A love that can't be forgotten [DISCONTINUED]

011

Nunca seré ese yo otra vez

Los recién nombrados se dieron la vuelta al escuchar sus nombres

-oh... Hey Spreen, hey Karl...-

Rivers habló mirandolos

-¡¿Acaso están locos?! ¡Eso puede incendiar la casa!

Dijo Spreen corriendo donde Rivers y Mariana quitándoles el palo con fuego rápidamente

-¡Oww! ¡Nos arruinaste el plan!-

Se quejo Rivers pateando el piso. El Mariana simplemente la veía. Por instinto iso lo mismo

-¿Donde están Juan ([#&$), Komanche (#0^×(*#€) y [@¥¥×?-

Preguntó Spreen tirando el palo al piso y muy lejos cuando ya lo había apagado.

-Juan está en la cocina. Komanche jugando videojuegos con Quackity y ¥×^€¥. [@¥¥× no se.-

Respondio Mariana viendo con una cara triste al palo que habia salido volando. Le había costado encontrar uno..

Bueno.. Después de unos segundos se escucharon gritos dentro de la casa. Lo que alarmó a todos los que estaban afuera en el patio delantero

Spreen agarro con fuerza la mano de Karl y lo llevó corriendo a drento de la casa. Sin antes gritarle a Rivers y a Mariana que igual entren a la casa

Lo primero que vieron Karl y Spreen al entrar fue a Quackity, Komanche y ¥×^€¥ sentados en el suelo jugando videojuegos con un montón de golosinas esparcidas por el suelo.

-¡¡Quackity, Komanche, Roier (¥×^€¥)!!-

Quackity al escuchar su nombre salir de la boca de Spreen se asustó y casi se ahogaba con el dulce que tenía en la boca. Komanche simplemente los miró lentamente asustado. Roier se quedó tieso mirando a la pantalla rezando para que no lo mataran

-¿S-si Spreen..?-

Dijo Quackity escupiendo El dulce en su boca

-no voy a dar explicaciones.. Será mejor que ordenen todo esto rápidamente. Si quieren pueden seguir jugando. ¡Pero no con todos los dulces esparcidos por el suelo!-

Regaño Spreen mirando toda la sala. Karl simplemente se aferro al brazo de Spreen

-Voy a ir a la cocina. Más les vale que cundo vuelva este todo ordenado. ¿Les quedo claro?-

-Si Spreen..-

Dijieron Roier, Komanche y Quackity al mismo tiempo mirando al suelo

-Ahora pareces una madre..-

Susurro Karl mientras miraba de reojo a Spreen. Claramente se estaba burlando de él

-Callate. Vamos a la cocina. ¿O te quedaras aquí ayudándolos?-