Único

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Sábado por la tarde y el cielo comenzaba a dar un espectáculo de tonalidades grisáceas que solo podían indicar que una tormenta se aproximaba.

Heeseung al ver esto se apresuró a tomar las pocas cosas que llevaba ese día para dirigirse lo más pronto posible al departamento compartido que tenía con sus amigos del grupo.

Una vez estuvo listo, la lluvia comenzó a caer y Heeseung apresurado se despidió con un beso en la mejilla de Sunoo y Jungwon que decidieron quedarse un rato más en la empresa para hacer unos arreglos de las canciones previamente grabadas.

Por otro lado, Jake y Niki habían salido a tomar fotografías para la cuenta de instagram de enhypen, mientras Jay y Sunghoon habían quedado en ir a un museo después de la práctica de la mañana, por tanto no se sorprendió cuando llegó al apartamento y se vio completamente solo.

O eso creyó hasta que cerró la puerta y entre el silencio que reinaba alrededor, escuchó unos ruidos particulares provenientes de una de las habitaciones.

En un principio se asustó puesto que se suponía no habría nadie en casa hasta entrada la noche. Así que con todo el valor que reunió, el muchacho se adentró por completo y tomó uno de los objetos de decoración que estaban sobre una mesita de la sala para usarlo como un intento de arma en caso de que fuera necesario.

Heeseung estaba más que preparado para pelear, la situación le había dado un subidón de adrenalina que apenas y sí podía con ella.

Sin embargo, cuanto más se adentraba al pasillo de las habitaciones, más claro se hacía sonido que provenía de una de estas, más específicamente de la que estaba situada al final del pasillo.

Y a Heeseung casi se le sale el alma y deja caer el arma al ver lo que estaba pasando en aquella habitación.

Pues eran nada más y nada menos que Jay y Sunghoon follando como animales en celo sobre la cama del mayor.

El muchacho estaba en shock total por la situación que se presentaba a través de la puerta entre-abierta de dicha habitación.

—¿No se supone que estaban en el museo? — dijo en un susurro lo más bajo posible, porque estaba claro que no quería que sus amigos se dieran cuenta que los estaba viendo en ese acto tan íntimo.

En ese momento el muchacho se planteó el que hacer, tenía tres opciones.

Uno, terminar de abrir la puerta para que se dieran cuenta que habían sido descubiertos en su mentira.

Dos, irse, fingir que no vio nada y dejar que sus amigos disfrutaran cómodamente de su momento romántico-fogoso.

O tres, quedarse y disfrutar de la vista que el culo de Sunghoon siendo follado le ofrecía.

En cuanto ese pensamiento vino a su cabeza se sintió como un total degenerado, pero ¿cómo culparlo? Se sentía un poco-bastante necesitado estos días y tener algo de diversión (aunque fuese solo de vista), no le vendría mal. Por lo que con sumo cuidado se agachó frente a la puerta para evitar ser visto y al mismo tiempo tener un mejor panorama de la escena frente a él.

Y vaya escena. Sunghoon se encontraba sentado sobre la polla de Jay que entraba y salía del apretado interior del príncipe de hielo. El sonido de las pieles chocando creaba una lujuriosa melodía en el ambiente haciendo que los pantalones del coreano le empezaran a molestar.

Las manos de ambos estaban entrelazadas sirviendo como apoyo para el más joven y a la vez dando ese confort de que JongSeong lo sostendría en todo momento.

—Jay... — decía entre gemiditos mientras su mirada se cristalizaba a causa del placer que el estar lleno le provocaba.

—¿Qué pasa mi niño? — dijo en un tono de voz rasposo e inestable debido a los saltos que Sunghoon estaba dando en su hombría. El interior del menor era tan estrecho y calentito que Jay sentía que podría derretirse en cualquier momento.

𝒟𝑒𝓈𝒸𝒶𝓇𝑜 JayHoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora