- Gracias por venir, señora García.
- ¿Qué sucede, profesora? ¿Mi hijo se portó mal?
- No exactamente. Verá, se trata de una de sus tareas. Un cuento para
ser precisos.
- ¿Un cuento?
- Así es. Se trata de un cuento sumamente perturbador, donde hay
asesinatos, muerte, depravación y escenas horrendas.
Es por eso que la llame.
- Lo lamento mucho, profesora. Es solo que, tras el divorcio, mi
hijo se ha vuelto algo difícil, seguro usted entiende. Me cuesta trabajo
hacer que cumpla con las tareas y, debo admitirlo, a veces las hago por
el...