Zamba para olvidar

Soledad

POV Soledad

-Tenemos que hablar

Me congelé, me tomo por sorpresa, creí que llegaría más tarde, la prueba de sonido de su banda era en dos horas, debería estar en el hotel. Tenia la esperanza de evitarlo hasta que cantemos juntos o hasta que termine el festival.
Mire por el pasillo no había nadie al rededor

S: -Me tengo que preparar... ya estamos por arrancar.

Pase por delante de él a paso rápido hacía el camarín, necesitaba cambiarme y maquillarme, me siguió cuando vio que estaba vacio. Había evitado sus mensajes la última semana, no tenía el valor para hablar con él por teléfono.

Estaba de espaldas, escuché cuando cerró la puerta, no me di vuelta porque no podía verlo a la cara.

S: -No podemos hacer esto más

L: -Que querés decir?

S: -No puedo seguir con esto... 
Nos señale como si no pudiera pronunciar lo que nos pasaba

L: - No lo hagas...

Trague con fuerza antes de decir lo que tenia que decir
S: -Voy a volver con Jeremias, lo pensamos mejor y creo que lo mejor para todos va a ser que lo arreglemos

Lo dije rápido, sin mirarlo, no quería saber su expresión, ver si esto lo mataba tanto como a mí.

L: -Mirame a los ojos... decímelo en la cara.

Lo que salía de mi boca, lo había ensayado mil veces pero en ese momento me quede muda, lo mire a los ojos y lo vi conteniendo las lagrimas.
Me tomo por lo codos y me acerco a el, me envolvió en sus brazos para que no escapara.

S: -Esto no puede seguir...

Mire directo a su cuello, su rosario... le rece a dios, le suplique para dejar de sentir lo que sentía, le pedí por el.

L: -Te amo
Me mira y cierro mis ojos a sus palabras. Palabras que quiero oír desesperadamente pero que hacen que mi corazón duela tanto que no pueda respirar

Y lo siento sobre mi, el toma mis labios como si inhalara todo el aire de mi, siento su boca sobre mi con una necesidad que me destruye, con una devoción que me desarma, lo beso por ultima vez con todo ese amor que no puedo confesarle.

L: -No hagas esto
S: -Lo elijo a el

Lo solté antes de que mi determinación flaqueara, antes de seguir lastimándolo más, tenia que terminar esto rápido, sacarlo como una curita de un tirón. 

De repente ya no me envuelven sus brazos, dejar de sentir su calor me dolió, su distancia a penas unos pasos tiraban de mi.
Veo su rostro borroso, tengo la vista nublada porque las lagrimas que lucho por contener están acumuladas en mis ojos pujando por derramarse, tomo una respiración profunda para no caer frente a el, y lo siento alejarse de mi, irse de la sala, llevándose una parte de mí.

Cuando dejo de escuchar sus pasos en el pasillo me derrumbo. Me quedo sentada en el piso, mientras intento amortiguar mis sollozos, me aferro al suelo sin fuerzas para levantarme, derramo en ese piso todo mi dolor, necesito reconstruirme para seguir, había tomado una decisión, estaba enterrando esto definitivamente.

El silencio era ensordecedor, las cosas se notan más cuando hay silencio, hay cosas que no podes ignorar.

Había construido una vida que no podía abandonar
Repetí en mi cabeza
Todo va a estar bien
Todo va a estar bien
Todo va a estar bien

Repito mi mantra mientras mis lagrimas bajan descontroladas, mientras me intento convencer de que es la mejor decisión, que lo que tengo me alcanzaba, que elegir a mi esposo por el peso de la culpa también es amor, que lo que siento que quema en el pecho cada vez que veo  Luciano no significa nada.
Mientras entierro mis anhelos y mis deseos en el fondo de mi corazón me convenzo de que esto es lo que quiero.