El Deber 2/2

159 26 8
                                    

Si hablamos de sentir, Mihrimah no sentía nada. Aún recordaba todas las emociones de luto que sintió en esos momentos un luto que comenzó hace cinco meses atrás.

La negación.

-No! No! Saquen a todas estas mujeres de aquí! No planeo casarme!-Eso gritaba la joven Mihrimah mientras Hatice trataba de calmarla.

-Cariño, por favor.-Suplicaba Sha sultán con los ojos llorosos, todas pasaron por eso.

-Silencio! Saquen este asqueroso vestido! No quiero saber nada de esto!-Las mujeres reincidieron y volvieron a acercarse.

-Muchachas, por favor.-Pidio Sha intentado detenerlas y estás aún así volvieron a acercarse.

-Ordenes del Sultán.-Dijo una Hatun mayor de edad.

-¡Largo!-Grito fuertemente.

-Lo lamentamos sultana, pero debemos proceder a hacer la prueba de vestido.

La irá

-Sultana, por favor. Necesitamos que nos diga de la decoración.

-Mujer, te cortaré esa lengua si sigues así hablando de este maldito matrimonio, vete!

-Sultana Mihrimah, no sea así con las criadas, cumplen órdenes.-Comento Süleyman Agha.

-Cállate! Y saca a estas mujeres, que vayan con su majestad o mi madre. No planeo encargarme ni de la tiara que usaré ese día.

La negociación

-Mihrimah.-Llamo Mehmed.

-No quieras venir a conversar para decirme que seré feliz en este matrimonio no es así, Mehmed.

-Vengo a negociar.

-¿Que tienes para mí?

-Mihrimah dime...¿Harías un trato conmigo?

-Solo si yo gano algo.-Respondio rápidamente.

-Te prometo que cuando sea sultán, Te divorciare de Rüstem pasha.

-No me veo ganando, padre es joven aún y está vivo.-El trato no la beneficiaba.

-No mataré al sultan.-Dijo con simpleza.

-¿Entonces?

-Mihrimah! Esto es simple si tú no tienes nada que te proteja no puedes protegernos a nosotros y vamos a morir, un Divorcio es lo unico que te puedo ofrecer, no hay más! No tengo más planes!!-Grito frustrado y se marchó sin esperar respuesta de Mihrimah que suspiro pesadamente.

Depresión

-Generalmente las sultanas son limpias, majestad...me entristece verla así.-Miro por un microsegundo su silueta, estaba más delgada y demacrada cada día se abandonaba un poco más.

-¿Crees que sea feliz?-Pregunto con ojos llorosos.

-No.-Dijo suleiman agha.-Pero no tiene más opciones mi Sultana.

-¿Que voy a hacer?-Pregunto con un nudo en la garganta.

-No puede hacer nada y yo no puedo salvarla sultana, daría mi vida por usted pero no puedo sacrificarme por esto.

-Lose, de igual manera jamás te dejaría, eres importante para mí, me conoces desde pequeña.

-Usted es como una pequeña hija, sultana.

Serpiente RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora