OS: En Francés, Por Favor (LS)

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"Me alegra que hayas venido" le dijo Tomlinson a su alumno mientras servía té en dos tazas. "Me estuve pensando dos veces el enviarte mis fotos porque como sabrás, soy tu profesor y corría el riesgo de que decidieras usarlas en mi contra". Acercó una de las tazas al más joven y tomó asiento en el mismo sillón en el que él estaba sentado, dando un trago a su humeante y cálida bebida.

"¿Realmente me cree capaz de algo así?" preguntó dubitativo mientras tomaba su taza. Dió un trago al té de lavanda y luego dejó su taza sobre la mesita de centro. "No soy esa clase de personas que comparte fotos privadas o las usa en contra de quien las envió".

"Lo sé, de eso estoy seguro, Harry. Pero no quise correr el riesgo" colocó su taza sobre la mesa de centro, al lado de la otra. "Me sigue sorprendiendo que hayas decidido venir por cuenta propia" arqueó una ceja y carraspeó sobre un puño formado por su mano.

Desde que el rizado había llegado al departamento de su profesor, éste no parecía ser el mismo que conocía; aquel que impartía clases parado al frente del salón de forma agradable pero estricta a la vez. No, el Louis Tomlinson que le había abierto la puerta del departamento 369 distaba mucho del Louis Tomlinson profesional que conocía tan bien.

Porque cuando él le abrió la puerta y su mirada topó con la suya, pudo ver cómo sus pupilas se dilataban y el azul de sus ojos se convertía en un tono tan oscuro que se asemejaba al negro. Pudo jurar que se lo estaba comiendo con la mirada desde que le permitió entrar a su hogar, así como parecía que eso de ofrecerle té de lavanda solamente había sido por simple generosidad.

Harry podía jurar que su profesor, vestido con jeans negros y una camisa casual de manga corta y a cuadros, estaba haciendo hasta lo imposible por no abalanzarse sobre él y desnudarlo. La tensión entre ambos era más que perceptible, pero ambos se estaban haciendo lo tontos para no verse del todo "necesitados" con el otro.

"Tenía curiosidad, profesor" susurró mientras estiraba su mano en dirección a su taza, dispuesto a tomarla.

Pero cuando sus dedos estaban a punto de enredarse en la parte por la que se toma el traste, un brazo firme y demandante detuvo el suyo. Tragó saliva en seco y con lentitud giró su cabeza en dirección a la de su maestro. Casi se ahogó cuando vio la manera sedienta con la que estaba siendo mirado.

"A mí no me engañas, Harry. Tú mueres porque te folle tanto como yo muero por hacerlo" murmuró cada palabra en un tono más que sombrío. "Deseas que te meta entre mis sabanas y te haga gritar mientras poco a poco provoco que escurras tu miel mientras te entrego la mía".

Harry apartó su brazo con lentitud, sin poder alejar su mirada de la que lo consumía. Se mordió el labio inferior y negó con suavidad. De pronto sintió su propio pene palpitando en sus pantalones y una sensación electrizante formándose en su vientre. Cerró los ojos cuando un estremecimiento comenzaba a recorrerlo de pies a cabeza; un estremecimiento tan profundo y fuerte que tuvo que evitar un jadeo.

"¿En serio vas a mentir y negar lo que estoy diciendo? ¿Vas a negar que quieres que tu profesor de Francés te folle?". Llevó su mano a la quijada del más joven y la tomó con fuerza, obligándolo a verlo a los ojos. "Porque si no mal recuerdo, te dije que me lo pidieras en francés y exactamente eso mismo hiciste. Tengo los mensajes y todo, puedo mostrártelos si es que no lo recuerdas". Llevó su mano al bolsillo de su pantalón y de él sacó su celular.

"Lo recuerdo" escupió el ojiverde y al escucharlo el castaño sonrió ampliamente y dejó el dispositivo sobre la mesita. "Lo recuerdo, profesor" inhaló con fuerza e inclinó la mirada pasivamente. "Y sí, tiene razón. Muero por ser follado por usted".

El ojiazul se pasó la lengua por los labios, divertido con la situación. Acarició la tenue barba que comenzaba a crecer en su barbilla y se deleitó con la manera en la que su alumno juntaba sus rodillas y sus piernas temblaban. También fue capaz de percibir la incomodidad en su entrepierna porque él sentía la misma incomodidad en la suya.