Historias que se me ocurren

Sauce de hermosas flores.

Aclaración: Algunos de estos personajes son de mi propiedad y otros pertenecen a Im_Cend_.
Solo hago uso de sus personajes para escenas o historias.
Esta escena esta basada en oc's de Warrior Cats.
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"¡Pero mira que lindos ojos tienes hija mía!"

Oyó exclamar a una de las reinas. Probablemente Pequeña Melancólica ya había abierto sus ojos. Cómo siempre ella adelantándose a todos, siempre la primera... La primera en brillan asombrosamente.

Y Pequeño Caído lo comprobó cuando abrió sus ojos y la vio. Era hermosa. Su pelaje largo negruzco detallado en grises. Y sus ojos. Por las estrellas. Un ojo rojo como un atardecer y el otro de un color blanquecino como la escarcha. Simplemente era preciosa.

Sin embargo, todo el resplandor que ella dejaba se veía opacado por una figura roja. Figura tal que se veía siempre sonriendo y actuando de manera arrogante. Pequeño Rácano. Aquel gato si bien era... bonito)? Siempre estaba acompañado de un desagradable olor a bilis. Nadie sabía por qué, pero era penetrantemente HORRIBLE.

Pequeño Rácano... Ese hijuepu- digo digo... Ejem... Él era un gato bastante egoísta, de ahí su nombre. Se creía que todo el clan giraba en torno a él ya que había nacido en una tormenta, por lo que todo el clan pensaba que tal vez sería el próximo líder.

Pero a lo que estaba. Pequeño Rácano era la garrapata de Pequeña Melancólica, nunca se separaba de ella por más que le gritara una y mil veces.

Lagatita terminaba agotada de tener que estarlo alejando para siquiera poderrespirar incluso. Su único alivio era Pequeño Caído. Aquél tímido gato se lapasaba la mayoría del tiempo con su hermana o sus padres. A pesar de no ser muyhablador, estar con él era agradable. Solo hablaba cosas muy puntuales y no sededicaba molestarla o "conquistarla". Él era encantador a su manera. Aunque eraalgo nervioso y asustadizo, cosa que causaba leves carcajadas en la gataazabache.

"¿Por qué no te agrado?"
Preguntó Pequeño Rácano. Se veía desanimado, con sus orejas bajas y una floresy plumas estaban tiradas en el suelo. Anteriormente esas flores y plumasestaban bien arregladas, listas para ser regaladas a la felina.

"Lo siento, pero Pequeño Caído ya me consiguió cosas bonitas para mi lecho,mira."
Dijo la azabache contenta mientras le mostraba las piedras brillantes, floreshermosas y unas relucientes plumas. Para sorpresa de ambos gatos, el pequeño decola rota, si bien era callado, él solía ser un gran observador por lo que lepermitía ser muy detallista con sus regalos o con lo que decía. Otra de lascaracterísticas que llamaban la atención de la de los ojos bicolores. "No esque no me agrades, es solo que..." Cuando iba a explicarle, Flor Fría la llamó,haciendo que la gata se fuera y dejara solo al gato rojo, de nuevo...

"¡BASTA ZARPA RÁCANA! YA DIJE QUE NO QUIERO NADA."
Chilló Zarpa Melancólica. Estaba harta. El aprendiz rojo no dejaba depreguntarle si necesitaba algo o de darle cosas. Más que detallista estabasiendo pesado, ya no aguantaba más, la estaba molestando.

La gata luego de gritarle se fue de ahí, refunfuñando, Zarpa Rácana observaba como se iba con sus orejas bajas. Aun así, no iba a rendirse, pero sus esperanzas cayeron cuando escuchó a un nervioso Zarpa Caída declararse a Zarpa Melancólica y a ella aceptar.

"Acepto ser tu pareja Zarpa Caída."
Escuchó decir a la gata negra. Su corazón se quebró en mil pedazos.
-No... ella... se supone que sea mi pareja, no de él...
Murmuró con sus orejas bajas. Él se había declarado con anterioridad a Zarpa Melancólica, pero ella le había rechazado diciendo que no estaba interesada en tener pareja. Todo eso unas semanas antes. Ella le había mentido descaradamente.
Un enojo ferviente lo dominó. Clavando sus garras en el suelo se alejó de ahí prometiendo que Zarpa Melancólica se lo iba a pagar... y muy caro.

Las lunas pasaron. Tres hermosos cachorros relucieron en la maternidad. Un adorable gatito blanco y pequeño, con algunas manchas grises y negras moteándole el pelaje, un pequeño azabache con tic en la cola que provocaba que la moviera algo errática por momentos, por último, una pequeña y hermosa gata blanca. La menor, pero la pareja podía sentir su poder. Obviamente la pequeña era débil, pero no se daba por vencida. Intentaba seguir a sus hermanos más grandes aunque muchas veces no pudiera.
Una sonrisa era lo que iluminaba a la ahora guerrera, Sauce Melancólico, siempre tan bella y altanera que llamaba la atención de muchos. Pero su corazón solo le pertenecía a Cola Caída, que al poco tiempo fue nombrado Estrella Caída. Todos creían que su luz no podía ser interrumpido. Que equivocados que estaban...

Una mañana, un alarido de terror y dolor quebrantó el silencio del soto bosque en el que se encontraba el campamento del clan. Gruesas y dolorosas lagrimas caían de la gata negra que estaba cernida sobre dos pequeños y frágiles cuerpecitos. El pequeño de pelaje níveo y moteado junto al azabache cual noche sin luna se encontraban con su cuerpo maltrecho, sus fauces estaban abiertas y ojos desorbitados, como si hubieran visto el mal de todo el bosque antes de morir. No había sangre, no había envenenamiento... nada...
El líder de colar rota de igual manera estaba destrozado, acompañando el duelo con su pareja observó una figura roja frente a él. Una figura roja que podía jurar que pertenecía al Lugar sin Estrella, Corazón Rácano. Aquel gato solo miró la escena por momentos y se alejó de ahí. Dejando una ilusión de muerte y sangre a su paso. Visión que solo aquel gato rojo pudo notar, junto al macho de cola rota.

De duelo, ambos gatos juraron proteger con su vida y alma a la única hija que tenían. Pequeña Caída. Aquella pequeña había crecido sorprendentemente sana y con una determinación inquebrantable. Aunque no le agradaba, aceptó que sus padres la sobreprotegieran. Así fue hasta que se convirtió en una honorable aprendiza.

Una aprendiza de la cual un bella e intocable sauce con hermosas flores negras y una estrella fugaz ,que al golpear el suelo se quebró iluminando a su alrededor, estaban orgullosos.

Pero aquel orgullo de la estrella lo quebró y destruyó. En el centro del campamento estaba la estrella fugaz, muerta, apagada... y con sangre escurriéndose de su cuello.
Zarpa Caída observaba el cuerpo de su amado padre con tristeza, ignorando los gritos que estallaban a su alrededor. Tanto los ojos de ella como los de su madre pasaron del cuerpo del gato de cola rota a otros dos felinos, uno atigrado, con su pelaje manchado de sangre y una fría mirada verde, que discutía rabiosamente con Corazón Rácano. Mientras que el otro gato era un hembra carey que miraba sin pestañar el cuerpo del líder muerto, ésta temblaba y disimulaba sus ojos cristalizados, tanto que parecía que solo miraba seriamente el cuerpo. Ambos gatos eran los sobrinos del líder.
Zarpa Caída no olvidó sus rostros. Oh... claro que no lo haría. Ellos pagarían por eso. Y lo pagarán aún más caro luego de que Corazón Rácano, ahora nombrado Estrella Rácana las haya exiliado.
El sauce de negras flores no sentía odio, sabía que su pareja no la estaba pasando bien y estaba bajo constante manipulación. La muerte le había dado paz aunque dolor al mismo tiempo y la posibilidad de que él las proteja. Protegerlas de todo... menos de la enfermedad, miseria y muerte...

La tos roja y el hambre consumió cada hermosa flor, dejando solo raíces podridas manchadas de una sangre espesa que al momentos después pintarían las fauces de un gato del color del líquido rojizo. Sauce Melancólico simplemente apagó los luceros que tenía en sus hermosos ojos bicolores luego de pronunciar en su último suspiro, con voz determinada pero derrotada un ligero: "Corre, corre como conejo... y no mires... atrás..".
Para luego sumirse en la oscuridad.
¿Pero por qué?
¿Por qué estaba en aquel lugar?
Se supone que vería a su estrella.
A sus pequeñas florecitas.
No vio a ninguno...
Hasta que un resplandor la destelló.
Un lugar estrellado, donde la soledad la azotó fuertemente. Tan fuerte que lastimó su corazón. La soledad había desvanecido la luz de su estrella fugaz y la de sus amados hijos. Ya no tenía nada.
Los ahora tres gatos, estaban solos... ahora... y para siempre

Hasta que sus almas tengan la bendición de reencontrarse y recuperar su paz, la sangre y garras los separarán y dañarán, confundiendo la mente de sus víctimas y nublando la determinación de aquella joven ánima que por deseo de aquella estrella fugaz aún permanece con vida...

 ೄྀ࿐ ˊˎ-FIN ೄྀ࿐ ˊˎ-