𝕵𝖔𝖍𝖓 𝕻𝖗𝖎𝖈𝖊; 𝐋𝐮𝐜𝐤𝐲 𝐎𝐧𝐞𝐬.

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Donde Price va a una fiesta de disfraces y encuentra a una mujer misteriosa, que termina siendo su compañera de equipo.

John había sido invitado a una fiesta de disfraces; la temática era época victoriana. Se había puesto un traje, el cual se le veía bien, aunque él se reía cuando se miraba en el espejo. Un antifaz decoraba su parte superior del rostro y un sombrero en su cabeza, se sentía extraño sin su sombrero regular.

Se subió a su auto y condujo hasta el lugar; El capitán rara vez aceptaba, pero como tenía días libres y no mucho por hacer, decidió dar un intento. Llegó en menos de 10 minutos, dándose cuenta que había bastante gente con ropa de esa temática, pero corta y reveladora. Entró al lugar y rápidamente reconoció una tez oscura, su mano derecha, Kyle Garrick.

— ¿Capitán? — Preguntó con asombro el sargento.

— Gaz, eres fácil de reconocer. — Sonrió el hombre de barba.

— Lo mismo digo, capitán. — Recibió un grito por parte de un amigo; lo invitaban a tomar. El moreno se despidió y se fue, dejando solo a su superior.

— Disculpe, ¿podría decirme dónde se encuentran las bebidas? — Movió su cuerpo hacia donde venía aquella voz, una mujer de cuerpo trabajado y cuidado con un vestido negro; mangas transparentes de encaje y una falda larga.

— Claro, déjeme guiarla, señorita. — La mujer de antifaz sonrió y lo siguió hacia la mesa de bebidas, donde amablemente él le sirvió y empezaron a tomar un suave daikiri de fresa juntos.

— Así que, dígame, amable señor. ¿Qué hace alguien como usted aquí? — El juego de hablar con educación los divertía mucho.

— Buscando algo de diversión, señorita. Y la encontré con usted. — El acento inglés del hombre quedaba muy bien con el lenguaje; y a ella le fascinaba.

— Lo mismo digo, señor. — Dijo recorriendo el brazo del capitán con su mano, gesto que él no pasó por algo. — Así que... ¿se ejercita, eh? — Sonrió de lado ella, explorando los marcados músculos del brazo de aquel hombre.

— Bastante, mi trabajo lo requiere. — El alcohol empezaba a hacer efecto y luego de una variedad de tragos, ambos seguían conscientes, pero más atrevidos. La tensión se sentía en el aire, y ella fue la primera en tirarse a sus labios, tocando su barba con la mano mientras sus labios se movían a la par.

Al separarse, ella lo guió hacia afuera. Él le indicó su auto, y entraron en los asientos de atrás.

Los vidrios empañados y el movimiento del vehículo no dejaban mucho a la imaginación.

. . .

Unas semanas después, Price se preguntaba todavía que sería de aquella dama. Durante su encuentro de pieles, ella no se había quitado el antifaz, pero él no resistió y sacó el suyo.

Se encontraba pensando en eso, cuando Laswell le habló por la radio.

— Capitán, su compañera debería llegar en unos minutos. — Dicho y hecho, un helicóptero volaba a lo lejos.

En aquel vehículo aéreo, la mujer se encontraba mirando el paisaje.

Cuando aterrizaron, bajó mirando a quién se suponía sería su compañero para la misión. Al reconocer esa mirada y esa barba, se quedó congelada en su lugar.

— Un gusto, soy el capitán Price. — Le estrechó la mano, ella seguía con la cara blanca.

— Yo... soy Búho, señor. Es un placer trabajar con usted. — Él juró conocer esa voz de algún lado. Empezaron a caminar mientras él le daba instrucciones e información sobre la misión; Estaban buscando a un ministro corrupto en posesión de bombas, pero no se sabía que tipo. Se sospechaba que eran biológicas, o incluso nucleares.

— Entendido, señor. — Ese tono de voz y el "señor" en su frase le hizo parar en blanco.

— Okay... me puedo estar equivocando. Pero creo que ya nos conocemos. — La chica se volvió tan blanca como el papel.

— Yo... no lo creo, señor, este– Mierda. — Dijo en un gruñido, por lo cual la mente del capitán se refrescó.

— ¿Eres la chica del... vestido negro...? — La chica asintió en silencio y él siguió caminando, con una sonrisa ladina en su rostro. — Así que, Búho, señorita. — Una risa de escapó de los labios de la fémina.

— Así que, capitán, señor. — Él sonrió, subiendo sus dos comisuras.

— Hagamos esto; Terminamos la misión y tú aceptas darme tu número y una cita con café. —

— Acepto. — Sonrieron juntos y se dirigieron con el equipo en el que estarían.

Iba a ser una misión larga; pero si significaba tomar un café con aquella mujer, John saldría de ahí sobre los cadáveres de quién fuera.

Iba a ser una misión larga; pero si significaba tomar un café con aquella mujer, John saldría de ahí sobre los cadáveres de quién fuera

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hOy me dormí y soñé con Price en traje corte época victoriana y me inspiré JAJDKWJE

si tienen algún pedido y/o idea se agradece ✋💞

𝐂𝐨𝐃: 𝐌𝐨𝐝𝐞𝐫𝐧 𝐖𝐚𝐫𝐟𝐚𝐫𝐞 𝐈𝐈 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora