𝟬 𝟮 ; (╥﹏╥)

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— Chaewon

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— Chaewon.. despierta —susurró, sacudiendo levemente la cintura a la menor.

— ¿Uhm? ¿Qué pasa? —preguntó desconcertada y somnolienta.

— Nos quedamos dormidas. Lo siento por despertarte, pero... Ah, mi cuerpo está empezando a doler en esta posición — hizo el amago de levantar su cuerpo junto al de la chica que aún se encontraba sobre ella.

Chaewon se puso de pie rápidamente y luego se ubicó al lado de la rubia en el sofá.

— ¿Qué hora es? —preguntó, tallando sus ojos con la punta de sus dedos para aclarar su visión.

Yunjin alzó su rostro para observar el reloj de manecillas que se encontraba justo arriba de la televisión de la sala de estar.

— Ya pasa de las doce. Ven, vamos a la cama.

Chaewon hizo un adorable mohín con sus labios y extendió sus brazos hacia Yunjin, solicitando que la llevara en brazos a la cama, cosa que a HuH no le molestaba en absoluto, sino más bien, le parecía jodidamente adorable.

Cuando Yunjin se había levantado del sofá, se colocó en medio de la pelirosa y la alzó cuidadosamente, siendo así como Chaewon enredó sus piernas alrededor de la cintura de la más alta y colocó sus brazos alrededor de sus hombros.

Llegaron hacia la habitación y Yunjin la depositó con mucho cuidado sobre el colchón. Caminó hasta su armario y de ahí sacó una holgada blusa color negro, para luego dirigirse de nuevo hacia la chica y colocarla sobre su cuerpo. Tomó otra blusa para ella y se la puso también.

Apagó las luces y se encaminó hacia la cama. Acomodó su cuerpo dentro de las delicadas sábanas, cubriendo a su vez el de la de cabellos rosas. Chaewon se encontraba ubicada en dirección a la ventana de la habitación, por lo que Yunjin se giró para abrazarle por detrás, creando una cómoda y agradable posición de cucharita.

Pasaron alrededor de diez minutos antes de que la menor se removiera en su lugar e invirtiera su posición, para ahora encontrarse de frente a su Unnie.

— Jinnie... No puedo dormir —informó con tono muy bajo en la oscuridad.

Provocó que Yunjin abriera los ojos, interrumpiendo el sueño que le había costado trabajo retomar, ya que sufría de ciertos problemas de insomnio debido al estrés que le causaba la universidad, pero eso no le impidió despertar y acariciar con delicadeza el rostro de la menor.

— ¿Ya intentaste contar ovejitas? —sugirio con gracia.

— Sí, pero no está funcionando. Disculpame por haberte despertado.

— No te disculpes. ¿Te gustaría que hiciera algo mágico para que puedas dormir? —preguntó, conociendo a la perfección cómo volver a conciliar el profundo sueño de Chaewon.

— ¡Sí! —exclamó, asintiendo repetidamente, mientras una sonrisa se expandía por su rostro—. ¿Qué es lo que harás?

— Ya lo verás. —sonrió y se giró para encender la pequeña lámpara de su mesa de noche, haciendo que una muy tenue luz blanca se extendiera parcialmente por la habitación, perfecta para lo que tenía en mente.

massages. ♡̶  purinz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora