~~ THE LIFE GOES OUT ~~ ☆ KOOKMIN ☆ [Terminada]

¿Así será mi vida?

Al despertarlo, Jimin se sobresalto al ver esa foto en mi teléfono mientras yo estaba buscando mi ropa, vistiéndome lo más rápido que podía.

- Jayiga, ¿puedes explicarme esto? -Dijo levantándose de la cama y yendo a mi lado con el aparato en mano y sus ojos llenos de lágrimas a punto de ser derramadas.

- Jiminie... -Mi voz se corto.- déjame te explico pero por favor no te alteres.

Intente explicarle de la mejor manera posible, él solo empezó a golpearme el pecho con sus puños mientras lloraba y cuanta razón tenía al decirme todas esas cosas.

-Perdóname por favor. Lo lamento tanto. -mis lágrimas aparecieron en escena pero el.no escuchaba y estaba en todo su derecho. Estaba arriesgando a sus padres a una muerte segura. Y no solo a ellos.- Pequeño debo irme por favor quédate aquí. Ya llame a tu hermano y esta en camino. Por favor solo manténganse aquí. Arreglaré todo mi amor, solo discúlpame por no saber estar sin ti. -besé su frente y él quedó tirado en la cama llorando. No quería dejarlo ahí solo pero debía irme y solucionar esto a como de lugar.

Subí al auto y manejé hasta ese maldito remolque.

- ¿Que quieres ah? Dinero? Aquí tienes. -dejando una bolsa con unos millones de dólares dentro. -el maldito río descaradamente.

- Ay, por favor Jungkook. Eso, eso no lo necesito. Sabes que es lo que quiero.

- Eres un maldito infeliz... -quise arrojarmele encima y romperle la cara a golpes pero dos de sus idiotas ciervos me sujetaron.

- Ah ah ah.. no no, jungkook. Las cosas serán a mi manera. Dame lo que quiero y dejaré a todos libres. Dinero me sobra con tu padrastro.

- Mi pa...padrastro. ¿Que tiene que ver él con esto? -volvió a reír.

- Oh pobre chiquillo. Aún ni enterado está. Él, es mi mayor comprador niño. De donde crees que saque todo esto -señaló una pantalla donde estaba mi madre- y tu información personal. -ahora entiendo todo. La insistencia de venir a Seúl y cambiarnos de casa todo el tiempo. Maldito hijo de perro.- Quiero a tu pequeño. Dámelo y los tendrás sanos y salvos.

- Eso jamás. Quieren un muñeco inflable me tienes a mi. A ellos dejalos en paz y no vuelvas a tocarlos.

- ¿Tú? Nah, es mercadería gastada. Me gusta la nueva. -De repente se sintió la puerta detrás mío abriéndose.

- Appa, ¿me conseguiste a Jiminshi ya? -volteé a ver, era uno de sus amigos. Maldición sabía que por algo ese mocoso no me agradaba.

- Ya pronto. Pronto hijo. No desesperes.

- Tu!!! Tu me quitaste mi bebe... Jimin es mio idiota. -mocoso malparido, intente soltar el amarre pero sabía que empeorará todo si lo tocaba. Si tenía a Kang era por que conocía a mi grupo. Tenía que salir de ahí e idea un plan.

- Dame unos días. Veré que te consigo, pero de Jimin olvídate. No es una cosa, es una persona y no vende se respeta. -me solté y abrí la puerta de ese sucio remolque.

- Tienes 3 días Jeon.

Fui con los chicos a disculparme por lo de Kang. En parte entendieron y en parte me gane una paliza de parte de ellos. No fue la gran cosa pero los golpes dolían. No por lo físico sino por lo que ellos eran para mí. Les comenté lo que quería hacer y les dije que no quería que se metieran pero a favor mío Han era sobrino del mayor mafioso de Corea. Al que todos le temían incluso la rata asquerosa de Son. Él me hizo el contacto con su tío y agradecido su tío por tener quien lo ayudara desde adentro a desmoronar el "reino", como le decían ellos, de Son acepto ayudarme. El plan fue pura estrategia, en tres día no podía hacer mucho pero con la ayuda del Sr. Han era imposible fallar. Llegué a casa justo para bañarme y cambiarme dormir un rato y luego ir a la universidad. Ese día teníamos jornada a la tarde entraríamos 11.30 am para salir a las 8 pm.
Jimin dormía aferrado a su hermano, deje que descansarán ambos. Era peligroso que fuera. Pasó ese día y el siguiente, antes del anochecer del tercer día pusimos en marcha todo con el Sr. Han. Me quedé en la parte trasera del colegio de Minnie y el mocoso ese, al verlo salir, fui siguiéndolo hasta que quedó solo, dos de los hombres de Han venían conmigo. Lo golpeé en la nuca dejándolo inconsciente y haciendo que caiga al suelo. Los tipos se lo llevaron y yo volví a casa. Me cambié nuevamente con ropa normal besé a Mimi y le dije que si me pasaba algo no llorara por mi. Agradecí a su hermano y corrí al auto para volver a ese maldito remolque a las afueras de Seúl.