CAP FINAL

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Al entrar en la elegante oficina de Yoongi, el corazón de Jimin se aceleró como si estuviera corriendo los cien metros lisos. Cuando topó con la profunda mirada de Yoongi, una descarga eléctrica de sensualidad atravesó su cuerpo. Jimin avanzó hacia él y éste le dedicó una sonrisa.

-"Eres muy bienvenido, dulce mío".

Agitado por el inesperado saludo, Jimin enrojeció y le preocupó que, quizá, Yoongi hubiera asumido que su visita significara una rendición incondicional.

-"¿Quieres que te enseñe el edificio?" -le preguntó Yoongi, ya que era la primera visita que Jimin hacía a su oficina de Atenas.

-"Quizá más tarde. Vine porque tengo algo importante que decirte" -Jimin se puso tenso.

La mirada de Yoongi vagó por todo el cuerpo de Jimin. Se paró primero en sus labios, luego en la generosa curva de sus caderas, para regresar por último a su rostro.

-"Me gusta el traje…"

-"Por favor, déjame terminar lo que he venido a decirte" -le interrumpió Jimin inmediatamente, a pesar del calor que estaba empezando a sentir en la zona del vientre.

Lo turbaba que Yoongi lograse despertar su deseo con tanta facilidad. Tan sólo le bastaba una cierta mirada o su acento extranjero para que…

...

Con un grácil gesto de la mano, que significaba que estaba dispuesto a oírlo, Yoongi se reclinó sobre la mesa de cristal y miró a esposo fijamente.

-"Valoro mucho nuestro matrimonio" -dijo finalmente Jimin.

-"Eso está muy bien".

-"Así que si no vuelves…"

Yoongi levantó calculadamente la ceja en ademán de sorpresa.

-"Pero, si no me he ido a ninguna parte".

-"No me interrumpas. Si destruyes nuestro matrimonio, haré que Sexy Charisma Internacional destruya tu empresa" -acabó Jimin, tan nervioso que sus rodillas empezaron a temblar.

Yoongi lo estudió en medio de un fulminante silencio, con un resplandor oscuro en los ojos y el cuerpo quieto y, aparentemente, relajado.

-"¡Crees que no, pero lo haré!"-juró Jimin. -"Éramos muy felices y no dejaré que el dinero se interponga entre ambos".

-"Debería habérmelo pensado dos veces antes de chantajear a un Park para hacer que consumase nuestro matrimonio. Aprendes rápido, cariño mío".

Jimin tomó aire. Tenía los nervios en un puño. Lo había conseguido. Había amenazado a su marido exactamente igual que él lo había amenazado una vez con arrebatarle todo lo que más quería en el mundo. Y sin embargo, se sentía sucio, enfermo. Avergonzado.
Con la boca seca, Jimin dijo:

-"¿Tienes algo que decir?"

-"Ataca con todas tus armas".

-"Ésa no es una respuesta seria".

-"Lo es. La coacción es una táctica que no funciona conmigo" -Yoongi siguió mirándolo fijamente. -"¿O es que piensas que Jungmin no lo intentó?"

Jimin tenía un nudo en la garganta.

-"¿Así que tu respuesta es no?"

-"Mi respuesta es no".

Jimin sintió cómo se le iba el color de la cara. De repente, se esfumó el suelo bajo sus pies, pero alzó la cabeza y, bien erguido, se encogió de hombros como si lo único que le hubiera producido la respuesta de Yoongi fuera una profunda indiferencia. Dándose la vuelta, empezó a caminar de vuelta a la calle.

OBSTINADO - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora