01 ❘ Capítulo uno.

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Capítulo Uno:

Maddie

— ¿Qué opinas, baba? ¿Me va bien éste color? —Pregunté con una sonrisa radiante mientras modelada el vestido de lunares que Rachel me había enviado desde París. Mi abuela, a quien me dirigía, me observaba con la misma sonrisa desde el sofá de tres piezas.

—Estás preciosa, princesa.

Su respuesta había logrado ensanchar mi sonrisa como si se tratase de una niña pequeña. Y es que en presencia de Adele —mi abuela— yo me convertía en una. Mis padres murieron en un accidente cuando yo apenas tenía 9 meses, por lo que no tenía recuerdo algunos sobre ellos más que algunas cosas efímeras que baba me contaba en sus ratos libres. Aún así, puedo asegurar que fui educada de la mejor forma posible y que jamás me faltó el amor y el cariño de una abuela a la que amaba como si fuese mi madre.

Ella era una gran enfermera, pero hace dos años comenzó a enfermarse y su salud ha ido en deterioro desde entonces. Esa es la razón por la que trabajo tantas horas en la tienda. Incluso si baba recibe parte de su jubilación, el monto es poco para todos los gastos que tenemos entre medicamentos y tratamientos.
No me pesa hacerlo, ¿por qué lo haría? ella fue la mujer que sacrifico muchas cosas para que a mi nunca me faltara nada, ahora era mi momento de devolverle al menos una cuarta parte de todo lo que ella me ha dado.

El pitido de una bocina me sacó de mis pensamientos, y al observar la sonrisa cómplice de mi abuela supe de quien se trataba.

—Ese jovencito ya esta aquí, apresúrate o llegarán tarde. —Asentí, no sin despedirme de ella con un beso ruidoso contra sus mejillas.

Stiles aguardaba del otro lado de la calle. Irnos juntos al instituto se había vuelto una costumbre desde los primeros años de preparatoria. El sabía que no tenía como ir a no ser que tomara el colectivo, pero para hacerlo debía despertar mucho antes de lo planeado porque la parada de buses estaba muy lejos de mi hogar. Y cuando él lo supo no dudo en ofrecerse a llevarme.

Supongo que esa amabilidad que cargaba era una de las cosas que me habían hecho enamorarme de él.

—¡Hola! — Saludé mientras me subía a su Jeep.

—Hola, Maddie. Te ves muy bonita hoy. —Estoy segura de que él no era consciente del grupo de mariposas que colisionó en mi vientre por esas palabras. Y es que Stiles era terriblemente malo para darse cuenta de algunas cosas, como por ejemplo, el hecho de que suspiro por el desde que éramos un par de niños, y estoy seguro de que todos se han dado cuenta de eso, menos él.

Pero este año sería diferente.

Le diría lo que siento. Sería valiente y enfrentaría mis emociones, sin importar el resultado. No es como si el estuviera obligado a aceptarme —aunque admito es algo que me haría ilusión — pero, ¿Cómo puedes dejar ir algo si no eres capaz de enfrentarlo? Fue así como llegue a la conclusión de que, para superar lo que sentía por él, primero debía decírselo.

Me aceptara o no. Solo quería tener la seguridad de que se lo dije y no habría arrepentimientos. Lo que pase después sería obra del destino, y quizás cerrar ese ciclo me permita avanzar y comenzar otros. No me negaría a la idea de enamorarme de alguien más sí mi situación con Stiles no pasa de ser amigos, pero tampoco lo haría aún manteniendo estos sentimientos por él. Porque nadie, absolutamente nadie, merece un amor a medias.

—¿Has hablado con Rachel? —Su pregunta me desconcertó, pero antes de que pudiera responder agregó: —Me preocupa Scott. Ha estado aparentando que no le duele la ruptura con Rachel, pero desde que ella se fue ha sido un manojo de nervios y un emo en crecimiento. Es triste verlo así.

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