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La noche de aquella tarde cuando Clara le presentó entre sí a las tres personas más importantes para ella, jamás se imaginó que su primo y su mejor amiga tuvieran tanta química juntos; sin embargo, lo que menos se imaginó fue que aquella conexión provenía desde mucho antes de que ella supiera. No lo entendió.

Por ello aquella noche, después de que su novio se fuera de la casa y su tía llegara a su hogar, fue directo a la habitación de Noah quien ya estaba dormido. Tomó una de sus almohadas del suelo y empezó a golpearlo con fuerza hasta despertarlo.

Noah, asustado, despertó tratando de que su prima dejara de pegarle. Despertó con algo de baba que limpió con su camisa blanca y también hizo un gran intento por despertar por completo.

—¿Qué te pasa? —dijo revisando su reloj—. Son más tres de la mañana, ¿qué haces aquí?

Clara, apenas se sentó su primo, se subió sin su permiso a la cama, respiró profundo antes de hablar al mismo tiempo que pasó su mano por su corto cabello azul.

—¿Cómo que Anaid es tu ex novia?

Noah sonrió burlón al oír eso, había olvidado la Confesión de aquella noche. Se tallo un poco los ojos abges de hablar y miró a los ojos a su amada prima.

—Sí, eso creo. Anaid Rivay, se llama igual que ella y se parece demasiado.

—Bueno, pero puede no ser ella, ¿no? Es decir deben existir demasiadas.

—¿Por qué te preocupa tanto? —
Preguntó Noah estirandose—. Es decir, ni siquiera estoy seguro.

La prima de Noah al notar el poco interés por parte de su primo empezó a golpearlo nuevamente con la almohada. Eso le causó risa al chico y empezó a hacer lo mismo, pelea que acabó con una ligera pelea de almohadas que pronto detuvieron porque escucharon a la mamá de Noah pasar por los pasillos.

—¿Y si me cuentas más de tu ex novia? —susurró Clara viendo a su primo —. Así sabremos mejor si sus historias coinciden.

—Bien —asintió Noah—. Creo que fue mi novia cuando tenía quince años, hace más de seis años, casi, recuerdo que una vez pasó su fiesta de quince años se mudó de la ciudad con sus papás.

—Vaya... —Clara se quedó pensando por un segundo—. Anaid sí se mudó de ciudad después de sus quince años. No sé si es suficiente para decirlo.

—Lo sé, al inicio se me hizo extraño, está muy cambiada; pero aún me recuerda a la vieja Ana, amante del estudio, independiente e introvertida.

Noah sonrió ampliamente al decir eso, vaya que la chica le gustaba. Clara por otro lado estaba impresionada y seguía sin creer lo que decía.

—¿Por qué terminaron? —preguntó jugando con la cobija de Noah.

El chico cerró los ojos con horror un minuto, parecía algo difícil de recordar, pero no imposible. Una vez tuvo todo en su mente abrió los ojos y las palabras empezaron a salir de su boca.

—Cuando fue su fiesta de quince años, yo estaba con ella, abrazados, todo el teatro, ya sabes. Yo tardé casi dos meses en que Ana aceptara salir conmigo, pero cuando aceptó... Digamos que una chica que estaba obsesionada conmigo se lanzó a besarme en su cara...

—Eres un idiota.

—¡No! —gritó Noah sin querer, luego volvió a bajar la voz—. No. De verdad no fue lo que pareció, la chica en un ataque de celos se lanzó a mí y Anaid me corrió de su fiesta al ver la escéna. Intenté buscarla, intenté de todo, pero ese día ella me dijo que me marchara. Eso hice, pero nunca la volví a ver.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

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Me vuelvo a enamorar/ ONCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora