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-Oye Muzan, ve a buscar a Douma, está solo en la barra.- Ordenó Michikatsu y cuando el pelinegro se puso de pié gruñendo molesto se sentó junto a su hermano con la pelinegra en su regazo, a quien rápidamente comenzó a besar.

-Pajeros.- Se quejó Muzan caminando hacia la barra molesto, deteniendose al sentir a mitad de camino un dulce aroma a chocolate y melón que lo distrajo de su objetivo por completo, siguiendo el aroma hasta que llegó a su dueño, un solitario omega de cabello platinado y ojos arcoíris que jugaba con un vaso de vodka lleno entre sus manos haciendo un puchero. -Es bellísimo.- Pensó sintiendo su corazón acelerarse cuando volteó a verlo.

Douma jugaba con el vaso de "agua" entre sus manos con un puchero. -Siempre me dejan solo.- Pensó para luego dejar de jugar con el objeto al sentir un fuerte y delicioso aroma a madera y papel que lo hizo tragar saliva nervioso y voltear a ver al alfa de cortos cabellos negros y ojos rojos que lo observaba, sintiendo su corazón acelerarse de solo ver esa intensa mirada. -Es guapísimo.- Pensó sonrojándose hasta las orejas al ver al alfa caminar hacia el.

-Hola.- El pelinegro se sentó a su lado volteando a verlo de reojo. -Tu eres Douma, ¿no?- Preguntó con curiosidad.

-Si... ¿Y-Y tu Muzan?- Al verlo asentir, ek peliplata sonrió tímidamente viéndolo de reojo. -H-Hola. Creo que tenemos que ir con nuestros amigos.-

-¿Realmente quieres ir allí?- Preguntó el ojirojo curioso señalando con el pulgar la mesa donde ambas parejas estaban.

Douma volteó hacia esa dirección haciendo una muequita de asco al ver a sus mejores amigas besarse y tocarse con esos alfas que apenas conocieron esa noche. -La verdad no. Solo vine porque mis amigas me invitaron y esta tarde y noche mis niños se quedaron con su padre.-

-¿Tienes hijos?- Preguntó el alfa con curiosidad.

-Sí, mis dos solecitos de siete añitos. Estos últimos dos años fueron difíciles para ellos luego del divorcio, pero por suerte su padre es responsable con ellos y los ve regularmente.- Explicó Douma acercando el vaso a sus labios sintiendo un aroma que lo incómodo. -Esto no huele bien.-

Muzan no supo porque se alegró al saber que estaba divorciado de su antiguo alfa, pero al notar la incomodidad del omega dejó su vaso de cerveza en la barra. -Permíteme.- Sujetó el vaso tensandose al sentir la calidez de los dedos del ojiarcoiris al tomar su vaso, pero rápidamente lo llevó a sus labios y dió un trago intentando disimular. -Esto es vodka.-

-¿Vodka? Yo no bebo alcohol, había pedido agua... Uta. Voy a matarla.- Siseó molesto azotando la mano en la mesa y volteó a ver hacia la mesa, notando que ninguna de sus amigas o los otros alfas estaban. -Que putas mis amigas, seguro ya se fueron a coger.-

El Kibutsuji suspiró cansado. -Mis amigos también, siempre me dejan solo para irse a follar con las primeras chicas que se topan.- Tomó su vaso de cerveza y le dió un trago largo, dejando la mitad del contenido en el vaso.

-Te entiendo, mis amigas son iguales. Antes cuando estaba casado no salía a la noche con ellas, pero desde hace dos años empezaron a traerme a los bares. No soy bueno para estas cosas. Conocí a mi ex esposo en la escuela secundaria. Cuando cumplimos dieciséis años nos pusimos en pareja, poco después entramos en celo y me embaracé de los gemelos. A Uta y Nakime las conocí cuando comencé a trabajar como ayudante en una imprenta, los niños ya tenían tres años, así que los dejábamos en una guardería. Cuando tenían cinco años y estaban en sus clases en el jardín de infantes, descubrí a mi esposo con su amante en nuestra propia cama.- Suspiró con tristeza y una lágrima cayó de sus ojos. -Nos divorciamos la siguiente semana y los niños me odiaron por un tiempo, tuvieron que ir a la psicóloga ya que comenzaron a tener un comportamiento agresivo. A los dos meses de sus terapias se disculparon por sus actos y entendieron que no era culpa de nadie esa situación. Desde que Raúl, mi ex, comenzó a llevarse a los niños dos días o tres en la semana a dormir a su apartamento, mis amigas me comenzaron a traer a los bares.- Volteó a ver a su lado y notó esos dos rubíes observandolo con atención. -¡Waaa!¡Perdóname Muzan!¡S-Seguro te estoy aburriendo!-

El nombrado sonrió con ternura y dejó su vaso de cerveza vacío en la barra. -No te preocupes, te vez lindo cuando hablas.- Suspiró con tristeza y volteó a ver su vaso vacío. -Mi historia en cambio es estúpida. Conocí a mi ex prometida en línea. Es una beta que se hacía pasar por una omega. Yo ya tengo 30 años y soy un caso perdido para socializar. Más aún en mi trabajo. Así que la conocí en Tinder. Organizamos una cita a un café y todo fue bien. La semana siguiente nos encontramos en un hotel y comenzamos a ser más cercanos, hasta que un mes después nos pusimos en pareja. Mis mejores amigos, prácticamente mis hermanos, esos dos estúpidos gemelos Yoriichi y Michikatsu que estaban chapando a tus amigas, siempre me advirtieron que era demasiado ruda hasta para ser una "omega gruñona" y que seguramente estaba conmigo por el dinero ya que tiene 26 años, pero yo siempre los ignore. Un año después, hace tres meses, nos íbamos a casar, pero ella nunca llegó al altar y me dejó una carta diciendo que me abandonaba ya que era una beta y se iría con su amante un omega joven, llevándose consigo una gran cantidad de dinero que robó de mi casa. No fue la primera pareja que tuve, pero si la pareja con la que pensé que tendría un final felíz.- Volteó a ver al peliplata y este tenía su vaso de vodka intacto y sus ojos cristalinos. -¿Douma?¿Estás bien?- Apoyó una mano en su hombro viéndolo a los ojos preocupado.

-¡Waaaa eso es muy triste Muzan!¡Realmente lo lamento!- Chilló entristecido el omega saltando sobre el pelinegro abrazandose a su cuello.

-Hey tranquilo Douma.- Apoyó las manos en su cintura correspondiendo el abrazo. -No llores por mis cosas, tu historia es mucho más triste. Además eres un omega y yo un alfa, no deberías abrazarme así de fuerte la primera vez que nos conocemos.-

-¡Ay perdón!- Se separó al instante sonrojandose tenuemente. -E-Es que por como sonaba tu voz de triste pensé que necesitabas un abrazo.-

Muzan sonrió viendo con ternura al menor y se acercó rodeando su cintura en un abrazo. -De los dos creo que tu eres el que necesita más un abrazo.-

Douma se tensó sonrojándose aún más si era posible y correspondió tímidamente el abrazo del alfa.

Al separarse del abrazo, el Kibutsuji llevó una mano al rostro de Douma y con el pulgar limpió sus lágrimas. -¿No vas a tomar tu vodka?- Preguntó con curiosidad.

-En realidad no. El alcohol me hace mal, mis amigas lo pidieron sin que lo notara.- Cerró los ojos haciendo un puchero. -Y ahora tengo que esperar en este lugar dos horas para que llegue el uber y vayamos los tres a casa.-

-Ya veo... Si quieres aquí en frente hay una cafetería 24hs, podemos ir a beber un café para ganar tiempo y conocernos un poco más.- Sugirió el alfa viendo con curiosidad al omega a la espera de su respuesta.

-No suena nada mal, prefiero ir ahí más tranquilo que quedarme aquí en medio de tanta gente a oscuras.- Llevó una mano a su riñonera y Muzan lo detuvo.

-Déjame pagar el vodka, al fin y al cabo, yo bebí ese sorbo por ti.- Sacó de uno de sus bolsillos su billetera y sacó un gran fajo de dinero viendo de reojo como el omega abría los ojos completamente sorprendido. -Caballero, abono los tragos del chico lindo y míos y de la mesa 6 donde estaban nuestros amigos.-

El barman asintió tomando el dinero y Muzan guardó la billetera sonriendo al ver lo tierno que se veía Douma estático de la sorpresa. -Vamos Dou.-

-Cuanto dine... ¡Espera!¡¿D-Dijo chico lindo?!¡¿S-Se refería a mi?!- Pensaba el omega sintiendo su corazón latir más rápido. -¡S-Sí!- Asintió al instante y se bajó de su asiento siguiendo al pelinegro hasta la salida, notando que este era unos pocos centímetros más bajo que el.

El omega soñado [MuzDou]||Omegaverse||(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora