mikey sano

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Pareja: Omega!Mikey x Alpha!MIReader.

CW/TW: morder, orgasmo seco, jugar con los pezones, anudar, azotar, diferencia de tamaño, negar el orgasmo, semen adentro, apodo:"Princesa"

- M/N, solo relájate, ¿de acuerdo? - susurra jugando

con los dedos de la mano izquierda. - Sabes que puedes follarme, no me importa.

-Ese es el problema, Mikey. - tiras de tu mano hacia atrás, haciéndolo gemir.

-Deja esa idea, vas a tener esto pronto, cariño, necesitas tener sexo. - sonríe, y tu suspiras pesadamente.

- ¿Estás seguro de que estás de acuerdo?- asiente.

Algunos minutos después

Dos cuerpos completamente desnudos yacían sobre la cama. Tus manos lo presionan contra el colchón, presionando tus labios contra los suyos. Él solo gime, envolviendo sus piernas alrededor de tu cintura, sus manos enredadas en tu cabello mientras te acerca a su cara.

Te alejas, bajando la cabeza más abajo, ya besando y mordiendo su cuello, traga cuando muerdes el área entre su hombro y cuello y solloza, sintiendo cómo literalmente muerdes su carne.

- ¿Por qué? Ya lo hiciste antes... - pregunta, pero luego Grita sintiendo una palmada en el trasero.

-Te marcaré todo lo que quiera, no hagas preguntas tontas. - lames su sangre, sintiendo el sabor del metal en tu lengua. - Todos deben saber que esta princesa es mía, ¿no crees? Hace un sonido como "Uh-huh", mientras solloza, sintiendo tus labios casi en su pene. Él se contrae insignificantemente justo en frente de tu nariz y tú lames la punta, desde donde levanta las piernas.

-Qué pequeña eres, princesa. - Lo estás haciendo resoplar.

- Eres demasiado grande.

En el mismo momento, él gime, sintiendo tus dedos en su pene y tu boca en su pezón derecho. Sus manos se aferran a tu cabello mientras sus piernas se envuelven alrededor de tu cuerpo, acercándote más, lo que inmediatamente lo hace sentir una bofetada que lo hace gemir aún más fuerte.

Él gime cuando empiezas a tirar de su pezón con los dientes, mordiéndolo. Siente el acercamiento inminente del orgasmo, sacude violentamente sus caderas en tu agarre, tratando de correrse más rápido.

Un fuerte gemido escapa de sus labios, y luego un sollozo mientras las lágrimas corren por su rostro. Te alejas de su pecho, riendo. Todavía está duro, solo hay unas gotas de líquido preseminal en tus manos.

Sus mejillas están cubiertas con aún más rubor y las lágrimas corren por ellas cuando ve la forma en que lo miras. Bajas tu mano más abajo, rodeando su agujero revoloteando, sintiendo lo húmedo que está. Sacude las caderas con impaciencia e inmediatamente siente otra bofetada. Él traga, gimiendo.

-Princesa, ten paciencia. Necesito disfrutar de tu patética apariencia. - asiente, mordiéndose el labio, desconfiando ya de su propia voz. - Nunca te he visto tener un orgasmo seco, solo eres un espectáculo invaluable en este momento.

Él gime un silencioso "Por favor" que apenas se puede escuchar. Simplemente pones los ojos en blanco y diriges tu pene hacia su agujero húmedo y lleno de moco. Él gime por estirarse, y luego por el dolor cuando inmediatamente comienzas a moverte.

Sus manos se agarran a tus hombros, sus uñas se clavan en tu piel mientras te agarras a su muslo, yendo mucho más profundo, golpeando su próstata.

Un gruñido bajo se escapa de tus labios cuando sientes su trasero apretándose a tu alrededor, haciendo que la sensación sea aún mejor. Se lame los labios, atrayéndote hacia él, como resultado de lo cual chocas con su hombro. Vuelve a susurrar un silencioso "Por favor", pero esta vez hay una desesperación extraordinaria en él. Muerdes su hombro, haciéndolo gemir y mover las caderas.

Sus ojos negros están bien cerrados mientras lágrimas de cristal fluyen de ellos. Su cara está absolutamente roja, aunque es imposible siquiera pensar que una persona pueda sonrojarse así. Sus labios están mordidos con anticipación. Y su pelo rubio, normalmente recogido, esparcido por toda la almohada.

- M/N, por favor, me voy a correr ahora.! - grita cuando le chupas el cuello.

- No. - le aprietas todo el pene, lo que lo hace gemir fuertemente. - Vamos a ir juntos, está bien, ¿puedes soportarlo, princesa?

Él asiente rápidamente mientras llora aún más fuerte. Siente que está listo para correrse ahora mismo, solo necesitas soltar su polla, pero obviamente no lo harás. Todavía le estás mordisqueando el cuello, aunque eres muy consciente de que mañana se verá, por decirlo suavemente, no muy bien en el cuello y los hombros.

Puede sentirte retorciéndose en él. Él aprieta sus piernas aún más fuerte, presionándote más y más fuerte contra él. Siente otra bofetada cuando aflojas la mano y, apretándote, se corre con un sonoro gemido que resuena en la habitación. Y vienes con él.

- Maldición, te corriste dentro de mí. Tan cálido... - se queja, apretando tu cabello.

-Este no es el final, Princesa. - te mira inquisitivamente, y tu solo sonríes, haciendo una estocada, haciéndolo gemir.

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