𝐂𝐨𝐃: 𝐌𝐨𝐝𝐞𝐫𝐧 𝐖𝐚𝐫𝐟𝐚𝐫𝐞 𝐈𝐈 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.

𝕵𝖔𝖍𝖓 "𝕾𝖔𝖆𝖕" 𝕸𝖆𝖈𝖙𝖆𝖛𝖎𝖘𝖍; 𝐊𝐢𝐥𝐥 𝐁𝐢𝐥𝐥.

Ya iba con el sexto cigarrillo mientras tiraba aquellos cuchillos hacia la foto colgada en la pared.

La nueva novia de John.

Hacia dos semanas que habían terminado, porque él quería experimentar relaciones nuevas. Ella le rogó y le rogó, pero aún así se fue. Rímel corrido debajo de sus ojos que indicaban lagrimas se veía en su rostro, mientras veía la página de Instagram de Soap. Fotos con su nueva chica, historias y hasta una historia destacada sobre ella, mientras que ella con suerte había conseguido que le contara a sus compañeros que tenía a una nueva chica en su cama.

Con furia dejo todo donde estaba y decidió idear un plan para arruinar su vida.

La rabia se apoderó de ella y mensajeo a su amiga.

Puede que mate a la novia de mi ex.
02:34✓✓

No es la mejor idea.
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Prefiero estar en la cárcel que estar sola.
02:35✓✓

Maldita loca, por algo somos amigas.
02:35

La dejó en visto y emprendió marcha hacia la casa de John. Fue a pie, llegaría a las 3 de la mañana pero no importaba. Si iba con auto, probablemente haría mucho ruido. Se puso unos guantes de látex para que en todo caso, sus huellas no quedarían por ningún lugar. Usó zapatos más grandes que su talla, para que si dejaba marcas no coincidieran con su talla. Se recogió el pelo, se puso una capucha y una mascarilla.

Llegó a la cuadra de la casa del hombre, y conocía a perfección todas las cámaras, hacia donde apuntaban y como podía pasar desapercibida. Le había dado su copia de la llave a John, pero antes de hacerlo hizo otra para poder entrar cuando quisiera. Entró por la ventana de la cocina, no había casi cámaras por esa zona.

Fue por las sombras, yendo hacia la habitación donde sabía que se encontraría con la pareja (y probablemente desnuda). Apagó la luz del pasillo para que no vieran la luz entrar y abrió la puerta con cuidado, era nueva y no rechinaba.

Se acercó hacia la cama encontrándose con ellos dos plácidamente dormidos. Apreció el rostro de John para susurrar lentamente cerca de sus labios.

- Si no te puedo tener, nadie te tendrá. - Y John se removió un poco; tenía el sueño pesadísimo.

Fue al lado donde estaba la chica, le puso una mano en la boca y la llevó hacia la cocina a rastras, ella ya había despertado y estaba confundida mientras intentaba gritar.

La llevó a un rincón donde no había cámaras, no sin antes agarrar un cuchillo de la cocina.

- Escúchame una cosa puta de cuarta; vas a escribir en esta hoja una nota de suicidio como yo te voy a indicar, y si gritas, tú, John y el perro van a estar enterrados en mi jardín, ¿oíste? - La mujer solo asintió con miedo. - Escribe, "Lo siento tanto, Johnny. Te amo más que a nadie en el mundo, pero no puedo más. Esta decisión la tomé yo sola, nada ni nadie la influenció. Simplemente necesito desaparecer definitivamente, sé que el lugar después de la muerte me traerá paz. Te quiere, Lily." La letra era desastrosa por el miedo, no sabía quién era ni porque sabía su nombre. La tenía con un trapo en la boca para que no pudiera gritar, en un rincón, indefensa.

- Agarra el cuchillo. - Ella lo agarró, dejando sus huellas ahí.

- Hade lo que twu quiedas. - Sollozó ella contra el paño.

- No se trata sobre lo que quiero, se trata sobre sacar lo mejor de lo que tengo. - Y con sus huellas en el cuchillo. Cortó lentamente su cuello. La sangre brotaba y se encargó de que no se manchara, dejó el cuchillo en su mano y la chica quedó inerte.

Sus guantes quedaron llenos de sangre, pero no sé los saco. Agarró un trapo y agua oxigenada para limpiar la sangre que dejó por la ventana al salir, ya que a los rayos UV no se verían.

Y así como vino, se fue. Dejando a John con una ex novia asesina, y una novia muerta.

Sonrió mientras entraba a su departamento, se sentía mucho más relajada. Limpió su hogar, el cual llevaba semanas sin ser limpiado. Se tomó su tiempo, quemó todas las fotos que tenía de John y de la chica junto con la ropa y las cosas que había usado para ir a la casa de Soap. Limpió las cenizas de cigarrillos que había por el lugar, recogió la ropa, la puso a lavar, lavó los trastes, limpió el piso, prendió sahumerios y aromatizantes, la casa se veía hermosa. Ya no parecía para nada un lugar depresivo.

Eran las 5 de la mañana cuando vio unas sirenas dirigiéndose a la casa de John, pues las siguió con la mirada y se dio cuenta de que era hacia allí. Sonrió y se fue a dormir, mañana por la tarde iría a comprar cosas para decorar su casa.

. . .

Eran las 14 de la tarde cuando volvía de comprar decoraciones y las puso en su lugar, había comprado luces, decoraciones pequeñas y hasta maquillaje para ella. Tenía la pequeña corazonada que alguien tocaría su puerta. Se bañó y maquilló, eligió con cuidado su ropa y se encontraba cortando algo de fruta cuando alguien tocó en su puerta.

Bingo.

Abrió la puerta mientras ponía algo de música relajante, y fingió sorpresa al ver a John. Él no dijo nada y le mostró las fotos que la policía había sacado; el cuerpo de Lily.

Fingió sorpresa como toda una actriz y tragó duro.

- ¿E-esa no es...? - Puso una mano en su pecho.

- Lily. Mira, ______. No sé qué tienes que ver tú en esto pero- - Ella cortó la oración.

- ¡Pero como te atreves a relacionarme con eso, John! Si matara a alguien, dejaría mil pruebas con lo despistada que soy. A parte, hace tiempo que te supere, aunque rompimos hace dos semanas... nunca he estado mejor. - sonaba afligida.

- ¿De verdad? - Se sorprendió al verla tan bien.

- Sí, John. Y lo siento tanto... no puedo creer que hiciera eso. ¿Se suicidó? - John asintió. - Lo siento tanto, Johnny. - Él asintió triste. - ¿No quieres pasar? Te ves realmente mal. - Él entró y ella dejó el plato con fruta cortada en la mesa de café. Hablaron y él se desahogo, jamás imaginó que su Lily podría hacer algo así. Ella aprovechó para acercarse descaradamente, pero cuando él se negó, se alejó y lo invito a irse, puesto que tendría "visitas". Él aceptó y cuando iba a cruzar la calle, un auto vino a toda velocidad y lo atropelló, yendo en reversa y hacia adelante para asegurarse que estaba muerto. Una vez eso pasó, el hombre del auto se bajó.

Había contratado a un sicario. Le pagó y el hombre se fue a quemar el auto para no dejar evidencia. Ella llamó al 911, desesperada. Fingió su mejor llanto y nadie jamás sospecho que fue ella quién mató a los dos.

Si no eras mío, no eras de nadie. Pensó una vez llegó a su casa luego de los testimonios.

Acabo de ver las noticias, ¿qué carajos?
19:32

Ni que lo digas.
19:32 ✓✓
Por más que los odiara, no merecían eso.
19:33. ✓✓

¿Y tú no tienes nada que ver?
19:33

Sabes que lo amaba, Cindy.
19:33. ✓✓

Su amiga la dejó en visto y ella suspiró, que día había sido.