Déjate tentar

JUNTOS

Estaba nerviosa ,iba a acostarme con el chico que me gustaba,iba a ser nuestra primera vez juntos. Yo ya había estado antes con otros chicos, no era la primera vez que me acostaba con alguien,pero me sentía igual de nerviosa que como si lo fuera.

Tenía muchas ganas de saber lo que se sentía al estar con él, a que besara cada centímetro de mi cuerpo. Sonó el timbre de casa y fui corriendo a abrir, ahí estaba él, de pie con sus vaqueros desgastados, una sudadera de 'the punisher' y sus vans rojas. No podía estar más guapo. Al verme sonrió y yo por poco no pierdo las bragas con lo sexy que me había parecido esa sonrisa. Le invité a entrar y le llevé a mi habitación. Un poco precipitado, pero me moría de ganas de acostarme con él.

Sabía que él no daría el primer paso, quería que yo fuera la que llevara la iniciativa y así lo hice. Ya en la habitación me acerqué a él con aire seductor y le besé. Al principio fue un beso tímido, pero enseguida se convirtió en uno apasionado y lleno de ganas. Su mano bajó a mi trasero y me estrujo las nalgas,eso me ponía a mil. Le cogí de la nuca para besarle mejor y que no hubiera ninguna separación entre los dos. Le quité la sudadera y la camiseta que llevaba debajo, quería verle desnudo. Su ropa iba desapareciendo entre besos y jadeos, hasta que él se tambaleo al deshacerse de un calcetín y por poco no nos caemos. Tuve que contener una carcajada

Me tumbó en la cama y me quitó los pantalones todo lo rápido que pudo,se notaba que le molestaba que llevara tanta ropa,ya que él ya estaba desnudo. Yo feliz de que ninguna prenda se interpusiera en nuestros cuerpos.

Mi ropa fue esparcida por la habitación sin ton ni son, pero no me importaba. Pocas cosas había mejores que estar junto al chico que quería desnuda y pegada a su cuerpo. Empezó a besarme por el cuello,bajando hacia mis pechos, donde se deleito un rato jugando. Los pezones se me pusieron tan duros que podría haber rayado hasta cristales. Cuando bajó hacía mi ombligo yo ya estaba toda húmeda y no podía con las ganas de que me follara. Le tendí un condón que tenía encima de la mesita, a ver si pillaba mi indirecta, pero el muy cabrón me dijo que iba a tener que esperar, que primero quería saborearme.

Me abrió de piernas y metió la cabeza entre ellas. Di un respingón cuando note su lengua jugando con mi clítoris, con calma, disfrutando. Mi cuerpo reaccionó enseguida, me puse a retorcerme de placer, aun mas cuando introdujo dos dedos en mi interior. Se puso a moverlos, mientras seguía estimulando el clítoris. Sabía lo que hacía. Estaba a punto de llegar al orgasmo cuando paró.

-No voy a dejar que te corras hasta que no lo haga yo.- me dijo el muy cabron, eso no se le hace a alguien que esta a punto de alcanzar el cielo de puro placer.

Vino a besarme,cuando hice que rodara hacía un lado de la cama y me puse encima de él. Rompí el envoltorio del condón y se lo puse. Si quería que termináramos juntos lo haríamos, pero yo no podia aguantar mas. Le cogí la polla con la mano y la guié hacía la entrada de mi vagina. Poco a poco fue entrando y los dos suspiramos de placer. Era mejor de lo que me había imaginado. Me puse a moverme lentamente, mientras él jugaba con mis tetas,quería hacerle sufrir pero no podía, mi cuerpo me pedía ir más deprisa. Intenté contenerme un poco, besándolo, dándole algun que otro mordisco por el cuello y hombros. Aceleré los movimientos, él puso sus manos en mis caderas , levanté el torso y arqueé la espalda. Para llegar al máximo placer,me acaricié el clítoris. Aumenté el ritmo,hasta que una oleada de placer recorrió todo mi cuerpo y llegué al orgasmo al mismo tiempo que él. Como si nuestros cuerpos fueran uno, fue una experiencia alucinante.  Al terminar me acosté a su lado con una gran sonrisa en mi cara y nos dimos un beso. Estaba exhausta. Él se giró  y me miró con una sonrisa traviesa, eso me demostro que esto solo acababa de empezar. Y no podía estar más feliz.

Espero que os guste este relato corto.