EL PODER DE LAS PEQUEÑAS COSAS

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Si no puedes aser grandes cosas, has cosas pequeñas de forma grandiosa.

No esperes grandes oportunidades, aprovecha las cotidianas y engrandécelas.

Primero viene el pensamiento, luego viene la organización de ese pensamiento en ideas y planes. Luego la transformación de esos planes en realidad.

El comienzo tal como puedes ver esta en tu imaginación, en tu deseo.

Un pensamiento es un impulso de energía, pero según sea la intensidad del mismo puede ser más o menos poderoso.

Lo determinante es que el pensamiento tenga fuerza.

Por tanto no se trata de pensar, pensar pensamos todos. Si no de pensar de una determinada manera, con intensidad, con fe.

Entonces, ponte en movimiento y la sincronicidad del universo te apoyará en tu camino asia la consecución de lo que deseas.

Dijo Napoleón Gil, los pensamientos predominantes magnetizan nuestro cerebro.

Y aún que nadie sabe cómo, esos imanes atraen fuerzas, gente y circunstancias vitales acordé a esos pensamientos predominantes.

Cuando las riquezas empiezan a aparecer, lo hacen con tanta rapidez y en tan abundancia. Uno se pregunta dónde habian estado escondidas durante todos esos años de necesidad.

Lo hemos dicho en la introducción pero lo volvemos a repetirlo.

Los procesos de desarrollo personal funcionan de una manera similar al bambú chino.

Después de plantar la semilla, no se ve nada en la superficie durante cinco años.

Pero la planta está echando raíces subterráneas, entonces al final del quinto año, el bambú chino crece de una manera sorprendente hasta alcanzar los 25 metros de altura.

Napoleón Gil escribió, antes que el éxito aparezca en la vida de un hombre se encuentra con algunas decepciones.

Cuando una derrota aparecer en la vida de un hombre, lo más fácil y más lógico de hacer es renunciar, y eso es lo que la mayoría de los hombres hacen.

Pero si uno a pesar de las sequías, sigue insistiendo y no pierde la paciencia. Hay un momento en que todo se precipita favorablemente.

Es un punto de inflexión que marca la frontera entre el antes y después.

Es literalmente cierto que puedes lograr más éxito y de una manera más rápida, ayudando a otros a tener éxito.

Una de las leyes que rigen las relaciones personales, es la ley de la reciprocidad.

Las personas nos sentimos obligadas a hacer algo por aquellas personas que nos an ayudando primero.

Es la devolución del favor, es el hoy por ti mañana por mi.

Por ejemplo, México sufría un severo terremoto en 1985 que deja al país sería mente tocado.

Uno de los primeros en ofrecer su ayuda fue Etiopía.

¿Por qué?

Porque en 1935 el país azteca apoyó al país africano cuando fue invadido por Italia.

Medio siglo después de seísmo, el pensamiento de reciprocidad seguía vivo entre los Mexicanos.

Si ayudas a los demás cuando lo necesitan, ello te ayudarán cuando tú lo necesites.

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