Intenta evitarme

Capítulo 4

Odette, cuenta como ha ido esa cita express, no me puedes dejar asiii – desde que había llegado de mi "cita express" como la había denominado mi amiga, no paraba de suplicarme que le contara cómo había ido.

Realmente, me la esperaba peor, como cuando tu madre te dice que hoy para comer tocan lentejas y a ti te apetecían macarrones, pero acabas encontrándole el gustillo y no se te hacen tan pesadas. Pues esto lo mismo. Me esperaba algo más... no sé... ¿erótico? ¿Morboso? No sé, creo que leído demasiadas historias eróticas y me he venido arriba pensando que a mí podría pasarme lo mismo. Pero en fin, no ha ido mal.

-Pues a ver, ¿por dónde empiezo? Primero te lo voy a describir y luego te cuento cómo ha ido. Se llama Ignacio, tiene 27 años, es odontólogo y trabaja en un dentista de por aquí cerca. Siempre va a merendar a la misma cafetería que yo sobre las 17.00 de la tarde. Es divorciado y no tiene hijos.

-¿Y te ha contado para qué se creó la cuenta de Tinder? – pregunta toda emocionada.

-¿Cómo sabes que me lo ha explicado? ¿También vas a merendar a mi cafetería de confianza todos los días y no me había dado cuenta tampoco?

-No tonta, es la típica pregunta que se hace cuando conoces a alguien en una aplicación por correspondencia. Hay 3 típicas preguntas que toda persona te preguntará ahí dentro. 1) A qué te dedicas. 2) ¿Qué buscas? 3) ¿Cómo es que te has instalado la aplicación?

-¿Y se puede saber porque estás tan al corriente de lo que se habla ahí dentro? ¿Algo que no me hayas contado amiga? – en ese momento Clara se rie se tapa la cara con el cojín rojo que acababa de comprar del sofá. Será bellaca que ella también la tiene y no me ha dicho nada... - eres la peor amiga de la historia. ¿TIENES UN PERFIL CREADO AHÍ Y NO ME LO HAS CONTADO? Que vergüenza... que traición.

-¡No seas tan dramática y sigue contando! – dice riendo aun con el cojín.

-Bueno puesta en contexto te cuento el resto. Resulta que estaba yo merendando y decidí meterme en la aplicación para ver qué veía por esa zona. Y en uno de esos perfiles, me salió él por cercanía. En un principio me dio tantísima vergüenza que pagué corriendo y me fui. Pero justo al salir por la puerta me escribió y me dijo de tomar un café. Y decidí ir. A ver, me esperaba sentir otra cosa... no sé, más morbo, pero no ha estado mal. Supongo porque es la primera vez que nos conocemos. Pero ha estado bien, sí. Hemos quedado para cenar otro día. a ver la verdad que el chico físicamente tiene su puntillo, y una tiene necesidades... En fin, para ser la primera experiencia no ha estado mal.

-Pues para celebrarlo nos vamos de fiesta esta noche. – según dice eso, se levanta de golpe y se dirige a su habitación. El cual yo hago lo mismo tras ella y me planto en la puerta de su habitación.

-¿Cómo? ¿A dónde?

-A una discoteca cerca de aquí. Unos compañeros del trabajo me han invitado y yo te invito a ti. – tuvo que ver mi cara de negación cuando de repente puso cara de cachorrito solitario. – Venga porfi... vente conmigo. ¿Me vas a dejar solita en la oscura noche? Así también conocerás gente nueva, son todo ventajas Dett.

No me lo tuve que pensar demasiado. Antes que quedarme un viernes por la noche en casa sola, con una pizza y una cerveza viendo Love is in the air, prefería emborracharme y quién sabe si bailando con algún rubiales.

...

Tres horas después estamos delante de la puerta de la discoteca haciendo cola. Bueno, quien dice delante, dice al final de la calle. ¡Esto está a reventar! Menos mal que hace calorcillo.

-Tía, yo me estoy haciendo muchísimo pis, ¿me esperas aquí? – y antes de que pudiera decir nada, Clara ya se había ido a dios sabe a dónde para poder mear tranquila dejándome haciendo cola más sola que la una. ¿Dónde se supone que están sus compañeros? No se cuánto tiempo pasó cuando noté una mano en mi hombro y al darme cuenta encontré a mi amiga con una sonrisa de oreja a oreja con un chico detrás.