Revelación.

Capítulo único: Revelación.

Antes de empezar, necesito su ayuda con la localización de errores gramaticales y de ortografía ya que también subo esta historia a Fanfiction y pues... Ellos usan Mr. Google como traductor por lo que me he dado cuenta. XD.

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Capítulo único: Revelación.

El panorama general no pintaba bien y lo sabía porque estaba demasiado acostumbrado a este tipo de escenarios. Naturalmente fue el primero en acostumbrarse al medio que lo rodeaba por lo que pudo hacer un rápido análisis de lo que estaba pasando.

La ciudad estaba en llamas. Niños armados disparando a diestra y siniestra mientras los civiles, por otro lado trataban desesperadamente de escapar de la lluvia de balas que se acercaba a cada segundo en su dirección. En cambio, los espíritus heroicos que fueron convocados junto a él en esta ocasión, se quedaron estáticos al ver lo que estaba sucediendo frente a ellos, pero no podía culparlos.

Tal vez, ellos ingenuamente creyeron que a los lugares que viajarían todos estarían relacionados con algún otro espíritu heroico que apareció de la nada por fuerzas externas como lo era "La Incineracion Humana".

Él siempre lo supó. Siempre fue consciente de que el Orden Humano jamás se desvaneció por completo debido a que él mismo, en definitiva, continuaba existiendo. Siendo el único servant con la suficiente experiencia se encargó de analizar la situación mucho más rápido que el resto y por obvias razones pudo alcanzar a entender que es lo que hacia a su maestro tan especial.

Al darle una mirada al chico a detrás suyo se dio cuenta de que estaba estático sin saber exactamente que hacer, lo cual fue estúpido teniendo en cuenta que su maestro podía actuar en consecuencia frente a existencias mucho más poderosas que él... O al menos eso había pensado.

Sus ojos se abrieron levemente con sorpresa al darse cuenta de lo que estaba pasando por la mente de su maestro al encontrar sus ojos desorbitándose por el giro inesperado de los acontecimientos y no podía decir que era su culpa.

"Así que era eso" murmuró para nadie en particular dándose cuenta de que sobreestimo la capacidad de su maestro.

Una Singularidad es una región no observable que no existe dentro de la historia registrada de Chaldea. Puede explicarse como un punto divergente del orden cronológico preestablecido, casi como si pudiera entrar a través de él. Era similar a lo que el propio Emiya se dedicaba a eliminar, pero fundamentalmente diferente.

Ciertas singularidades tienen sus propias circunstancias y mecanismos, sin embargo, aquellas involucradas en el Incidente de Incineración del Orden Humano siguen un patrón general y poseen características comunes que lo hacen un poco diferente a lo que tanto se ha acostumbrado.

Todas ellas son sostenidas por un Santo Grial fabricado por Goetia, el cual es posteriormente otorgado a un determinado individuo que se encuentra dentro de un período de tiempo clave en la historia. Generalmente esa persona usará el grial para causar una interrupción importante y desestabilizar los Fundamentos del Orden Humano, pero cuando eso es insuficiente, un anfitrión de algún Dios Demonio puede manipular aún más a los individuos y eventos para lograr este fin.

Y generalmente, él no sería llamado por Alaya para lidiar con esa perturbación ya que ella realmente jamás las consideró una amenaza real en el gran esquema de las cosas. Desde la primera vez que apareció en ese lugar y su ser fue "manchado", de alguna manera supo que podía lidiar con todos ahí sin la necesidad de sudar, pero no lo hizo porque estricatamente hablando le dijeron que no lo hiciera.

De todos modos, no importaba ya que la manera en la que se resolvían las cosas y la historia se desenvolvía, hace mucho tiempo que dejó de ser un tema relevante para él. Las preguntas como: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quiénes? Hace mucho tiempo que dejaron de hacerse presentes en su cabeza debido a que nunca eran respondidas hasta después de haber visto el alcance de la destrucción por culpa su ineptidud al no actuar en consecuencia en el instante que veía que los mismos humanos que tanto juraba proteger, eran quienes la provocaban.