejercicio, además, esta viga de aquí es la única capaz de soportar mi peso en toda la casa.

- ¡Eso no te da derecho a pasearte semidesnudo por ahí!

El chico suspiró con resignación.

- Por eso siempre procuro levantarme antes que todas ustedes-. Se levantó del piso mientras aún frotaba ligeramente su nuca por el dolor.

La segunda hermana solo permaneció en silencio mientras miraba en dirección contraria a él.

- A todo esto, ¿Por qué te levantaste tan temprano hoy?-. Optó finalmente por dejar el asunto de lado.
- Normalmente Raiha tiene que ir a despertarte todas las mañanas porque te gusta dormir hasta tarde.

Sin embargo, antes de que la pelirrosa respondiera, Futaro notó dos grandes bolsas debajo de los ojos de su hermana menor, acompañado de una cara de pocos amigos mucho más severa de lo que estaba acostumbrado a ver en ella.

Así que ni siquiera durmió, ¿Eh...?

- Siempre es lo mismo contigo... iré a prepararte un té-. Se dirigió directamente a la cocina tras decir ésto.
- Espérame aquí.

- ...No hace falta-. Musitó con un poco de timidez.
- ¡Y ponte algo encima de una buena vez!

- Okey okey, pero baja la voz-. Advirtió.
- Ya de por sí es un milagro que nadie se haya despertado con el tremendo ruido que hizo mi cabeza al impactar contra el piso.

>>>

Un poco más tarde, y después de que Futaro se vistiera, ambos se sentaron en la sala para charlar un rato.

- Oh... está rico... -. Comentó la pelirrosa luego de darle una probada al té que preparó el chico.

- ¿Verdad?-. Futaro sonrió ante ese comentario.
- Supuse que sería de tu agrado cuando lo ví el otro día en el supermercado.

- ...¿Y tú qué se supone que estás tomando?-. Le dió otro sorbo a su té mientras tanto.

- Algo que me recomendó un amigo el otro día-. Respondió.
- Tomas media cucharada de café, una de chocolate en polvo, un poco de azúcar, canela y lo echas todo en una taza con agua caliente, ¿Quieres probar?-. Extendió su taza hacía Nino.

Un poco dudosa, la segunda hermana aceptó el gesto.

- ...¿De que lado le tomaste?-. Interrogó mientras hacía girar la taza por todo su eje.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2023 ⏰

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