Invencible

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Se encontraba solo, las rosas a su paso se marchitaban al igual que las lilas que su esposa e hija plantaron con esmeró.
La busco por el jardín y estaba vacío, seco y desolado...Corrió con todas sus fuerzas y llegó al palacio donde la puerta estaba abierta, los guardias estaban estáticos cómo si no lo vieran.
Camino por los pasillos desolados y con poca luz hasta llegar a esos aposentos dónde residía la cosa más valiosa de todo el imperio para el, al querer entrar un guardia le detuvo el brazo.

-Suleiman, no puede pasar.

-Quiero ver a Hürrem.-Exigio.

-La sultana Hürrem está ocupada, no puede recibirlo.

-¿Ocupada con que?-El se empezó a desesperar.

-La sultana está con su Harén.-Dijo el guardia y suleiman tocó su pecho con dolor. Nunca creyó que escucharía algo así, se sentía dolido y sentía el aire salir rápidamente de sus pulmones a punto del desmayo.

-Te dije bien que debías cuidarla, ella ahora tiene a muchos más.-Dijo hafsa molesta.

-Madre!-Chillo el con lágrimas en los ojos.

-No llores, ya fuiste advertido por mi muchas veces...Cuántas charlas desperdiciadas.

-Madre...-Susurro con dolor.

-Tragate ese dolor, lo siento hijo...pero desde tú matrimonio debías cuidar ese vínculo, no ahora que tuvieron otro hijo, lo lamento.-La valide se fue y tocó la puerta de los aposentos de Hürrem y está abrió, suleiman quiso correr a meterse aprovechando la distracción de los guardias, pero no lo logró.

Despertó agitado, su respiración era muy acelerada y estaba sudando frío...sin duda una fuerte pesadilla.

-Majestad.-Llamo en un Susurro Fatma.

-¿Que haces aquí?-Menciono algo molestó mientras se recomponía.

-La sultana Firuze está dando a luz.-Suspiro pesadamente, si fuera por el se daría una vuelta por los aposentos de su esposa, desde aquella conversación de hace dos días no veía a su príncipe y a la madre de este...

-Dame un segundo, ahí voy.-Menciono levantadose de forma pesada de su cama.

-¿Está bien? Majestad...

-Si, ve con Firuze.-Ordeno, miro por la ventana y aún pudo ver qué todo estaba oscuro, era de noche...

🥀

Firuze suspiro pesadamente y cayó lentamente hacia la cama, una criada limpiaba su sudor mientras que Mihrimah velaba por lo que fuera que pariera la hatun, porque si para la Sultana del Sol y la Luna Firuze, era una hatun.

-Sultana.-Llamo la partera y Mihrimah la miro con un rostro sombrío y cansado.

-Dime que fueron, sobre su salud y lárgate.-Respondio tajante la sultana.

-Una Sultana y un principe...El niño está sano, la pequeña está enferma es como si hubiera nacido con un silbido en su pecho.-Mihrimah suspiro pesadamente.

-Bien, luego cuida bien de la pequeña...Hagamos que mínimamente sobreviva.-Ordeno, su padre el sultán había llegado luego de mucho y Fatma fue a abrazarlo el hombre se separó rápidamente y fue con su hija.

-Mi Sol y mi Luna...

-Majestad, lo felicito. Tuvo una sultana y un principe bellísimos.-El sultan hizo una mueca de desagrado.

-Gracias mi Sultana...¿Cómo debo llamar a esta bella niña? Espero allah me ilumine.

-Si me permite!-Chillo Fatma a lo cual Mihrimah sonrió, no dejaría que elija el nombre de otra criatura y rápidamente la interrumpió.

-Padre, hacé poco mi criada Sila, menciono un nombre muy bonito...Humeyra, es un nombre bellísimo para una bella bebé.-Suleiman tomo a la bebé y beso su frente.

-Tú nombre es Humeyra, tú nombre es Humeyra, tú nombre es Humeyra...Allah te haga su fiel seguidora mi ángel de cabello negro.

-Este es el pequeño...-Suleiman se sentia muy poco inspirado y miro a Mihrimah quien le obsequio una sonrisa. El sabía muy bien que su hija estaba molesta y hasta celosa.

-Tú nombre es Suleiman, que allah te haga su fiel seguidor y un buen soldado...-Suleiman dejo a su hijo con Fatma y beso la frente de Firuze.

-Majestad.-Susurro débilmente.

-Shhh, duerme...más tarde podrás ocuparte de los niños.-Tranquilamente la sultana cerro los ojos y se dejó guiar por su cansancio.

-¿Y ahora? ¿Se quedará?-Pregunto Fatma quien aún de forma imprudente no se había dado cuenta de nada.

-No, Fatma. Quiero dormir, pon criadas a cuidar de mis hijos.

-Buenas noches...-Menciono la sultana Mihrimah.

🥀

-¿Madre estás bien?-Hürrem miro nostalgica la ventana al saber que Firuze dió a luz una pequeña.

-Si, no te preocupes cariño.-Su voz se sentía rara y algo apagada, no era la Haseki de siempre.

-Ya hablamos sobre no guardarnos cosas malas en el corazón.-Advirtio su pequeña.

-Bien, si me molesta.-Confeso con algo de ira.

-Madre, este hijo no cambia nada.-Menciono sin interés.

-No me molesta el bebé, me molesta que haya dado a luz una sultana cuando yo jamás tuve a esa pequeña llamada Alev.-Hurrem aún sufría por esa "pequeña" que jamás vio un apice de vida, ese nombre que casi fue otorgado a Ipek sultán...

-Oh madre, si vas con el Sultán eso puede arreglarse...

-¡Mihrimah!-Menciono Hürrem en un reproche.

-Solo digo la verdad!-La niña se defendió de su madre quien rió por su ocurrencia.

🥀

-Es un niño Afife! Ve que hermoso es.-Decia Firuze con entusiasmo al ver a su pequeño retoño.

-Es hermoso, sultana...La pequeña Humeyra igual.

-Si, no me gusta su nombre pero mi hija es mucho más bella que la sultana Mihrimah o cualquier otra hija de su majestad y tuvo muchas...

-Si, una por cada mujer. Bueno en el caso de la Haseki dos hijas.

-Pero ninguna tan bella como mi Humeyra.-Firuze saboreaba el éxito cada vez que veía a sus hijos recién nacidos. Estaba en lo más alto.

-Allah mediante tendran buen destino.

-¿Que hablas Kiraz Agha?

-Te regodeas tontamente, Firuze.

-¿Cómo me hablas así? Soy una sultana!

-A eso me refiero...Eres una sultana si, pero ahora tú hijo corre peligro.-Kiraz agha salió de ahí molesto, Firuze no comprendía la magnitud de su nuevo problema.

¿Ya tienen un final en mente?

Gracias por darme la idea principal para abrir el cap de hoy ❤️

Serpiente RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora