Capítulo 9

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Hola todos.

Lamento no haber publicado en más de tres semanas.
Pero créanme que voy a hacer todo lo posible para publicar un capítulo por semana, aunque me cueste.  Porque al igual que ustedes yo estoy ansiosa por conocer más de esta historia.
Así que tengan me un poco de paciencia. 😜
Nos leemos en el siguiente capítulo.

Bye.

😴😴😴😴😴

EDWIN. 

Abigail se pone rígida a mi lado y estoy seguro que es por la mirada que Sebastian dirige hacia nosotros. 

Mira entre nosotros, mientras frunce su ceño y aprieta los puños al igual que lo hace su madre cuando se siente acorralada. Podría ser casi cómico si no fuera el hijo a quien quiero conocer, el que me dedica ese ceño fruncido mientras levanta un muro de defensa contra mi. 

—M-mamá, ¿Qué… qué hace este hombre aquí? 

El tono de su voz es débil y atemorizado, pero eso no quiere decir que no tenga poder. 

Lo tiene y puedo asegurar que es mayor al mío, por la bofetada de desprecio que siento tras sus palabras. 

Abigail respira con fuerza a mi lado mientras ve a su hijo y su cuerpo entero tiembla como si su peor pesadilla se hiciera realidad. Pero aún así guarda la compostura y estoy seguro que quiere ser fuerte para su hijo, y por eso se obliga a enderezar su cuerpo y no mostrar lo que siente realmente. 

—Sebasti… 

Antes de que Abigail termine de hablar, Sebastian se acerca a nosotros y la toma de la mano para jalarla a su lado. 

Me ve con tanta cautela y cuidado que mi piel se eriza con asco. Asco por haber causado esa impresión en mi hijo. Un hijo que no sabía que tenía, pero que supe que era mío y que quise desde ese primer momento en que lo vi. Y aunque me gustaría culpar de todo eso a la mujer que está a su lado por no decirme nada… no puedo. No cuando ella misma me muestra esa mirada llena de temor y cautela. 

—Aléjese de mi madre. No voy a repetirlo. 

Dice y me derriba con una mirada que me demuestra que estoy por debajo de sus pies y no al revés. 

Mierda. 

Me quedo con la boca abierta mientras veo como mi hijo se lleva a su madre, como si él fuera la persona mayor y no la mujer que está a su lado. 

Pero lo que más me distrae a parte de mi hijo alejándose de mí, es ver desde mi posición como Abigail Abre los ojos con asombro y orgullo mientras ve a su hijo llevarla por el corredor. Es como si su rostro se le iluminara al ver a su hijo, siendo el adulto entre ellos. 

Ambos desaparecen de mi vista y yo me quedo en el pasillo de la pequeña escuela, como un idiota sin poder reaccionar a las palabras de un niño. 

Y después de unos segundos, reacciono y camino en dirección a la salida. 

Necesito pensar en mi siguiente movimiento después de lo que acaba de pasar. 

Está claro que mi hijo no se abrirá a mí como quisiera, más aún con su clara advertencia de que me mantenga alejado. 

Pero no voy a dejar que eso pase. Me voy a acercar lo quiera o no. Y para eso necesito a la mujer que domina en su pequeña vida. 

ABIGAIL. 

EL Precio de mi Traición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora