-TRES-

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Sentía la mano de Nani en la parte baja de su espalda, tragando saliva, se removió en su asiento, su mente vagaba de un lado a otro.

»¡Dios!« pedía al cielo que alguien lo ayudara.

Bueno, él se había metido solo en ese problema, por una lado Nani que le tomaba de la muñeca mientras lo empujaba a su habitación. Apresuradamente se despidió de su padre y Gun, cuando sus ojos llegaron a Bright supo que al mayor no le gustaba nada que Nani le tenga apretado a su costado como enseñando a quién pertenecía.

Bright no dijo nada, sólo subió y se encerró en su cuarto.

─Es hora de irnos a dormir, amor ─susurró Nani contra su oído. Un rubor embargo su rostro, pero igualmente asintió. Dejándose guiar por la brusca mano del moreno, llegaron a su oscura habitación y tragó saliva.
Nani se desprendió de su camisa para seguidamente tirarse en la cama, doblar sus manos y colocarlas bajo su cabeza cerrando los ojos, el menor arqueó una ceja.

─¿Nani? ─preguntó con voz cautelosa, el pelinegro abrió uno de sus ojos.

─¿Qué? ─Win casi juró escucharlo pronunciar esas palabras con un gruñido. ─¿Pediste los consejos que te dije? ─cuestionó volviendo a cerrar los ojos, Win se sentó en su cama observándole. ¿Le podía contar a Nani que lo hizo? Sí, pero no que los había puesto en práctica, Nani le ahogaría en su bañera de seguro.

─No ─pronunció en un murmuro, el pelinegro resopló.

─Sabía que no lo harías. ─Rodó por su costado dando la espalda a Win. Jadeó al sentir un dolor en su corazón, Nani era tan distante y frío con él.

─¿Sabes? Es difícil pedir consejos sexuales ─reprochó pero él le ignoró, enfureciéndole. ─Tú sólo me ordenas, ni siquiera me estás escuchando. ─Nani ondeó su mano en su dirección, Win le tomó del hombro bruscamente, Nani no podía tratarle así y mucho menos en su propia casa. Nani gruñó al ser bruscamente volteado.

─¿Qué coño te pasa, Win? ─le gritó. Win apretó los labios. Conteniéndose.

─Me tienes jodidamente harto, deja de ignorarme o... ─Nani le interrumpió.

─¿O qué? ─desafió. Win gritó internamente.

─O terminamos.

Nani, se echó a reír sin gracia.

─No te atreverías ─dijo muy seguro ─Ni siquiera puedes estar sin mí veinticuatro horas, deja de ser inmaduro y perder tu tiempo. Sin experiencias no me sirves, si me quieres ¡Busca experiencia! y déjame dormir en paz ─Escupió hiriendo aún más al corazón de Win.

Tomando sus palabras se paró y salió de la habitación dando un azote a la puerta. Recostándose en ella, suspiró y exhaló, sus ojos estaban completamente vidriosos.

¿Tan inútil era? Bueno, su propio novio, el chico que juró amarle se lo aclaró. Qué otra prueba quería.

Escuchando música en el fondo del pasillo volvió su cabeza hacia aquella dirección. Era el cuarto de Bright. Acercándose aún más, su juicio se iba nublando por una niebla roja, estaba tan enojado con Nani que le daría una lección.

Win solo seguía sus órdenes después de todo.

Se quedó parado delante de la puerta de Bright que hasta donde sabía era su consejero sentimental y sexual, subiendo los nudillos golpeó la puerta impaciente, unos pasos se escucharon y la hermosa voz de la banda Cigarettes After Sex sólo parecía susurrar la canción.

Bright abrió lentamente la puerta esperando ver allí a Win. Alzó los ojos hasta encontrarse con los suyos, no necesitó más cuando Win saltó contra su cuerpo haciéndole dar un paso atrás, sorprendido.

El amigo de papi ლ [Adapt.  BRIGHTWIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora