- Diecisiete -

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 Epílogo ✿ 

— ¿Esta noche? ―

— Esta noche no podemos ―

— Claro que si, cuente con nosotros ¿A las 8? ―

— No pienso ir ―

— No se preocupe suegra, estaremos muy puntuales ―

Jisung continúo charlando mientras caminaba por el lugar, preferentemente delante de Minho que parecía más molesto conforme pasaban los minutos.

— Si, nos vemos ― colgó para girarse hacia el mayor con una sonrisa que desapareció al ver el gesto de molestia ― ¿Qué pasa? ―

— No iremos ―

— ¿Por qué? ―

— Porque no y es mi última palabra, te amo Han Jisung, pero es la última vez que haces esto ―

— ¿Hacer qué? ¿Tratar de llevarme bien con tus padres? ¿Tratar de ganarme su cariño? ¿Te molesta eso? ¿O te molesta que me lleguen a querer? ―

— Me molesta que hables con ella y tu seas quien te encariñes con ellos ― soltó firmemente ― Así que te prohíbo que lo sigas haciendo ―

Observo al pelinegro comenzar a recoger sus cosas y dejo escapar un suspiro, no era la primera vez que discutían a causa de sus padres y sospechaba que no sería la última vez que lo harían.

Pero esta vez no estaba siendo un capricho, tenía una verdadera y poderosa razón para hacer aquello, aunque en el proceso estuviera lastimándolo, era lo último que deseaba, lo amaba tanto que lo único que quería era cuidarlo y protegerlo.

— Hannie ― tomo su brazo para detener su huida ― Por favor ―

Aquel chico era al único ser al cual podía rogarle y no le importaba, era la única persona que merecía todas las explicaciones del mundo, pero también que nadie lo lastimará.

— ¿Sabes? Sabía que te molestaba que hablará con tu madre, que aceptara las invitaciones que tus padres nos hacían y me negaba a pensar en el porque, pero no puedo negármelo más, es bastante obvio por qué ―

— Te juro que no es por lo que estás pensando ―

— Entonces dame la razón ― respondió dejando sus cosas sobre el sofá para colocar ambas manos sobre su cintura ― Dime y te juro que lo entendería y no volvería a responder ni una sola llamaba de ella ―

Y entonces guardo silencio, a este punto prefería poner la advertencia sobre su madre antes que a Jisung, él que se había estado esmerando en ganarse el cariño de sus padres, un cariño que jamás llegaría y él lo sabía perfectamente.

— Me voy ―

— Hannie ―

Pero ni siquiera aquello lo detuvo, el menor abandono la habitación y unos segundos después pudo escuchar el sonido de la puerta cerrarse fuertemente.

— Es una maldita pesadilla ―

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— ¿Sabe bien? ―

Hyunjin hizo una mueca de estarlo pensando, aunque ya tenía la respuesta en la punta de la lengua.

— ¿Jinnie? ―

— Esta delicioso Lix ― respondió finalmente ― Estoy seguro de que aprobarás sin ningún problema ―

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