Capítulo Dos

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Cuando Clay se despertó por la mañana, estaba solo en una habitación azul con un silencio sofocante en toda la casa. No hubo conversaciones ni gritos de los gemelos, ni ollas ni sartenes golpeando juntos, ni sonido de televisión, solo silencio.

Clay se estira y sale de la cama de George, tirando de la sudadera con capucha verde que dejó detrás de la puerta y comienza la larga caminata por las escaleras con las tablas del piso crujiendo y frías. Dios, aunque estaba cansado. Ha estado despierto durante dos minutos y ya siente que debería acurrucarse en la cama y dormir otras cinco horas, y aparentemente George también podría hacerlo.

Cuando Clay entró en la cocina, encontró a su amigo boca abajo en el mostrador de la isla con la cabeza metida en los brazos. Su cabello castaño estaba desordenado, grasiento y peligrosamente cerca del tazón de cereal vacío todavía lleno de leche. 

Con cuidado de no despertarlo, Clay desliza lentamente el cuenco lejos de su amigo y se sienta a su lado en la isla. Han estado en Inglaterra durante dos días y ha sido bastante bueno hasta ahora, considerando que se han lanzado líneas de recogida de vez en cuando para mantener el acto. 

Ayer, los chicos dieron un paseo por el vecindario de George y su amigo habló sobre las cosas tontas que solía hacer cuando era niño.

"Una vez", George comenzó con una risita y señalando un pequeño arroyo a un lado de la carretera. "Mis amigos y yo pensamos que sería una gran idea hacer nuestro propio hielo durante el invierno, así que íbamos allí con botas de lluvia y manos desnudas y recogíamos agua en cubos. Los dejábamos allí durante la noche y nos íbamos a casa con las manos y los pies morados. Mi madre estaba tan enojada cuando seguí haciéndolo".

Clay jadeó. "Es bueno saber que naciste idiota"

Esto le había valido a Clay un empujón y una risita, pero los dos siguieron caminando y hablando hasta que el sol se puso detrás del horizonte de la ciudad y la temperatura bajó.

Pero aquí estaban, ni siquiera media semana después de este esquema, y su familia se está comiendo esto. Clay imita la pose de sus amigos en el mostrador, sus ojos estudian a su amigo aún dormido.

 ¿Quién se despierta para comer un tazón de cereal solo para quedarse dormido nuevamente? ¿Cómo se quedó dormido mientras comía?

 Su amigo era raro, pero Clay aprendió a soportarlo durante cuatro años, por lo que escuchar que necesitaba un novio falso para Navidad no lo sorprendió. Para Clay, quería venir porque no tenía a nadie a quien volver para Navidad y se habría aburrido de su mente sin George.

George se agita y estira los brazos, agarrando el otro lado del mostrador y se sienta. Parpadea y mira a Clay, que todavía estaba sentado en la posición encorvada.

Los chicos se miran el uno al otro por un segundo.

"¿Qué demonios, me estabas viendo dormir?" George pregunta con una sonrisa burlona. Tenía bolsas oscuras debajo de los ojos y sus labios estaban agrietados.

"¿Cómo podría no hacerlo? Te ves rudo, amigo", bromea Clay en ese momento señalando a los ojos de su amigo. "En serio, cheque de equipaje para George".

George pone los ojos en blanco y se pone de pie. "¿Es así como estás tratando a tu novio? Esto suena un poco tóxico para mí".

"Aw, parece que tenemos que romper. ¿Te preguntas qué pensará tu familia?" Clay se queda sin salida y George se ríe.

"¿Qué quieres hacer hoy?" George pregunta con un pequeño bostezo. Con suerte, no será algo que requiera mucha energía, ambos todavía se están recuperando del jet lag y caminar ayer no ayudó.

Chasing SnowflakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora