Will You Go To Sleep?

Capítulo 16: La huida.

HOLAAAA ASKDJASDH SOY YO:3 Quiero pedir disculpas por tardarme un mes, otra vez se me está dificultando escribir, pero ahora no pasará, bc ya me están fluyendo ideas en mi cabecita7u7 

ESOH AKJSDKJSD Ahora las notitas serán antes del capítulo, bc así los dejó con la intriga a fin de los caps7u7 JEJEJE (👍≖‿‿≖)👍 👍(≖‿‿≖👍)

eSOH ASKJDKJSKJ yAH, KTALYNAH C BA PARA DEJAR A SUS LECTORES LEER TRANQUILOS<333

EyelessyCatape.

Daianna Pov.

Hoja tras hoja, rincón tras rincón. Revisé el cuaderno completo, no encontraba nada más que borrones.

Cada detalle de cada hoja era distinto: tenían diferentes diseños y formas. Frases que apenas se entendían estaban cubiertas por feos borrones que, como dije, hasta rompían las hojas. E incluso, habían cortes más profundos, pero imagino que estaban hechos con navaja.

Había de todo, menos alguna señas que me implicase algo de Diego.

Lo más interesante del cuaderno era un dibujo hecho con lápiz grafito y perfectamente hecho. Cada vez que lo veía, fruncía el ceño, siempre le veía algo nuevo o distinto. El dibujo implicaba en algo completamente básico: una cabaña rodeada de pasto y árboles. Estaba muy cerca, pero a la vez demasiado lejos. Insisto, ese dibujo tenía algo raro que por ende, llamaba mucho mi atención.

Por la ventana de la cabaña, había un reflejo, no estoy segura de quién o qué era, pero se me hacía familiar... muy familiar.

Dos golpes fuertes en la puerta hicieron que me sobresaltara y soltar el cuaderno dejándolo caer al suelo.

"¿Qui-quién es?" Dije al ver que nadie hablaba tras la puerta.

"Soy Christian, necesito darte una información." Chirstian es el guardia que estaba fuera en mi habitación y dormía cada dos horas.

"Adelante".

"Ve al comedor, la cena está lista." Sonreí, agradeciendo y a la vez también porque era la hora. Algo que seguro no fallaría.

Me levanté diciéndole que aguardara unos minutos. Tomé el cuaderno y lo regresé debajo de mi cama, donde solía esconderlo.

Caminé sin prisa al comedor que ya muy familiar era para mí. Llevaba dos meses aquí, con tratamientos y psicología que era completamente inútiles a estas alturas.

Tomé lo que comería y di pasos adelante dirigiéndome a la mesa con mi vista en un punto fijo: Diego.

Me senté a un  lado suyo, el sonrió y besó la comisura de mis labios.

"¿Estás lista?" En sus ojos bailaba el brillo y la ansiedad, tanto él como yo sabíamos que esto sin duda funcionaría.