Mi Lindo Criminal [IidaxLector]

•Crimen 17•

°verguenza°

Avergonzado se cubrió con la sábana sucia, el pelirojo estaba más rojo que su cabello, y eso era por qué apenas se daba cuenta de lo que había hecho

–le chupe el pene a Tenya– pensó enojado, confundido, nervioso y feliz –¿Que me está pasando?– pensó poniendo sus manos en sus ojos sintiendo el calor de sus mejillas

–Toshio– aunque una voz interrumpió, cómo siempre, su caída al abismo

–¿Si?– hablo nervioso mirándolo

–ya está el baño– se acercó aún desnudo hasta el pelirojo quien avergonzado no lo veía a los ojos

–voy– hablo quitándose la sábana pero antes de poder levantarse fue alzado como princesa por el más alto quien camino hasta la bañera sentando al pelirojo el la taza del baño –¿Necesidad?– pregunto aún más rojo que antes

–la primera vez que lo hicimos te dolía tanto que no podías levantarte, crei que sería prudente traerte en brazos– hablo dudoso

–Ah.....ya veo– dijo sintiendo lógica la palabra del otro

–ven, entraré primero– dijo entrando y sentándose en la tina levantando el agua hasta la mitad

–O-ok– con cuidado se paró en la tina dándole la espalda a el héroe sentándose por fin

–vaya que relajante– suspiro relajado abrazando la espalda de su avergonzado pelirojo

–Esta...calientito– hablo por no dejar el silencio andar

Ambos se quedaron callados unos minutos mientras el agua mojaba sus cuerpos, calentando los.

–¿Puedo limpiarte?– hablo el ojimarron haciendose bolita en su lugar

–¿Eh? ¡Claro!– feliz abrazo al pelirojo quien solo se digno a sonrojarse

–Entonces quédate quieto– dijo mientras se daba la vuelta para quedar de frente al héroe

–Bien~–

[...]

–buenos días Toshio– con besitos húmedos en la frente y nariz el pelirojo abrió los ojos

–¿Ah?– se pregunto confundido –¿Cuando me dormí?– hablo al aire

–Jaja ayer te cansaste mucho y caiste dormido antes de terminar el baño– rio el chico de lentes a su lado

–¿Enserio?– se sonrojo avergonzado –¿Y me vestiste?– dijo viendo la pijama del héroe en su cuerpo

–no pidia dejarte así a asabiendas del frío– sonrió tierno el peliazul

–si bueno, ¿Por qué ya estás vestido? ¿Hoy trabajas?– hablo mirando de arriba a abajo al más alto aprovechando para deleitarse con su cuerpo

–es lunes, el desayuno está en la mesa, ya me voy– con un último beso en los labios se despidió, lo último que el pelirojo escucho de el fue el motor del coche alejándose