Final

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Ya no soportaba estar solo, pero a altas horas de la noche no sabía a donde ir, caminaba sin rumbo, mirando el cielo estrellado, con la mente fuera de si, recordando cada palabra de Minho.

"Te deje se amar hace tanto tiempo que perdí la cuenta".

¿Cuánto tiempo era?, No valía la pena pensar en eso.

Sin darse cuenta termino frente a la puerta de Jeongin, era de madrugada y aún así tocó el timbre, pasaron unos cuantos segundos cuando la puerta finalmente se abrió. La confusión de Jeongin era evidente.

- Hyunjin, ¿Qué haces afuera tan tarde?

El rubio no respondió, su silencio lo dijo todo, basto una mirada para entender rápidamente lo que había pasado.

- Ven - Dijo acercándose para abrazarlo.

Hyunjin no hizo nada, solo se quedó quieto pero los abrazos del menor siempre se sentían cálidos, como si con su abrazo protegiera la alma rota de Hwang.

No lo hizo esperar mucho y rápidamente lo invito a pasar, le prestó ropa cómoda y preparo té para intentar calmar el dolor de Hyunjin, el no decía nada, solamente había silencio, pero era un silencio desgarrador. Ambos fueron a la cama, antes de apagar la luz Jeongin que aseguró que todo estuviera bien con Hyunjin y que estuviera cómodo, el peligro no tardo en volver a caer dormido, pero Hyunjin no podía ni cerrar los ojos, su mirada estaba perdida, miraba el techo de la habitación como si quisiera eliminarlo para poder ver el cielo, la noche siempre era reconfortante.

Tendido sobre la cama sin aparente motivo de vida, inevitablemente se seguia preguntando "¿Qué hice mal?", quería dejar de pensar, hasta su cabeza comenzaba a doler, se giro un poco, el reloj indicaban las 5:30 am, no había pasado mucho tiempo y sintió esos minutos eternos.

Un pensamiento lo domino ¿Y si su vida sería así por siempre?, Hyunjin no quería eso, quería una vida tranquila pero hasta el momento solo había logrado una vida triste.

Miro a Jeongin, pensó que de tanta desgracia seguramente el pelinegro que parecía un angelito durmiendo era lo único bueno que logro mantener en su vida, sonrió al saber que pudo hacer algo bien y salió de cama.

Fue directo a la tina, llenandola casi hasta el tope, se aseguró de que el agua estuviera tibia. Sabía que Jeongin tomaba pastillas para conciliar el sueño, estás estaban detrás del espejo de baño, tomo una cantidad generosa y no dudo en llevarlas a su boca, trago varias a la vez esperando que tuvieran un efecto rápido.

Mientras se sumergía en la tibia agua de la bañera no podía evitar recordar una canción, pero había olvidado el nombre, parecía que no podía sacar el ritmo de su mente, se sentía algo frustrado por la situación, por lo usual nunca solía olvidar cosas así tan de repente.

Su cuerpo se había relajado completamente debido a las pastillas, podía sentir como se sumergía poco a poco en el agua, era una cálida sensación.

Muchos podrían juzgarlo y pensar que era estúpido, que hacer tal cosa solo por una ruptura amorosa era una estupidez.

Pero no era solo una ruptura amorosa, Hyunjin sentía que ya no tenía valor, se dejo humillar, se engaño a si mismo, odiaba como se veía, odiaba sentirse culpable, odiaba a su padre, odiaba ese trauma de abandono, odiaba recordar a su madre, odiaba un millón de cosas, pero sobre todo se odiaba a el mismo.

No era solo una ruptura, eran años de sufrimiento, de maltrato e insultos, era una carga que Hyunjin había llevado tanto tiempo y ya no podía con ella.

Era un niño sin la protección de su madre.

Era un chico abandonado.

Era un muchacho que creció con culpas que no le tenían porque haber sido asignadas.

Era un novio engañado.

Solo quería descansar, quería darse una ducha relajante e ir a casa.

── ☪ ──

El dulce tarareo de su madre lo hizo despertar, estaba sobre la cama con la hermosa vista de la ventana mientras ella estaba sobre una silla cepillando su cabello.

- ¿Qué haces aquí, Jinnie?

- Quiero quedarme aquí, mamá.

Ella camino hasta la cama y se sentó sobre el borde, dando palmaditas a su lado indicándole a Hyunjin sentarse con ella, ambos miraban la hermosa ventana.

- Siempre me mirabas...

- Eres tan adorable que es inevitable no verte, mi pequeño niño.

Un nudo se formó en la garganta de Hyunjin, haciendo que se le dificultará hablar, pues no quería llorar frente a su madre, pero su voz parecía quebrarse.

- No te vayas mamá quédate aquí conmigo.

- Jinnie mi vida, el que se tiene que ir eres tu.

- Déjame quedarme, no quiero separarme de ti.

- Siempre estás aquí - Señaló su corazón - Nunca te separaste de mi.

- ¿Por qué me dejaste, mamá? - Pregunto entre lágrimas - ¿Por qué me dejaste con ese horrible hombre?, Solo me hizo daño y no estuviste ahí, me dolía tanto...

- Lo sé, cada segundo me arrepiento.

- El me lastimo mucho, me decía cosas horribles y me golpeaba y yo no sabía que hacer ¿Por qué no me llevaste contigo, mamá? Te fuiste mientras yo lloraba en silencio porque si el me escuchaba se molestaba, tenía miedo y no sabía donde buscarte.

Su madre simplemente se acercó a el y lo abrazo, jamás había sentido un abrazo tan delicado y reconfortante, finalmente pudo llorar en los brazos de su madre una vez más, sintiendo esa protección que tanto anhelaba.

- No me vuelvas a dejar, mamá, te lo suplico, no vuelvas a abandonar, porfavor mamá, quédate conmigo.

Pidió entre sollozos, le dolía todo el cuerpo, pero estar con su madre lo aliviaba, la abrazo como si no quisiera soltarla jamás, mientras se deshacía en lágrimas.

- Jamás podría abandonarte, eres mi tesoro.

- No me dejes, porfavor no me dejes. - Pedía aferrándose a su madre.

── ☪ ──

- ¡No me dejes, Hyunjin! - Gritaba Jeongin sacando el cuerpo de del rubio empapado de la tina.

Jeongin provoco que Hyunjin vomitara, para así intentar sacar algo de esas pastillas, pues aún no había pasado tanto tiempo, lo ayudo a sentarse pero aún seguía bastante afectando. Rápidamente llamo a los médicos, que le brindaron la atención necesaria en el hospital.

Al despertar su vista era algo borrosa, busco a su madre con la vista, después se enfocó a los aparatos médicos que lo rodeaban, estaba asustado, su cabeza dolía al igual que su estómago.

- Hyunjin. - Dijo Jeongin en cuanto vio al mayor despertar, se sentó a su lado y sujeto su mano.

Hyunjin solamente miro avergonzado a el pelinegro.

- No te preocupes Jinnie, todo va a estar bien.

"Todo va a estar bien" ¿Era cierto?

Hyunjin se recostó nuevamente sin dejar de sujetar la mano de Jeongin, mientras escuchaba algunas palabras de apoyo, quería ver a su madre pero alguna razón seguir con vida lo reconfortaba.

El realmente quería mejorar, odiaba vivir porque la vida nunca fue buena con el, aunque muy en el fondo pesaba que la vida si era maravillosa, claro que aún deseaba acabar con todo su dolor pero escuchar a Jeongin de cierta forma le ayudaba.

Acepto la idea de Jeongin y conseguir ayuda psicológica, quería aliviar su dolor y comenzar a tener una nueva vida y asegurarse de vivirla feliz, porque después de todo Hyunjin era quien más merecía recibir esa felicidad que tanto anhelaba.

RUN - Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora