Prólogo.

53 7 2
                                    

Nota del autor:  Hola mis queridos amigos, no me había olvidado de ustedes, es un placer volverlos a encontrar  por aquí, no saben lo mucho que me contenta, les traeré lo mejor de mi, para ésta segunda parte, me imagino que han estado muy inquietos y tienen  muchas dudas sobre que pasará con está historia.

Pd: Si es primera vez que pasas por aquí,  te recomiendo que antes leas: Entre todos, sólo tú. ( Mi primer libro) debido que éste es la continuación del mismo.

                                      Prólogo.

Era una noche fría,  oscura, acababa de terminar  una horrible tormenta, había algunos árboles caídos, las calles de Los Ángeles estaban vacías, lo único que rondaban por ellas era el desagradable silencio, como si la misma muerte hubiera pasado  por ahí, era totalmente escalofriante.

Una ambulancia pasa por la carretera, iba demasiado rápido, debido que en ella  iba un hombre herido. Más atrás de ella viene otra ambulancia, donde también llevan a un hombre que está muy grave. Al llegar al hospital, los bajan, uno de ellos tiene toda la cara llena de sangre y sus costillas están destrozadas, el otro sujeto tiene algunos huesos rotos y está inconciente. Los médicos los atienden rápidamente, pero uno de ellos deja de respirar, su cara está muy llena de sangre, no se podía reconocer su rostro, utilizaron  oxígeno, pero no funcionó, electroshock, pero no  sirvió para nada.

-Lo intentamos, pero éste hombre acaba de fallecer, busquen alguna identificación para contactar a su familia.  -Dice el doctor, mientras  se voltea a ver al otro sujeto.-

El otro hombre,  está en muy mal estado, sus signos vitales se están perdiendo, le colocan rápido el oxígeno, pero no causa nada, los doctores se ven las caras y piensan que no hay más nada que hacer, en ese instante su corazón deja de latir.

-Los dos hombres han muerto.-

-Hay que  trasladarlos directamente con el forense.  -indica el doctor, totalmente triste por no salvar a estos dos hombres que fueron víctimas de un accidente de tránsito.-

Pero algo ocurre, el segundo hombre que falleció, reaccionó, abre los ojos y sobresalta, comienza a gritar, tiene una especie de ataque de pánico. Se lanza de la camilla y grita como loco, los doctores están sorprendidos.

Lo único que gritaba era:

-Leslieeee!!! Leslieee!!!! Leslie!!!!
                                            

Nadie como tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora