Episodio 1: El regreso de los héroes y el ataque del mal

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Habían pasado 10 años desde esa noche, Validor, el joven dragón morado había crecido, convirtiéndose en un ciudadano más de Colmillo de Guerra, destacando tanto por haber aprendido a manejar otros elementos como el fuego, la electricidad, el hielo, la tierra, la sombra, el aire y el mismo Éter gracias a Spyro y Cynder, además de por ser parte de un grupo que formó con sus amigos, los llamados Merodeadores Elementales, entre lo que estaban Moonshade, la dragona de luz albina, pues sus escamas eran azules; Jaderrot, el híbrido de dragón de tierra, fuego y electricidad; Dualox, un dragón negro con marcas amarillas y azules asi como sus ojos; su hermano mayor, Eclipsor; Kirri, una dragona de metal emplumada; y Rumar, un dragón oriental con patas traseras de cabra

Habían pasado 10 años desde esa noche, Validor, el joven dragón morado había crecido, convirtiéndose en un ciudadano más de Colmillo de Guerra, destacando tanto por haber aprendido a manejar otros elementos como el fuego, la electricidad, el hielo...

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Los 7 tenían en común su amistad desde que eran pequeños, siempre lo compartían todo juntos, aun así, eran Validor, Moonshade y Jaderrot quienes tenían el vínculo más fuerte, ya que estos fueron los primeros en hablar con Validor, quien tomó a Spyro y Cynder como figuras paternas, llevándose una gran sorpresa cuando supo que ambos iban a tener oficialmente un huevo. Todo parecía bien, pero algo estaba apunto de pasar

Desde hace unos días, Validor soñaba que un inmenso dragón púrpura oscuro, uno más grande y terrible que el propio Malefor, le atacaba y que envuelto en la oscuridad sólo podía ver una extraña marca y oír una voz que le decía cosas de cumplir un destino, pero había otras palabras que nunca podía oír por al despertarse del susto por la luz, la pregunta real era qué destino tenía que cumplir. Justamente ese dia, pensaba en eso cuando Jaderrot le vio

-Santas rosas escamosas, Validor, mirate, con esas ojeras pareces un minúsculo

-No me andes con eso Jaderrot, por favor- comentó Validor sintiendo una leve molestia por la frase de su amigo

-Déjame adivinar, ¿otra vez desvelándote con Moonshade?- al oír esas palabras, Validor le propinó a su amigo un coletado, pero en vez de una cola, lo que le golpeó fue una esfera de energía verde atada al extremo de la cola de Validor

-Te he dicho tantas veces que no me fastidies con eso de que estoy enamorado de Moonshade, además, ¿te recuerdo la vez que te pillé dándote el lote con Kirri?

-Solo le quería quitar algo del ojo, pero si no es ella, ¿es ese sueño?- dijo Jaderrot levantándose mientras se tocaba el chichón que le había salido fruto del coletazo corrctivo

-Pues si, esos dos dragones, no paro de darle vueltas a la cabeza, apenas puedo dormir 2 horas contadas sin que aparezcan perturbando mi sueño- dijo Validor mostrando evidentes rasgos de ofuscación

-Bueno, ¡anda hombre, saca esos pájaros de mal agüero de tu cabeza, acabo de recibir un mensaje de Cazador y adivina quienes acaban de volver tras su misión de exploración en el oeste!- cuando Jaderrot dijo eso, Validor salio de allí volando como alma que lleva el Diablo y dijo gritando con gran alegría

-¡No te quedes ahí parado, los fundadores de los Merodeadores Elementales deben darles la bienvenida a casa a la Leyenda Púrpura y a la Señora de los Cielos!- al momento Jaderrot sonrió y fue volando junto a su amigo

La Leyenda de Spyro: La senda del AdaliskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora